Internet
Leonard Kleinrock: «Si internet se cae 24 horas, el sistema financiero colapsaría»
Leonard Kleinrock / Profesor de computación de la UCLA. Uno de los «padres» de la red, premiado por la Fundación BBVA
Es historia viva del ciberespacio. En 1969, dentro del proyecto ARPAnet, se propuso enviar la palabra «login» a través de dos ordenadores situados a varios kilómetros y conectados por una red. En el primer intento sólo se recibieron las letras «l» y «o» y se cayó el sistema. Poco después, estaríamos ante la primera red de ordenadores interconectados. Es decir, la prehistoria de internet. Esta semana, Leonard Kleinrock (Nueva York, 1934), profesor de Ciencias de la Computación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), ha recibido el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Tecnologías de la Información y Comunicación.
–¿Se ve a sí mismo como un «padre» de internet?
–No, hay muchos padres. Es muy gratificante haber participado en su creación. Es un proyecto que supuso un reto en ingeniería. Ha sido magnífico ver cómo ha crecido en 50 años. Y los resultados han sido gratificantes.
–Si estuviera en sus manos solucionar uno de los problemas que se le achacan a la red, ¿cuál sería?
–La seguridad. Pondría más controles y un uso más intenso de la autentificación. Pero no es posible a corto plazo. Tenemos millones de usuarios y de dispositivos. Y cambiar esta arquitectura es casi imposible. Hay grandes soluciones, como la encriptación. En los años 70, las corporaciones privadas gozaban de sus propias redes, suministradas por IBM. Después, internet rompió las barreras y todo el mundo entró. Sería posible, aunque no creo que sea una buena solución, volver a eso, a redes separadas y privadas.
–¿Internet está fuera de nuestro control?
–Nunca estuvo controlado. Fue diseñado como un sistema de distribución, muy abierto, con la capacidad de aceptar cualquier nueva tecnología, aplicación o dispositivo. Fue diseñado antes que los PC y los smartphones, y estos dispositivos han sido fácilmente adaptados a internet. Lo que no queríamos era excluir nada que no pudiéramos imaginar de antemano.
–Ha teorizado sobre el futuro de la red: prácticamente todos los objetos, e incluso nosotros mismos, interconectados, de forma invisible, y sin ser conscientes de que internet está ahí. ¿Es una visión optimista o pesimista?
–Muy optimista. Los seres humanos hemos evolucionado durante miles de años interactuando: hablando, gesticulando, a través de la vista, el tacto... La interfaz ahora mismo es complicada, pero seremos capaces de «hablar» con el ambiente. Y el ambiente me entenderá, conocerá mi perfil, mis preferencias... Esta mesa, por ejemplo, al tocarla, conocerá mi personalidad y sabrá lo que quiero. La red será adaptativa y muy fácil de usar, como la electricidad. El lado negativo será la privacidad. Cualquier «lugar» sabrá mucho de mí. Y seremos muy dependientes de internet.
–Imagine que durante 24 horas internet dejara de funcionar a nivel mundial. ¿Qué sucedería?
–El sistema financiero se colapsaría, los negocios disminuirían dramáticamente... Cada día, y cada vez más, la funcionalidad depende del acceso a internet. En 24 horas no verías caos ni revoluciones, pero, con más tiempo, se produciría crimen, anarquía... Sería un desastre social. Si fuera una semana, por ejemplo, tendría impacto sobre la comida, el agua...
–¿Vivimos una nueva revolución industrial y no somos conscientes?
–Sí somos conscientes de vivir una revolución de la información. Me gusta pensar en el siglo XX. Mis padres pasaron por algo aún más grande que internet. Electricidad, teléfonos, aviones, televisiones... Cambios industriales y sociales importantes. Ya ocurrió antes y fue un cambio más drástico que el que vivimos hoy.
✕
Accede a tu cuenta para comentar