Entrevista al arquitecto Luis de Garrido

"Si la fachada del edificio de Valencia hubiera sido de cerámica en vez de aluminio, no habría prendido el aislamiento interior"

El arquitecto Luis de Garrido analiza el «despropósito» de materiales que se utilizó para la construcción del residencial de Valencia

El arquitecto Luis de Garrido
El arquitecto Luis de Garrido Instagram

Sus más de tres décadas como arquitecto le han llevado a conocer este sector a la perfección y convertirse en una de las mayores referencias del país en construcciones sostenibles. Luis de Garrido, que también imparte clases en numerosas universidades y es autor de varios libros, ha construido varios prototipos de viviendas experimentales siempre con la filosofía de aportar el máximo grado ecológico. Por ello es muy crítico con el tema de la sostenibilidad ya que, según él, «es todo una patraña, se reviste de sostenible lo que es insostenible». El maestro de la «Green Architecture» analiza para LA RAZÓN lo que podría haber ocurrido en el edificio devorado por las llamas y nos adentra en las contradicciones sostenibles que imperan en la construcción.

La obligatoriedad de construir con materiales sostenibles, los cuales son más caros, ¿podría llevar a tratar de rebajar costes en otras partidas y poner en juego la seguridad?

La sostenibilidad es una farsa absoluta. Se vende como tal aquello que es antisostenible, pero esto es una guerra política y comercial.

En el vídeo promocional de las torres calcinadas aseguraban que sus fachadas estaban «revestidas con un innovador material de aluminio tipo alucobond». ¿Eso era garantía de calidad y sostenibilidad?

En primer lugar, el aluminio es el material de construcción menos ecológico de todos los que existen. El aluminio es el peor material común de construcción. Además, en este edificio ni siquiera pusieron alucobond, sino un material «tipo alucobond» vete a saber qué era aquello, habrá que esperar a las pruebas periciales. Eso sí, todo el mundo conoce este material y los posibles aislamientos que tiene detrás. Cuando dicen «tipo alucobond» es para engañar a la gente. Puede que ni siquiera fuera aluminio o fuese una aleación de aluminio. O que en lugar de un grosor de un milímetro, milímetro y medio, hubieran puesto 0,6 mm de aluminio para cubrir el expediente y que saliera más barato.

¿El supuesto aluminio habría sido clave en la propagación fulminante del fuego?

El aluminio no protege absolutamente de la temperatura. Si en el exterior hay 1.000 grados, por poner un ejemplo (que ni siquiera se sabe todavía si se alcanzaron 900 o 1.200 grados, pero desde luego más de 800 sí), el aluminio no rebaja ninguno de esos grados. Si se hubiera puesto, por ejemplo, un aplacado de piedra o cerámica es posible que se hubieran llegado a los 200 o 300 y nunca hubiera prendido el aislamiento interior, fuese o no ignífugo. Se sospecha que el aislamiento que pusieron era malo y no ignífugo.

Dice, además, que el aluminio es uno de los materiales que más consumo energético requieren para su obtención...

Exactamente unos 200 megajulios por kilogramo. Sin embargo, el consumo energético para obtener vidrio es como mucho de 12 y el de hierro 19 megajulios por kilogramo. Además, los fabricantes dicen que usan aluminio porque es reciclable, y esa es otra gran mentira. No hay un solo material en la faz de la tierra que no sea reciclable y la gente se cree que hay materias no lo son.

Respecto a los aislantes, que al parecer fueron los que propagaron el fuego con mayor velocidad, ¿se cometió algún error?

La espuma de poliuretano es el material menos ecológico que existe en la faz de la tierra. Todos los otros que van detrás del alucobond, que suele ser por poliespán expandido, espuma de poliuretano, etcétera...no son ignífugos, son antiecológicos, pero los están vendiendo como si lo fueran.

¿La fachada ventilada es una buena opción?

Una fachada ventilada es una muy buena opción porque tienes la inercia térmica dentro, el aislamiento fuera y la fachada ventilada que quita la radiación solar, a lo que hay que sumar el recubrimiento del aislamiento. El concepto de fachada ventilada es buenísimo en climas cálidos. Hasta ahí todo bien. El problema es que el aluminio es una muy mala opción porque no tiene ningún tipo de aislante contra la temperatura. Si tienes una llama fuera, el aluminio no te protege de esta. Al contrario, amplifica el calor y va a hacer que lo que tengas detrás prenda todavía más rápido. El edificio en cuestión no tuvo ninguna protección. Si el lugar de aluminio se hubiera utilizado un material ecológico de verdad como una cerámica de ocho milímetros un trespa o una piedra natural, es posible que no hubiera prendido por malo que fuese el aislamiento interior.

¿Cuál habría sido su elección?

Para una construcción sostenible de verdad hubieran puesto en la fachada una cerámica, una piedra o incluso un derivado de la madera. De aislamiento, sencillamente un corcho negro, por ejemplo.