Opinión

El hijo de Juana Rivas

Todos sabemos que la justicia es muy lenta, pero en este caso no puede serlo. La vida de un pequeño se encuentra en juego

Paloma Pedrero
Paloma Pedrerolarazon

Es la historia interminable; una historia en la que ahora Daniel, un niño de once años de edad, vuelve a ser entregado a un padre, inculpado en un proceso penal no resuelto por supuesto maltrato a su exmujer e hijos. Y esta historia es interminable porque participan en su desenlace dos países, dos juzgados, dos definiciones legales distintas; interminable es también porque los padres del crío viven muy lejos y se detestan, por lo que tener a su hijo en otro país es casi perderlo. Parece que tampoco la justicia tiene, quizá por lo que hizo Juana saltándosela hace años para no entregar a sus hijos al padre violento, demasiada inclinación hacia ella.

Parece, cosa tremenda, que los abogados del hombre italiano manejan mejor los recursos legales. Parece que el sentido común brilla por su ausencia. Pues si un niño viene a pasar unas vacaciones con su madre y se muestra después acongojado de tener que volver con quien tiene su custodia, y se muestra apacible con su madre y su hermano mayor, su bien será que se quede con ellos. Pero la justicia, esta vez la de aquí, considera que, aunque el padre tiene una demanda por malos tratos abierta, no está demostrado que los cometa.

¿No? Pero, vamos a ver, si la víctima de once añitos dice por su boca inocente, su mirada inocente y su deseo incuestionable, que sí, y que no quiere volver a vivir con su progenitor, quién es nadie para cuestionarlo.

No hay juez, jueza en este caso, y es extraño, que tenga en su toga la potestad de negar a una criatura. Una criatura que según dice la ministra del ramo le ha pedido ayuda porque está aterrorizada de volver a Italia.

Todos sabemos que la justicia es muy lenta, pero en este caso no puede serlo. La vida de un pequeño se encuentra en juego; una salud mental que ya tiene que estar muy tocada con ese llevarlo y traerlo desatinado. Es Daniel quien tiene que decidir dónde quedarse. Vuelvan a escucharle, él tiene la verdad.