Acoso sexual
La rebelión de la «otra manada»
Bajo el hastag #YoTeCreo decenas de mujeres muestran su apoyo a la víctima de violación de Sanfermines, tras la decisión judicial de admitir un informe sobre su vida en las redes sociales.
Bajo el hastag #YoTeCreo decenas de mujeres muestran su apoyo a la víctima de violación de Sanfermines, tras la decisión judicial de admitir un informe sobre su vida en las redes sociales.
l informe de un detective que siguió a la joven C., la víctima de la presunta violación múltiple en los Sanfermines de 2016, durante días posteriores al suceso ha suscitado toda una ola de solidaridad hacia ella. Algo similar a lo que ocurrió hace sólo unas semanas con el movimiento #MeToo que apoya a todas las mujeres que han sufrido acoso sexual en el trabajo, después de que saltara el escándalo del productor de Hollywood, Harvey Weinsten, al que acusan numerosas mujeres de haberse sobrepasado con ellas.
Desde que el miércoles se conociera la noticia de que el juez del caso de Pamplona admitía parte de esta investigación en el juicio, fueron muchas –y también muchos hombres– los que empezaron a mostrar su desacuerdo en las redes sociales a través del hastag #YoTeCreo. Lo que buscan los abogados de los acusados con esta maniobra es desmontar a la joven. ¿Con qué argumento? Que lleva una vida normal, que sale con sus amigas, que va a clase... Y es esto lo que más ha indignado a numerosas mujeres. Entre ellas a la periodista Beatriz Serrano, especializada en temas de feminismo en la plataforma digital de noticias «Buzzfeed». Esta joven plasmó en un artículo la pregunta que muchas personas se hacían en ese momento: ¿Y cómo se supone que se tiene que comportar una víctima de violación? «En mi artículo sólo quería explicar un sentimiento que compartimos muchas, ya que la situación ha producido mucha crispación e impotencia», explica a este diario. Remataba su información con una serie de preguntas: ¿Puede una víctima de violación reírse hasta caerse al suelo? ¿puede volver a llevar escote? ¿minifalda? ¿puede querer sentirse sexy? ¿es acaso anormal que no quiera hacer absolutamente todos sus planes acompañada? ¿le permitimos que se olvide de la hora y se le vaya el santo al cielo porque una noche se lo está pasando la mar de bien? ¿puede volver a disfrutar? ¿a sentirse ella misma? ¿le permitimos volver a ser una mujer con entidad propia y no solamente una víctima?
Las respuestas no tardaron en sucederse y «mi compañera Laura y yo les planteamos que nos mandaran un vídeo lanzando la pregunta. La respuesta fue tan apabullante que, de las 25 preguntas que habíamos preparado, tuvimos que pensar muchas más, cerca de un centenar, para que pudieran participar todas las posibles». Aún así, se quedaron cortas. «Tuvimos que cortar la recepción de vídeos e, incluso, algún chico quería participar», explica Alfredo Murillo, editor jefe de la plataforma. Y así, horas después de que lo lanzaran ya se había convertido en viral. Y es que, rematando las decenas de preguntas de chicas, aparecía una frase «Nosotras sí somos manada», en clara alusión al mote que los cinco acusados dan a su grupo, «La Manada». «Es nuestra forma de decir que las mujeres somos fuertes, que estamos unidas», afirma Serrano.
La principal intención del vídeo que han creado es «explicar que una foto de Facebook o que salga a tomar algo con una amiga no explica si la joven tiene terrores nocturnos o si llora cada día con su madre o sus amigas. Parece que el discurso de superación nos encanta en todos los casos, salvo cuando hablamos de violación», argumenta la periodista. Tanto ella, como su compañera Lola, creen que «esta gran movilización puede ser indicativo de que algo está cambiando en nuestra sociedad».
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