Vacaciones

El 88,9% ha celebrado las fiestas navideñas en familia

Los jóvenes optaron en un 22,3% por cenar fuera de casa los emblemáticos días de Nochebuena y Nochevieja

Los españoles, cada año, se muestran entusiastas con la Navidad, como «cemento» de la familia / Reuters
Los españoles, cada año, se muestran entusiastas con la Navidad, como «cemento» de la familia / Reuterslarazon

Los jóvenes optaron en un 22,3% por cenar fuera de casa los emblemáticos días de Nochebuena y Nochevieja.

«¿Y las fiestas qué tal? ¿Bien o en familia?»... Es una broma, un recurso usual en una conversación entre amigos, pero también tiene su parte de realidad. No es casual que la mayor parte de los divorcios o discusiones en familia suceden en las vacaciones de Navidad o en verano.

Pese a todo, las recientes fiestas tienen algo entrañable que ni la poderosa publicidad o el consumismo voraz ha logrado fagocitar. Es la única época del año en que el común de los mortales –al menos los del orbe cristiano– travisten –o quizá deberíamos decir, decoran– su hogar con ocasión de las recientes fiestas de Navidad y Año Nuevo. Si para unos las luces, los anuncios navideños y el aire que se respira resultan motivadores, para otros las últimas semanas del año y la primera del entrante han sido una auténtica pesadilla por los desencuentros con familiares con los que no se comparte mesa a menudo y una lucha contra la nostalgia debido a la soledad o a la ausencia de un ser querido en la familia.

Si embargo, entre el 81% y el 94%, según la encuesta de NC Report, realizada en estas recientes Fiestas Navideñas, los españoles son entusiastas de las luces, el árbol y el belén... de la familia y de celebrar. Esa misma familia que hizo piña y fue eje de unidad en la lucha contra los peores efectos de la pasada crisis económica, se reivindica y refuerza lazos en celebraciones tan gregarias como las navideñas, excusa además para un tiempo de descanso frente al trabajo, retomar las relaciones con amigos o familiares de los que se estaba más distanciado y disfrutar con los niños y los ancianos de la casa.

Ambos son, en último caso, la piedra angular, los que dan sentido, al compartir y a la entrega a los otros que dan sentido a la reciente Navidad cristiana.