Niños
Este es el momento en el que debes acudir a urgencias con tu hijo, según un pediatra
Expertos detallan los síntomas específicos que requieren atención urgente en niños, desde fiebre en lactantes hasta señales respiratorias, dolor abdominal y signos de diabetes infantil
La saturación del sistema sanitario y los tiempos de espera prolongados han generado incertidumbre entre muchas familias a la hora de solicitar asistencia médica. En el ámbito pediátrico, donde la rapidez puede ser determinante, los especialistas insisten en la necesidad de reconocer los signos de alerta que requieren intervención urgente.
La fiebre es uno de los síntomas más relevantes. En bebés menores de dos meses, una temperatura superior a 38 ºC exige valoración médica inmediata. En niños mayores, el umbral se sitúa en torno a los 40,5 ºC, especialmente si se acompaña de cojera, manchas rojas en la piel o cualquier otro signo de infección grave.
Las señales respiratorias también deben ser atendidas con urgencia. La marcación de costillas, respiración acelerada, pitidos al respirar o movimientos abdominales anómalos pueden indicar una dificultad respiratoria que requiere evaluación inmediata. Un ejemplo claro es la mastoiditis, una infección del hueso mastoideo que se manifiesta con inflamación detrás de la oreja y despegamiento del pabellón auricular, y que suele necesitar tratamiento antibiótico intravenoso.
El dolor es otro indicador clave. En niños entre 6 y 24 meses, los dolores abdominales cólicos intermitentes pueden corresponder a una invaginación intestinal, una urgencia quirúrgica. El dolor testicular, especialmente en adolescentes, debe ser motivo de consulta inmediata por el riesgo de torsión testicular.
Además, síntomas como decaimiento, pérdida de peso, hambre excesiva, sed intensa o orina frecuente pueden ser señales de diabetes infantil y requieren atención médica sin demora.
Los profesionales sanitarios subrayan que cada minuto cuenta cuando se trata de la salud de un niño. La clave está en equilibrar la responsabilidad individual con el uso adecuado de los servicios sanitarios, priorizando siempre el bienestar del menor. Ante la duda, consultar es siempre la mejor decisión.