Educación
Los alumnos de Primaria son más agresivos que los de la ESO
Más problemas para dar clase, más agresiones e insultos de los alumnos, más amenazas y denuncias de los padres a los profesores...El curso académico 2013-2014 fue, sin duda, mucho más confilictivo. De ello alertó ayer el sindicato de profesores ANPE que, por primera vez en los nueve años que lleva en funcionamiento el servicio de Defensor del Profesor, al que pueden acudir docentes con problemas, ha detectado que las denuncias por casos conflictivos en las aulas en Primaria han sobrepasado a las de Secundaria. Nunca antes había ocurrido nada igual y esto tiene que ver con que «son los padres los que toman el testigo a la hora de llevar a cabo actos contrarios a la convivencia», explica Inmaculada Suárez, portavoz del Defensor del Profesor. «Estamos llegando a un punto en el que cualquier límite o llamada de atención que se ponga a un alumno supone una afrenta personal», añade. Y si no es el estudiante el que planta cara al profesor, son los padres los que acuden al centro y atraviesan la línea roja del respeto.
ANPE calcula que cada día una media de diez profesores llaman para reclamar ayuda jurídica y psicológica por incidentes ocurridos en su centro escolar. Aproximadamente el 40% de las llamadas recibidas corresponden a profesores de Primaria; el 39% a Secundaria; 7%, a los PCPI y el 7%, a Infantil. El 27 por ciento de los conflictos relacionados con los alumnos tienen que ver con las faltas de respeto; el 25% de los que pidieron ayuda expusieron que tienen problemas para dar clase y el 22% se tuvo que enfrentar a falsas acusaciones de padres y/o alumnos, un porcentaje, este último, que ha aumentado un 2% en el último año. El 14% se lamenta de los insultos que recibe de los escolares, que también ha aumentado, lo mismo que las agresiones. Las nuevas tecnologías, que tan beneficiosas son en algunas ocasiones, a veces se vuelven contra los docentes por un mal uso por culpa de los alumnos, que difunden grabaciones o fotos en internet o redes sociales que no hacen más que aumentar el conflicto alumno-profesor. El 7% de los que solicitaron ayuda se vieron implicados en situaciones de este tipo.
Los problemas con los padres, que «se sienten impunes», también van en aumento. El 28% se queja de situaciones de acoso y amenazas de los padres o de presiones para subir la nota a sus hijos, mientras que el 19% asegura haber sido denunciado.
Por no hablar ya de la falta de apoyo de la inspección o de la dirección del centro cuando un docente tiene problemas, que suponen el 24% de las denuncias.
Situaciones como éstas ha generado más ansiedad y depresión en el profesorado, alertó el presidente del sindicato, Nicolás Fernández Guisado, quien relacionó la situación con «un aumento de alumnos por aula y con mayores recortes». De hecho, se quejó de que dispongamos de 25.000 profesores menos, aunque hay 328.000 alumnos más en el sistema educativo.
El presidente del sindicato explicó que, aunque la ley de autoridad del profesor se ha visto refrendada en la Lomce, «es necesario el desarrollo reglamentario y que éste, a su vez, se aplique en todas las comunidades autónomas».
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