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Medidas frente a la indisciplina

De la indisciplina a la calma: un colegio británico expulsa a 200 alumnos en tres semanas y presume sus resultados

La dirección asegura que la medida ha reducido las interrupciones en las aulas y ha mejorado el clima de aprendizaje

Lo que los padres de los estudiantes más exitosos nunca hacen (y por qué funciona) Unsplash

La Academia Católica St Edmund Arrowsmith, en la localidad inglesa de Whiston, ha suspendido a más de 200 estudiantes en tan solo tres semanas tras adoptar un nuevo enfoque disciplinario. El objetivo, según la dirección, es revertir la calificación de “requiere mejoras” que recibió en la última inspección de Ofsted (Oficina de Estándares en Educación, Servicios Infantiles y Habilidades), el organismo responsable de supervisar los centros educativos en Reino Unido.

Los datos muestran un inicio contundente: 99 suspensiones solo en la primera semana, seguidas de 67 en la segunda y 36 en la tercera. Los responsables de la escuela han interpretado este descenso progresivo como signo de que el alumnado comienza a interiorizar las normas. “Es la evidencia de que entienden lo que ahora se les exige”, han explicado desde el equipo directivo, que defiende que este patrón marcará un “cambio de rumbo” para el centro.

La dirección considera que estas suspensiones no son un fin en sí mismas, sino una herramienta para marcar un cambio cultural en la comunidad educativa. Subrayan que no se trata de castigos arbitrarios, sino de una estrategia destinada a establecer límites claros y restaurar un ambiente de respeto en el centro. Según el equipo docente, permitir que los estudiantes comprendan rápidamente las consecuencias de incumplir las normas es clave para sentar las bases de una convivencia más ordenada en el futuro.

Reconocen mejoras, pero esperan mayores avances

Tras una visita de seguimiento en julio, Ofsted ha reconocido los progresos realizados y una mayor sensación de orden en la escuela. En su informe, ha subrayado que “los alumnos son más conscientes de las expectativas, hay menos interrupciones y las clases transcurren con mayor calma”, aunque ha señalado que algunos aspectos siguen necesitando mejoras. Entre ellos, el elevado índice de absentismo escolar y la inestabilidad interna por la ausencia del director y la subdirectora desde el verano pasado.

Bajo el liderazgo interino de Clare McKenna, la escuela ha conseguido por primera vez en años contar con una plantilla completa. También ha reforzado el apoyo a alumnos con necesidades educativas especiales o discapacidad. El organismo de inspección ha destacado que la nueva directora “ha logrado reconstruir relaciones de confianza con la comunidad”, lo que ha supuesto un giro respecto a la etapa anterior, marcada por tensiones internas y pérdida de credibilidad.

Ofsted ha recalcado que, aunque las suspensiones aumentaron de forma drástica en los primeros días tras aplicar las nuevas normas, la tendencia descendente durante el trimestre muestra que el alumnado está adaptándose al nuevo marco disciplinario. Aun así, insiste en que persisten retos importantes, sobre todo en la lucha contra el absentismo y en la necesidad de fomentar la resiliencia y la confianza de los jóvenes.

Desde la organización gestora, Pope Francis Catholic MAT, han subrayado que no se están tomando “atajos”. Andrew Dawson, su director ejecutivo, ha declarado que “las mejoras se consolidan de manera sostenible” y que la apuesta por la disciplina no responde a una solución inmediata, sino a un proyecto de largo plazo destinado a garantizar la prosperidad de la escuela.