Desahucio
Los desahucios «invisibles» para Podemos
Pese a las promesas de los «ayuntamientos del cambio», sólo en Madrid y Barcelona se han registrado al menos 150 en un año.
Pese a las promesas de los «ayuntamientos del cambio», sólo en Madrid y Barcelona se han registrado al menos 150 en un año.
¿Ha habido un antes y un después en lo que se refiere a la lucha contra los desahucios tras la llegada de los «ayuntamientos del cambio»? Las elecciones autonómicas y municipales celebradas en mayo de 2015 supusieron la llegada al poder de las «marcas blancas» de Podemos en varias capitales –Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Por Cádiz Sí Se Puede...–, cuyos candidatos –Manuela Carmena, Ada Colau, José María González «Kichi»...– habían enarbolado la bandera contra los desalojos. Y, en algunos casos, cimentaron la fama que los aupó a la alcaldía en su activismo. Un año después, poco o nada ha cambiado. O ha ido a peor. Como muestra, lo ocurrido en los últimos siete días: en Madrid, 443 familias se han quedado sin hogar después de que el consistorio de Carmena haya desestimado el proyecto de las Cocheras de Cuatro Caminos; en Barcelona, mientras, no han cesado los disturbios en el barrio de Gracia entre los okupas del Banco Expropiado y la Policía.
Las Plataformas de Afectados por la Hipoteca (PAH), creadas en 2009, han continuado convocando actos para evitar desalojos a través de su página de STOP Desahucios. Desde el pasado junio, cuando Manuela Carmena y Ada Colau fueron nombradas alcaldesas en Madrid y Barcelona, respectivamente, se ha informado de alrededor de 150 actos de apoyo sólo en estas dos ciudades para vecinos que contaban con día, hora y lugar para ser desalojados. #Rosasequeda, #Mustafasequeda, #Brandonsequeda... son algunos de los «hashtags» dedicados a los afectados. Aunque, afortunadamente, en muchas ocasiones acompañados de un letrero que reza «Paralizado» o «Suspendido».
La situación ha creado división dentro de las plataformas. No son pocos los que se sienten «utilizados». Pocos días después de llegar al poder, el consistorio de Carmena reconocía que su poder para parar los desahucios era muy limitado. En todo caso, lo que podían hacer era «prevenirlos». Y para ello, creó la Oficina de Intermediación Hipotecaria, órgano que media entre las entidades financieras y los afectados. En octubre, la propia Carmena presumió de haber parado más de 2.000 desahucios. ¿La respuesta? En marzo, la PAH acusó al Ayuntamiento de «traición», pues todas las alternativas que ofrecían se resumían en la dación en pago, afirmaban que la Oficina no dejaba de ser un «instrumento de negocio» y pedían su cierre tras haber evitado sólo 84 desahucios de los más de 700 que tenía encima de la mesa. Posteriormente, la PAH de Madrid reculó: la protesta fue protagonizada por una plataforma de un distrito específico; por ello, consideran que su postura no era la mayoritaria en la plataforma.
«No hemos notado ese descenso, ni de ejecuciones hipotecarias, ni de juicios verbales por falta de pago. La estadística puede decir lo contrario, pero el problema sigue. Tenemos convocatorias prácticamente todos los días de la semana. Los desahucios de alquiler siguen, y los de ocupación, también. Algo se ha mejorado, pero la política municipal está siendo insuficiente», afirman desde la PAH madrileña. Un miembro de la plataforma critica que la Oficina de Intermediación Hipotecaria «se ha puesto en manos de una notaría privada, que es parte del circuito que ha engrosado la burbuja inmobiliaria». Y si se han reducido los desahucios es «porque los estamos frenando después de negociar con los bancos una y otra vez».
«¿Han empezado las cesiones?», preguntaba la PAH de Barcelona a la alcaldesa Colau el pasado diciembre en una carta. ¿El motivo? Que la rauda aprobación en julio de la Ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética no vino acompañada por hechos. Fuentes de la Plataforma en la Ciudad Condal critican la «utilización» que hizo de ellos con vistas a prosperar en su carrera política.
¿Y en Cádiz? «La PAH de Cádiz se ha ido difuminando. Apenas tiene actividad. La mayoría son de Izquierda Unida. La Junta creó Oficinas de Intermediación Hipotecaria que están a su cargo. Es un movimiento muy politizado. Nos llega gente que no ha logrado contactar con ellos», afirman desde una plataforma andaluza. Y es que, si se han frenado los desahucios, más que por la acción de «Kichi», ha sido «por un cúmulo de situaciones. Ahora los bancos están más sensibles a la hora de echar a una familia. Ven que no hacen negocio y llegan a acuerdos amistosos». En 2014, el Ayuntamiento entonces presidido por Teófila Martínez paró más de 180 desahucios gracias a sus ayudas de emergencia social. Todavía está por verse si, en su primer año de vida, el Gobierno de Por Cádiz Sí Se Puede lo supera. De momento, a finales de 2015 había sobre la mesa unos 200 procedimientos abiertos, cifra similar a la del año anterior.
Aunque sólo sea por el hecho de que los momentos más crudos de la crisis han quedado atrás, lo cierto es que el drama ha empezado a ceder. Según los datos de 2015 del Consejo General del Poder Judicial, las ejecuciones hipotecarias, los procesos que lleva a cabo el banco de reclamar el monto total del crédito tras el impago de entre tres y seis cuotas, han descendido un 15,6% hasta situarse en 68.135, lo que supone la cifra más baja desde 2009. Y en lo que respecta a los lanzamientos hipotecarios, el paso posterior y previo al desalojo, ha bajado un 1,1%, hasta los 67.359. Además, según un análisis del INE, sólo 30.334 ejecuciones afectaron el año pasado a una vivienda habitual, lo que constituye un 13% menos en relación a 2014.
Además, en los últimos años, los bancos han tomado medidas. Fuentes de Banco Santander aseguran que, desde 2012, no se han llevado a cabo desahucios derivados de «necesidades económicas» de los afectados, como pueden ser clientes en paro o con ingresos mínimos. En BBVA se han realizado en los últimos cuatro años unas 14.500 daciones en pago y se han refinanciado alrededor de 67.000 viviendas. «No se desahucia a ninguna familia en riesgo», afirman desde esta entidad. Por su parte, fuentes de Banco Sabadell aseguran que su entidad «no ha hecho ningún desahucio». «Cada caso lo negociamos con el cliente de acuerdo con su situación, echando mano de todas las posibilidades antes de llegar a ese punto», subrayan.
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