Ministerio de Justicia
Gonçalo Veloso presenta tres denuncias contra su ex mujer porque no le ha entregado a sus hijos para llevárselos a Portugal
«Nunca he perdido la esperanza de recuperarlos»
Helena de Pedro sigue atrincherada en su casa. No sale por miedo a que las fuerzas de seguridad la detengan y se lleven a sus hijos en cumplimiento de una orden judicial dictada por el Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid
Helena de Pedro sigue atrincherada en su casa. No sale por miedo a que las fuerzas de seguridad la detengan y se lleven a sus hijos en cumplimiento de una orden judicial dictada por el Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid. El auto, de 25 de febrero, indicaba que tenía diez días para entregar a sus hijos, pero el plazo ha concluido y no lo ha hecho. Su marido, Gonçalo Veloso, no renuncia a recuperar a sus niños y ha presentado tres denuncias contra Helena en un juzgado de primera instancia de la capital. Veloso la acusa de imcumplimiento de la entrega, de desobediencia a la autoridad judicial y de retención ilegal, tres delitos penales a los que se podría añadir una multa de 5.000 euros, tal y como le advirtió el juzgado en el auto de entrega ya caducado. Asimismo, los abogados de Veloso se han puesto en contacto con el juez instructor del caso para ver qué solución le da. Fuentes cercanas al caso consultadas por este periódico, afirmaron que la situación no es fácil para el magistrado porque no puede decretar la detención inmediata por el escándalo que podría suponer, debido al gran apoyo mediático que ha tenido de Pedro desde que saltara la noticia a finales de febrero. Otra posibilidad es decretar una orden de busca y captura, pero todavía no hay nada decidido. Mientras tanto, el operativo policial desplegado en la casa de los niños ha disminuido, informa P. Rodríguez. Durante los diez días que Helena tenía para entregar a los chicos a las autoridades, había vigilancia durante las 24 horas. Ahora, la vigilancia es más laxa a la espera de una nueva resolución judicial.
Los problemas de Helena y Gonçalo comenzaron hace cinco años, cuando la pareja deciden vivir por separado. Habían roto su relación de pareja muchos meses antes de tomar esta la decisión de huir a España con sus hijos. El matrimonio hacía más de un año que había dejado de convivir bajo el mismo techo. No se había formalizado la separación del matrimonio ante los Tribunales Portugueses, pero cada uno tenia su casa, aunque los hijos vivían con la madre. Ambos compartían la "patria potestad"y la custodia todavía no había sido sometida a una decisión judicial.
Es Helena la que inicia una serie de investigaciones y denuncias entre noviembre y diciembre de 2010, justo antes de su huida a Madrid. Del resultado de las investigaciones y de la prueba recogida no resulta indicio alguno que corrobore la versión de la denunciante. Por el contrario, los resultados de los interrogatorios a los testigos indicados se deduce que el Gonçalo Veloso es un "padre dedicado y un marido ejemplar". Y tras analizar los emails que ambos progenitores se intercambian se deduce que mantienen una buena relación. Algo no cuadra con la versión ofrecida por Helena.
Las Navidades de 2010, con la autorización de Gonçalo Veloso para viajar a España, Helena se desplaza a Madrid con los menores pero decide quedarse en Madrid y no regresar. En enero de 2011, tras tomar su decisión de no regresar a Portugal, interpone una denuncia ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 4 de Madrid. Denuncia en las que acusa a su exmarido de coacciones y amenazas por unos hechos que supuestamente ocurrieron en Portugal. Tanto el Juzgado de Violencia de sobre la Mujer nº4 como la Audiencia Provincial de Madrid desestiman los recursos de forma y de apelación, y se confirma el sobreseimiento libre, ya que no pudo ser acreditado ni concretado hecho alguno de violencia ejercida por Gonçalo contra de Helena y tampoco las amenazas. Y concluyen ambas instancias constatando que no existe el más leve indicio de la existencia de tales delitos...
