Datos preliminares
La Iglesia entrega al Defensor del Pueblo 2.000 páginas sobre abusos
La oficinas diocesanas han recibido ya 706 denuncias de casos que abarcan desde 1945 hasta ahora
El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ya tiene en sus manos el primer informe sobre los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia española. Se trata solo de unos datos preliminares que van en paralelo a la auditoría externa encargada por los obispos al bufete Cremades&Calvo Sotelo, que se presentará en otoño.
La sede madrileña de la Conferencia Episcopal acogió en la tarde de este miércoles un encuentro a puerta cerrada entre el político socialista con la cúpula eclesial que lidera el cardenal Juan José Omella, presidente de los obispos. El documento, titulado «Para dar luz», incluye más de 2.000 páginas estructuradas en seis tomos todos los datos recabados hasta la fecha disponible tanto en las diócesis como en las congregaciones, en lo referente a casos y su investigación, y las medidas que se están adoptando en materia de restauración y prevención.
«Fue un encuentro cordialísimo y Don Ángel mostró su gratitud por la entrega de este informe ‘motu proprio’ como signo de colaboración, escuchó con mucha atención que se le hizo y dijo que lo examinaría con mucho gusto», ha expresado el secretario general del Episcopado, César García Magán, durante la rueda de prensa de la Comisión Permanente, órgano ejecutivo de los obispos que se ha reunido esta semana en Madrid.
El el paso al frente dado por la Iglesia constituye un giro respecto a la posición que hasta ahora habían mantenido ante la comisión antiabusos liderada por el Defensor del Pueblo. Aunque desde que Moncloa ideó esta fórmula para fiscalizar la pederastia eclesial a través de un encargo del Congreso de los Diputados, los obispos siempre se mostraron algo recelosos. Desde un principio, dijeron «no» a formar parte de la comisión pero sí mostraron su voluntad de «colaborar» con Gabilondo. Sin embargo, un estudio jurídico que declaraba inconstitucional las competencias dadas al Defensor, les dio alas para mantener distancia durante meses. En paralelo, la Conferencia Española de Religiosos sí inició un diálogo abierto.
Sin embargo, algo ha cambiado en la Conferencia Episcopal para abrir las puertas de su casa esta semana a Gabilondo. García Magán, tras la entrega de «Para dar luz», expuso que «estamos abiertos a cualquier aclaración» y que, a partir de ahora, habrá una relación de «cooperación».
En paralelo a este estudio provisional, el también obispo auxiliar de Toledo ha dado a conocer el balance del año pasado de las denuncias recibidas por las oficinas diocesanas de atención a las víctimas. Así, los obispados han recibido un total de 706 casos de abusos cometidos entre 1945 y la actualidad. En lo que a denuncias sobre agresiones cometidas únicamente en 2022, se dieron 16 casos en el seno de la Iglesia, frente a los 6.500 recabados por la Fiscalía en otros ámbitos.
Con estos datos por delante, García Magán ha aclarado que estas cifras no pueden considerarse definitivas, en tanto que la mayoría de los expedientes han seguido su curso, pero otros se han cerrado por veracidad y falta de pruebas, algunos se han recibido por duplicado… Sobre la posibilidad de fijar un dato final en todo este tiempo entre los datos recabados por los obispos, el Defensor del Pueblo y Cremades, ha relatado que «en nuestro encuentro con Don Ángel Gabilondo, le dijimos que estábamos abiertos a que él nos dijera para hacer juntos el proceso de criba y para ver dónde está lo que falta». También ha matizado a Javier Cremades, que llegó a hablar de miles de víctimas: «Eso que dijo en un determinado momento, nos comentó después que era estimativo y no tenía sustento objetivo».
Más allá de la crisis de la pederastia, el obispo fue preguntado por el caso Obregón. Para el secretario general, «todo lo que es técnicamente posible, no tiene por qué ser ético». Aunque empatizó con «el dolor comprensible de aquellas mujeres que quieren tener familia y no pueden», apuntó que «a la madre gestante no se le puede considera solo como una incubadora». Eso sí, aclaró que la hija de la creadora de ‘Ana y los siete’ «tiene derecho a ser bautizada». «Cualquier niño en cualquier circunstancia que nazca, tiene toda la legitimidad y legitimación», apostilló.
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