Hoy comienza
León XIV elige Turquía y Líbano en el primer viaje apostólico de su papado
El pontífice se estrena enviando un mensaje ecuménico de apoyo a los cristianos y en favor de la paz en Oriente Medio
“Un viaje exigente en dos países significativos”, aseguraba el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ayer en vísperas del primer viaje apostólico de León XIV en su papado. El pontífice visitará Turquía y Líbano a partir de este jueves en medio de una situación turbulenta en Oriente Próximo.
No en vano, Beirut, adonde el papa llegará en la tarde del próximo domingo, fue escenario del último ataque israelí contra un responsable de la milicia proiraní Hizbulá hace apenas cuatro días, y hace apenas mes y medio que las partes respaldaron el plan de Trump para el alto el fuego en Gaza. “Se han tomado todas las precauciones necesarias”, zanjaba Bruni ante la natural preocupación por la seguridad del pontífice, según recogía ayer en su web Vatican News.
Con la visita a tierras turcas y libanesas, León XIV pretende enviar un doble mensaje de apoyo a los cristianos en la región, y de ecumenismo en una zona del mundo a menudo fracturada por las divisiones sectarias, así como de apoyo al proceso de paz abierto en Gaza a raíz del acuerdo de alto el fuego de comienzos de octubre. El portavoz papal añadía ayer que el viaje es “esencialmente un legado del predecesor de León, el papa Francisco”.
La etapa turca del primer viaje apostólico del papa, que comenzará mañana jueves y se prolongará hasta el domingo a mediodía, estará marcada por la celebración de los 1.700 años del Concilio de Nicea, que convocara el emperador romano Constantino en 325 d.C. El papa Francisco había expresado su deseo de acudir a la actual ciudad turca de Iznik en este aniversario. Se trata, por tanto, de un viaje a las fuentes y raíces del cristianismo, a la tierra del apóstol San Pablo, la tierra de los concilios, cuyo objetivo es promover la fraternidad y el diálogo entre Oriente y Occidente.
De acuerdo con el programa del viaje, a su llegada a la capital de Turquía, Ankara, León se reunirá con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y al final del día, viajará en avión desde Ankara a Estambul, la mayor ciudad de Turquía, un país cuya población cristiana apenas representa menos del 0,5% del total. León XIV es el quinto papa en visitar Turquía.
Durante su primer día completo en tierras turcas, el viernes, el pontífice se reunirá con obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas y agentes pastorales en la Catedral del Espíritu Santo de Estambul y, más tarde, visitará la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Pobres. Tras un breve vuelo en helicóptero a Nicea, la actual Iznik, León XIV participará en un servicio de oración ecuménico cerca de las excavaciones arqueológicas de la antigua basílica de San Neófito. Al regresar ese mismo día a Estambul, el papa se reunirá con los obispos de la Delegación Apostólica.
El sábado, el `papa León XIV comenzará la jornada con una visita a la mezquita del Sultán Ahmed, la famosa mezquita Azul, antes de reunirse en privado con los líderes de las iglesias locales y las comunidades cristianas en la iglesia ortodoxa siria de Mor Ephrem. El pontífice se reunirá también con el patriarca ecuménico Bartolomé I, y ambos líderes firmarán una Declaración Conjunta en el Palacio Patriarcal. Asimismo, en la tarde del sábado celebrará una misa en el Volkswagen Arena de Estambul, visitará la catedral apostólica armenia y en la mañana del domingo asistirá a la Divina Liturgia en la iglesia patriarcal de San Jorge.
La segunda parte del viaje llevará al papa al Líbano, un país diverso a pesar de sus pequeñas dimensiones y orgulloso de su herencia cristiana, también un territorio protagonista de los inicios del cristianismo y presente en las Sagradas Escrituras. Un país también golpeado por la violencia y la división desde hace décadas, a las que se ha unido una más que complicada realidad económica para gran parte de su población.
Aunque el papa Francisco no visitó las antiguas tierras fenicias -en 2013 definió al país levantino como “tierra de tolerancia y ejemplo de pluralismo para Oriente y el mundo” y en varias ocasiones manifestó su deseo de visitarlo- sí estuvieron en Líbano el papa Pablo VI en 1964, Juan Pablo II en 1997 y Benedicto XVI en 2012. En su Carta Apostólica de 1989, aún durante la guerra civil libanesa, el papa polaco diría: “Líbano es más que un país: es un mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo tanto para Oriente como para Occidente (…) Su salvaguarda es una de las tareas más urgentes y nobles que el mundo de hoy debe asumir”.
A su llegada a Beirut en la tarde del domingo, el papa será recibido por las tres principales autoridades del país, el presidente (católico) Joseph Aoun, el primer ministro Nawaf Salam y el presidente de la Asamblea Nacional Nabih Berri. Al día siguiente, el pontífice visitará la tumba de San Charbel Makluf en el monasterio de San Marún en Annaya; acudirá al santuario de Nuestra Señora de Líbano en Harissa, donde se reunirá con obispos, sacerdotes, personas consagradas y agentes pastorales; celebrará un encuentro interreligioso en la plaza de los Mártires de Beirut y se reunirá con jóvenes del Líbano en la plaza frente al Patriarcado Maronita de Antioquía en Bkerké.
El último día del viaje, el martes 2 de diciembre, el papa visitará al personal y a los pacientes del hospital de la Croix en Jal Ed Dib. El primer viaje apostólico de León XIV culminará con una oración en silencio en el lugar en que se produjo la explosión de tintes nucleares del 4 de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, que causó la muerte a 218 personas y dejó miles de heridos, y la celebración de una misa al aire libre en el paseo marítimo de la capital libanesa.
La difícil situación de los cristianos en la región
Aunque no se trate de un escenario en absoluto nuevo, la visita de León XIV a Turquía y Líbano coincide con un momento de declive y amenaza de los cristianos en Oriente Medio. La situación es especialmente difícil en Irak y Siria tras largos años en los que los cristianos fueron víctimas del fanatismo y el terror de los grupos yihadistas como el Estado Islámico o Al Qaeda.
En Siria, gobernada desde hace casi un año por una amalgama de organizaciones islamistas radicales -responsables últimas del desmoronamiento del régimen de Bachar al Assad-, los cristianos han pasado en una década de representar el 10% de la población a suponer apenas el 1%. En Irak, la derrota del califato proclamado por el Daesh en 2017 permitió a las autoridades nacidas de la caída del régimen de Sadam Hussein recuperar una cierta normalidad para los cristianos. A comienzos de marzo de 2021, el papa Francisco visitó las ciudades de Bagdad, Mosul, Qaraqosh o Erbil, varias de ellas gravemente afectadas por la guerra.
La excepción a la dramática situación para los cristianos en Oriente Medio la constituye el país que acogerá al papa en los tres últimos días del viaje apostólico, Líbano, hogar de la mayor población cristiana en general y católica en particular de toda la región. Aunque menguando irremisiblemente en las últimas
décadas, los cristianos constituyen aproximadamente un tercio de la población del país levantino, siendo los maronitas la denominación mayoritaria. Además, Líbano es el único país de Oriente Medio cuyo presidente ha de ser católico (maronita), como establece el Pacto Nacional de 1943.