
Iglesia española
La Iglesia garantiza una investigación «exhaustiva» para el obispo de Cádiz
El cardenal de Madrid, José Cobo, confía en una instrucción «eficaz» de la Rota al primer prelado español acusado de abusos

Resaca eclesial después de que este lunes trascendiera que Rafael Zornoza Boy es el primer obispo español investigado por presuntos abusos sexuales a un menor.
Desconcierto lo mismo en Cádiz, su actual destino episcopal, que en Getafe, donde supuestamente se cometieron las agresiones sexuales, que en Madrid, su ciudad natal.
El propio cardenal arzobispo de la capital española, José Cobo, admitía ayer que «para la Iglesia siempre es un drama, porque son dos hijos de la iglesia y se genera un conflicto». El purpurado compartió esta reflexión al ser preguntado por los medios de comunicación a la salida de un desayuno oración organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación CEU San Pablo.
Cobo reivindicó los pasos dados en la lucha contra esta lacra en la Iglesia, especialmente gracias a las reformas implementadas por Francisco que, según él, promovió unos procesos «muy minuciosos, mucho más que la justicia civil». Lo cierto es que el denunciante del ‘caso Zornoza’ denunció el pasado verano ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en Roma, que habría sufrido abusos entre los 14 y los 21 años, en el seminario diocesano de Getafe.
Las agresiones, según el testimonio del denunciante, habrían comenzado en 1994, por lo que habrían prescrito en el ámbito civil, pero no para los tribunales eclesiásticos, gracias a los cambios introducidos por el Pontífice fallecido. «Si la Santa Sede lo ha admitido, efectivamente tiene que haber verosimilitud», expuso el también vicepresidente de la Conferencia Episcopal, en línea con lo manifestado el día anterior el presidente de los obispos, Luis Argüello el purpurado.
«Está en buenas manos, porque los cauces que tenemos son buenos», subrayó el cardenal de Madrid, que por un lado remarcó «la legitimidad que tiene» el denunciante «de presentar la denuncia y de investigar lo que él ha presentado», a la vez que verbalizó la necesidad de «presunción de inocencia inicial» del obispo de Cádiz y Ceuta.
El caso se encuentra ahora mismo en el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España, que es el encargado de llevar a cabo la instrucción previa, analizar indicios y pruebas a través de los testimonios de los implicados y, a partir de ahí, afrontar el juicio, si se considera oportuno.
«Confiaremos en los procesos que están abiertos y en los resultados de estos procesos», planta Cobo, que se mostró convencido de que la investigación que lleve a cabo La Rota será «muy exhaustiva y eficaz». «Esperamos que se resuelvan con rapidez», añadió.
La investigación a Rafael Zornoza llega cuando el obispo de Cádiz y Ceuta tiene 76 años. Cuando en julio del año pasado cumplió los 75, el pastor presentó su renuncia al papa Francisco por rebasar la preceptiva edad de jubilación. Aunque en algunos casos, los pontífices prorrogan los mandatos episcopales a los 80, en el caso gaditano, según ha podido confirmar LA RAZÓN, estaba previsto acelerar su proceso por motivos no vinculados a esta denuncia. Sin embargo, la designación de su sucesor se habría demorado por la muerte de Francisco y el relevo de León XIV, que dejó vacante el cargo de prefecto del Dicasterio para los obispos, el organismo vaticano encargado de realizar la criba de candidatos a liderar las diócesis.
A esto se une el cambio de nuncio en nuestro país. Si en marzo dejó España el filipino Bernardito Auza, hasta septiembre no se oficializó la designación del italiano Piero Pioppo como embajador vaticano. No es cuestión baladí, en tanto que el nuncio es el responsable de presentar las ternas al Dicasterio con el ‘casting’ de futuros obispos.
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