El 20 de diciembre de 2011, semanas antes de que se cumpla el plazo de un año impuesto por el Convenio de la Haya en el que la permanencia en Madrid de más de 12 meses es motivo suficiente para no tener que ser restituidos los hijos al padre, el Juzgado de 1ª Instancia nº 25 de Madrid dictamina que los niños deben regresar a su residencia de origen: Lisboa. Y deja muy claro en su pronunciamiento que el traslado de los menores a Madrid por parte de Helena es "ilícito", ya que no se dan los supuestos necesarios para haberse visto obligada a huir. No se aprecia riesgo alguno ni físico ni psicológico para los menores en la convivencia con su progenitor.
En este tiempo el Proceso de Divorcio continua en Lisboa. Los Tribunales Portugueses otorgan la "guardia y custodia"y la "patria potestad"a Gonçalo Veloso, el padre. Es una medida provisional que ha de ser acatada por ambas partes hasta que los Jueces resuelvan. Con este argumento en la mano los abogados españoles de Gonçalo Veloso piden la ejecución de la sentencia para que los niños sean devuelto a su padre.
El 11 de enero de 2011 el Juzgado de 1ª Instancia nº 25 de Madrid ordena la entrega de Victoria y Gonçalo en Madrid al padre. Dan traslado e informan a Helena, habiendo día, hora y lugar para la entrega. Pero sorprendentemente la madre alega que no puede llevarse a cabo la entrega de los dos menores por motivos de salud. Victoria ha de ser operada de urgencia. Helena presenta un certificado médico oficial del estado de salud de la menor alegando "riesgo para la salud"y logra sorprendentemente paralizar la entrega de los "dos"hermanos. Ante esta situación y preocupado por la salud de su hija, Gonçalo Veloso se ofrece a acelerar la operación para evitar riesgos, acudiendo a la sanidad privada y haciéndose cargo del coste de la misma. Sorprende que la menor tarde seis meses en ser operada. El padre no es informado de la fecha de la intervención pese a tener concedida la "guardia y custodia"y la "patria potestad"de sus hijos como medida cautelar por un Juez de Familia portugués hasta que acabe el proceso de divorcio de los cónyuges, lo que hace intuir que no debía ser tan urgente, ni estaba en riesgo su salud. Lo que parece una artimaña más para esquivar las resoluciones judiciales por parte de Helena.
El 21 de marzo de 2012 la Audiencia Provincial de Madrid en un auto "revoca la restitución de los menores al padre"y alega que "el traslado no ha sido ilícito". Alude a que "la madre tiene el Derecho Constitucional a fijar su residencia personal donde estime oportuno"y al haber vivido sus hijos con ella en Portugal considera que estos pueden acompañarla a esta en su cambio de residencia. Pero no se pronuncia en el tema de la guarda y custodia por no ser de su competencia y estar abierto un procedimiento en Portugal. A Gonçalo Veloso se le derrumba el cielo sobre su cabeza pues ve que los Tribunales Españoles están entorpeciendo un proceso que legítimamente se esta resolviendo en Portugal y que el Convenio de la Haya no prima sobre la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid.
Pasan los meses y un rayo de esperanza ilumina el túnel del oscuro y desagradable proceso de recuperar a unos hijos que le han sido arrebatados saltándose las Leyes Portuguesas, Españolas y el Convenio de la Haya. El Tribunal de Familia y Menores y el Tribunal da Redaçao de Lisboa, este último equivalente a la Audiencia Provincial de Madrid, no admiten y revocan los recursos y decisiones de primera instancia, otorgando las "responsabilidades parentales"al padre. Hablamos de la guardia y custodia, así como de la patria potestad. Ante esta decisión no cabe recurso alguno pues es 100% una sentencia firme.
