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Tribunales

Pelicot regresa a los tribunales por el recurso de uno de sus violadores

Hace un año condenaron a 51 hombres que abusaron de ella sistemáticamente

Gisele Pelicot mass rape case back in court for defendant's appeal GUILLAUME HORCAJUELOEFE

Vestida de rosa, del brazo de su hijo y con su icónico corte de cabello, Gisele Pelicot volvió ayer a los tribunales para librar una batalla pendiente. Una multitud la recibió con aplausos y pancartas de apoyo.

Hace un año, ganó un arduo juicio contra 51 hombres que abusaron de ella sistemáticamente, en encuentros organizados por su propio marido, Dominique. Su frase «que la vergüenza cambie de bando» se convirtió en un lema contra el abuso sexual bajo sumisión química y un estandarte de dignidad para todas las mujeres del planeta.

Pero uno de los 51 acusados decidió pelear su condena. Se trata de Husamettin Dogan, obrero de 44 años, quien fue condenado a nueve años de prisión en el juicio original por el cargo de violación agravada.

Dogan llegó a los tribunales con la cara cubierta por una mascarilla, una gorra y lentes oscuros, vistiendo una chaqueta gruesa y sin mirar a nadie. Para caminar, se apoyaba en un bastón, lo que confirma un problema de salud que lo mantiene alejado permanentemente de su trabajo.

En la audiencia, volvió a reiterar el argumento base de su defensa, asegurando haber creído que Gisele Pelicot había dado su consentimiento para un «juego sexual» con su esposo que involucraba a terceros. «Nunca tuve la intención de violar a Gisele Pelicot», dijo Dogan evocando los hechos del 28 de junio de 2019, cuando fue «invitado» por Dominique Pelicot para abusar de su esposa.

El juicio de apelación se celebra estos días en Nîmes, con un jurado ciudadano, un elemento diferente con respecto el juicio original que se celebró en Aviñón, donde el jurado era profesional. Pero Dogan hace una apuesta peligrosa: busca reducir o eliminar una condena de nueve años que, en realidad, puede aumentar hasta 20 años de prisión si el nuevo jurado considera que hay agravantes.

De hecho, la fiscalía del caso esgrime varios elementos que pudieran ir en esa dirección: el uso de drogas, la inconsciencia de la víctima y la falta de reacción al darse cuenta de que algo estaba mal. Para Dogan será difícil convencer a un jurado ciudadano de que no sabía que Gisele Pelicot se encontraba bajo sumisión química y no estaba en condiciones de expresar su consentimiento de manera clara. Y es que, más allá de las declaraciones de Dogan, hay una prueba irrefutable: los videos que Dominique Pelicot conservaba en su poder, como parte de la operación. En las imágenes, se ve a Gisele absolutamente dormida (incluso roncando) mientras es abusada. Los videos fueron proyectados en la sala del juicio del 2024 y lo serán también en este proceso de apelación.

Volverá igualmente a la palestra Dominique Pelicot, el esposo de la víctima, quien ha sido llamado a declarar en calidad de testigo. Pelicot se encuentra actualmente en prisión condenado a 20 años -y ha desmentido la inocencia que Dogan ha clamado desde el principio.

El acusado asegura que, apenas se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, salió corriendo de la casa Pelicot y nunca más volvió a contactar a Dominique, pero no hay una prueba concreta de esa reacción.

«Estoy aquí porque nunca quise violar a esta dama a quien respeto. Tengo todo el respeto por ella», declaró Husamettin Dogan ante el tribunal.