«Gabriel no ha salido de Almería»

La familia ha recibido cientos de llamadas con pistas sobre el paradero del niño. La Guardia Civil revisa las imágenes de las cámaras en un radio de 12 kilómetros del último lugar donde se le vio.

El paradero de Gabriel sigue siendo un enigma sin resolver que dura ya 12 días, pero lo que parecen tener claro los investigadores es que «Gabriel no ha salido de Almería». Y eso que se han recibido cientos de llamadas de personas dando pistas en las que aseguran haber visto al pequeño en distintos puntos de la geografía española. No obstante, hasta la fecha, no se ha dado crédito como pistas fiables a ninguna de esas llamada o mensajes de personas que ofrecen datos sobre el paradero del niño de 8 años que desapareció el pasado 27 de febrero en la pedanía de Las Hortichuelas, situada perdida en mitad del Cabo de Gata, donde en invierno no reside más de una veintena de vecinos.

También han sido numerosas las videntes que, como ocurre cuando sale a la luz la desaparición de alguna persona, llaman para dar información sobre el lugar donde podría estar.

Gabriel desapareció el pasado 27 de febrero en Las Hortichuelas. Al día siguiente, no tenía clase en el colegio y su padre, separado de su madre, lo había llevado a pasar el puente del Día de Andalucía a casa de su abuela Carmen, en Níjar. En torno a las 15:30 horas, el pequeño le pidió a su abuela ir a la casa de dos amigos. Aunque a regañadientes, le dejó ir, pero Gabriel nunca regresó.

Desde entonces, pocos datos han trascendido de una investigación que se lleva en absoluto secreto. De hecho, ya se plantea incluso que Gabriel podría haber desaparecido en el centro del pueblo y no en el trayecto que separa la casa de su abuela de la de sus primos. Así lo apuntaron, ayer, fuentes de la investigación a Antena 3 Noticias, que explicaron que el menor podría haber sido visto en las calles del centro después de que tomara otro camino distinto al de su objetivo inicial, lo que abre nuevas líneas de investigación.

A cualquier de ellas se aferra su familia y amigos, que ayer por la noche participaron en un viacrucis para rezar y rogar por su aparición. En la plaza de la Iglesia de Campohermoso se congregaron cientos de vecinos que rogaron consuelo y fortaleza. «Hago un llamamiento insistente a que acudamos a rezar. El mejor servicio que pueden prestar los cristianos a la sociedad es pedir que el Señor dé fuerzas a la familia, ilumine a los profesionales, dé un rayo de luz y ponga su mano para que aparezca», pidió Esperanza Pérez, alcaldesa de Níjar.

Cualquier mínima pista que pueda aparecer del pequeño de ocho años podría ser clave para la investigación. El terreno es complejo y se peina con detalle, incluyendo balsas, pozos y barrancos. Tanto, que la Guardia Civil inspecciona terrenos fuera del perímetro establecido. Las batidas han llegado así hasta Campohermoso, a 14 kilómetros de Las Hortichuelas. Allí permanecen los padres, que han preferido seguir la investigación desde casa y descansar tras la concentración del pasado viernes.

Junto a ellos, voluntarios que se han sumado este fin de semana a las labores de búsqueda, entre los que se encuentra una familia que pasó por lo mismo que Ángel y Patricia en 1991: un hombre raptó a su hija de seis años en la puerta de su casa y la arrojó a un pozo. La suerte quiso que, a los pocos días, apareciese viva. «Mi niña salió adelante y quiero darles el mismo apoyo», señalaron a Antena 3 minutos antes de emprender la búsqueda junto al resto de vecinos procedentes de Granada, Murcia y Almería.

Por el momento, los padres mantienen la recompensa de 10.000 euros que anunciaron nada más empezar con la campaña el pasado 27 de febrero. Pero también han recibido la ayuda de una familia que, de forma anónima, se ha comprometido a aportar 30.000 euros a quien proporcione alguna pista que les permita dar con el paradero del menor.

Mientras, prosiguieron ayer las batidas en busca de indicios que puedan arrojar luz sobre el paradero del niño. Alrededor de 370 personas –unos 230 voluntarios y 140 efectivos, entre ellos especialistas de la Guardia Civil, como el Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) y la unidad canina y equipos ecuestres, Policía Local, Cruz Roja, Infoca, servicios de emergencia, etc– intensificaron las pesquisas en el radio más cercano al punto donde el niño fue visto por última vez, es decir, el camino que separa la casa de su abuela de la de sus primos.

La búsqueda se ha centrado asimismo en la zona noroeste, según afirmaron fuentes de Protección Civil a este periódico y ha abarcado alrededor de 12 kilómetros cuadrados. Así, se ha vuelto a mirar en los numerosos pozos –alrededor de 15– y balsas –17– que pueden encontrarse en la zona sin que, al cierre de esta edición, se haya dado con algún rastro relacionado con el menor.