Expulsan al científico Francisco Ayala de la Universidad por acoso sexual

El prestigioso biólogo español ha sido obligado a dimitir de sus cargos en la Universidad de California tras las denuncias de acoso interpuestas por cuatro mujeres. Su nombre desaparecerá de los centros, becas y cátedras bautizadas en su honor.

El prestigio de una de las mentes más brillantes del campo de la biología en España ha quedado muy tocado. La Universidad de California Irving (UCI) ha obligado a Francisco Ayala, reconocido en todo el mundo por sus conocimientos sobre evolución, a dimitir de todos sus cargos después de que hayan quedado probadas las cuatro acusaciones de acoso sexual que pesaban sobre él. Además, la institución académica borrará su nombre de la Escuela de Ciencias Biológicas y de la Biblioteca de Ciencias, además de las becas de posgrado, de los programas académicos y de las cátedras de investidura bautizadas en su honor.

La semilla se sembró el pasado mes de noviembre, cuando cuatro mujeres comunicaron a la universidad haber sufrido acoso por parte de Francisco Ayala. Fue entonces cuando la UCI inició una investigación que se extendió hasta el pasado mes de mayo, un proceso que incluyó entrevistas con más de 60 testigos. Las denunciantes son Kathleen Tresede, profesora y jefa del departamento de Ecología y Biología Evolutiva; Jessica Pratt, docente ayudante; Benedicte Shipley, vicedecana; y Michelle Herrera, estudiante graduada.

«El comportamiento del profesor Ayala desafió nuestras creencias fundamentales y fue inconsistente con nuestras políticas, directrices y capacitación requerida. Dado el número y la amplitud de las acusaciones fundamentadas y las diferencias de poder en juego, he decidido que mantener su nombre en una posición de honor sería erróneo», subrayó el rector de la Universidad de California Irving, Howard Gillman, que trasladó sus disculpas a las víctimas y también las felicitó por haber tomado la decisión de denunciar, un paso «extremadamente valiente».

Francisco Ayala es, al menos por el momento, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y ostenta el honor de haber recibido la Medalla Nacional de Ciencia estadounidense. Sus argumentos filosóficos y biológicos para resolver el conflicto existente entre ciencia y religión le han valido el reconocimiento del mundo de la ciencia en todo el planeta. Desde su postura como sacerdote dominico logró estudiar el campo de la evolución de las especies, en concreto del hombre.

Ayala es un gran defensor de la labor de Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución, por considerarlo «un regalo para las religiones porque permite distanciar a Dios de todo lo malo y cruel que hay en el mundo». Para él, la religión y la ciencia «son dos ventanas para mirar al mundo, que es el mismo, y solo son contradictorias si una se empeña en pisarle el terreno a la otra». También ha investigado sobre protozoos parásitos, malaria, enfermedad de Chagas o leishmaniosis.