Helena De Pedro ha explicado a los Medios de Comunicación que se separó hace tres años tras pasar mucho tiempo sometida a "todo tipo de maltrato psicológico", motivo por el que interpuso una denuncia contra su marido. La denuncia fue desestimada por la Justicia Portuguesa porque al no comparecer Helena, la denunciante, en el juicio. Ya se había vuelto a España por la situación extrema en que dice se encontraban tanto ella como sus hijos. Hechos que han sido desestimados y sobreseídos en los Tribunales de Portugal y España respectivamente. Pero Helena da una vuelta de tuerca más en la guerra mediática y, según ella misma cuenta, su marido aprovechó su ausencia para "robar"todo el dinero de su cuenta bancaria, amenazarla al tiempo que presentaba la demanda de divorcio y la denuncia por "por sustracción ilícita"de sus hijos.
Helena continua insistiendo en que el auto sobre la custodia de sus hijos, dictado por un juzgado de Portugal, debería ser aplazado "hasta que se aclare la situación"y se dicte una sentencia en firme. Pero esto ya ha ocurrido en Portugal. Pero desde el mes de julio de 2012 el Tribunal da Ralaçao de Lisboa, ordena acusar a Helena por el delito de "sustracción de menores", alegando que "...un niño tiene el derecho a crecer en un clima psicológicamente estable y saludable... que de forma inopinada los menores son retirados por la madre a un país extranjero con la intención de establecerse en él... y está demostrado, de forma inequívoca, que hubo sustracción... todo apunta a una deliberada tentativa de alienación parental..."
Con esta sentencia en la mano el bufete madrileño de abogados de Gonçalo Veloso de Sousa, uno de los más prestigiosos a nivel europeo, contraataca y solicita en el frente judicial abierto en Madrid la ejecución de la sentencia. El Juzgado nº 25 de 1ª Instancia de Madrid ordena el 6 de noviembre del mismo año la "devolución de los menores a su progenitor en un plazo de 10 días". Helena se opone en forma por defectos jurídicos, y no alega que los niños están escolarizados y que están a mitad de curso ante la sorpresa de las partes.
Finalmente el 25 de febrero pasado el Juzgado nº 25 de 1ª Instancia de Madrid estima la demanda del padre, acuerda un lugar de entrega para los menores y concierta el apoyo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para el caso de ofrecer resistencia física, el empleo de la fuerza para no consumar la entrega o la no comparecencia de la madre. Todas estas medidas acompañadas de una multa de 5.000 euros en caso se negarse a entregar a Victoria y Gonçalo, y de la posible comisión de un delito de "retención ilegal"de los menores y otro de "desobediencia".
Las cosas pues se han puesto muy complicadas a Helena. Una madre que decidió saltarse las leyes y venirse a España con sus hijos por encima de los derechos que asisten al progenitor. A pesar del apoyo de vecinos, familiares y amigos los niños van a volver a Portugal. Así lo ordena la Ley. De momento el que tiene asignada por un Juez la custodia y la patria potestad es Gonçalo, el padre. Más tarde o más temprano los niños saldrán de Madrid con dirección a Lisboa, y en la conciencia de cada uno de sus progenitores pesará la presión a la que se ha sometido a los niños, la presunta alienación parental que se haya podido producir por parte de la madre, el "shock"emocional sufrido en las casi dos semanas de encierro sin estar escolarizados y sobre todo la sobreexposición mediática a la que se ha sometido a dos criaturas inocentes.
Puestos al habla con el Ingeniero Gonçalo Veloso de Sousa hemos intentado conocer su estado anímico y como va a resolver el encuentro con sus hijos. Gonçalo muy amablemente ha declinado a hacer declaraciones... "Entiendo su trabajo y su obligación de contrastar las informaciones que se han publicado... no he hecho declaraciones al respecto por no interferir en el proceso y sobre todo por no influir en el crecimiento desarrollo de mis hijos..."¿Al menos puede decirnos como se encuentra? "Mal, como cualquier padre que no puede estar con sus hijos..."¿Mantiene la esperanza de que todo se solucione pronto y poder abrazar a sus hijos? "...Nunca la he perdido, pero no quiero hablar de mis hijos, son menores y deben permanecer al margen de todo este proceso judicial y revuelo mediático..."
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