Francia

Investigan como "homicidio involuntario"un ensayo clínico mortal en Francia

El Tribunal de Gran Instancia de París abrió hoy una investigación judicial por "homicidio y heridas involuntarias"en el ensayo clínico que acabó con la muerte de una persona el 17 de enero.

El Tribunal de Gran Instancia de París abrió hoy una investigación judicial por "homicidio y heridas involuntarias"en el ensayo clínico que acabó con la muerte de una persona el pasado 17 de enero en Rennes (noroeste de Francia). Los jueces de instrucción del polo de salud pública tendrán que determinar si en el ensayo realizado por el laboratorio Biotrial hay "delitos de naturaleza penal"y "si los hechos se inscriben en el marco de los riesgos científicos", informó hoy en un comunicado el Procurador de París, François Molins.

El laboratorio desarrolló las pruebas el pasado 15 de enero con seis voluntarios que participaron en la fase 1 de las pruebas de una molécula creada por el grupo farmacéutico portugués Bial. Las pruebas tenían como objetivo desarrollar un medicamento para tratar problemas motores y de ansiedad ligados a enfermedades neurodegenerativas. Tras la muerte de uno de ellos el 17 de enero, todos los miembros del grupo fueron hospitalizados, cuatro tuvieron lesiones cerebrales, cuya gravedad no fue señalada, y uno salió ileso, aunque fue hospitalizado preventivamente.

La Fiscalía señala que según las investigaciones preliminares se ha establecido que "el producto administrado a los voluntarios sanos no estaba adulterado (ausencia de cualquier otra sustancia)". Así, esta primera conclusión desmiente la hipótesis de que el medicamento contenía cannabis, como fue publicado poco después del suceso.

Otros datos arrojados por la investigación indican que "la dosis y la posología previstas por el protocolo del ensayo clínico fueron respetadas"y que "factores endógenos, propios de cada voluntario del grupo de ensayo, podrían explicar la variabilidad de los efectos de la molécula".

El comunicado también señala que la víctima mortal "era portadora, mucho antes de su participación en la prueba, de una patología vascular endocraneal oculta", que podría explicar su fallecimiento. La investigación subraya que las pruebas que se habían efectuado en animales, "sometidos a dosis mucho más fuertes y en largos periodos", no permitieron que los científicos pudieran presagiar algún efecto indeseable, como sí sucedió con los humanos, a quienes les suministraron dosis y duraciones mucho más reducidas.