Ciencia y Tecnología

Manfred Spitzer: «El uso de tecnología frena el aprendizaje en los niños»

Manfred Spitzer / Psiquiatra. El psiquiatra alemán es autor del libro «Demencia digital», donde denuncia que el mal uso de la tecnología puede tener efectos tan adversos como el alcohol

Manfred Spitzer, psiquiatra
Manfred Spitzer, psiquiatralarazon

El psiquiatra alemán es autor del libro «Demencia digital», donde denuncia que el mal uso de la tecnología puede tener efectos tan adversos como el alcohol

Una de las funciones de nuestro cerebro es la del aprendizaje, pero el uso de móviles y ordenadores provoca más daños que beneficios porque, al igual que un músculo, el cerebro sólo se ejercita si lo usamos de manera adecuada. Así lo cree Spitzer, que ha participado estos días en una nueva edición del ciclo Futur (s), organizado por Obra Social «La Caixa» y la Fundación Aprender a Mirar.

–¿Está de acuerdo con el uso de las nuevas tecnologías en los colegios y en la educación en general?

–Es una manera de quitar trabajo al cerebro. Cada vez que una máquina hace el trabajo por mí, el cerebro no aprende. La tecnología inhibe la capacidad de hacerlo. Las máquinas que utilizamos los adultos sirven para apoyar el trabajo intelectual que hacemos, pero no ocurre lo mismo en las aulas, donde las máquinas están para sustituir trabajo intelectual.

–¿Sería partidario de eliminar las tecnologías en la educación?

–No hace falta gastar dinero en introducir tecnología en las aulas. Sería más inteligente invertirlo en tener un profesor de refuerzo porque hay evidencia científica de que no se consigue aprender más, sino menos.

–¿En qué se basa para decir esto?

–Hay muchos estudios. Se ha demostrado que aquellos que utilizan tecnología no retienen información. No aprenden.

–Sin embargo, vivimos en un mundo digital. ¿Sería partidario de su uso fuera del aula?

–No es un argumento el hecho de que estemos en la era digital porque ni dentro ni fuera del aula podemos decir que la tecnología sirva a los niños para aprender. No está justificada como herramienta de aprendizaje. El alcohol es adictivo y como tal impide el desarrollo del cerebro. Lo mismo ocurre con el uso del móvil y de las nuevas tecnologías.

–¿Y la adicción es otra de las consecuencias nefastas?

–Las adicción a la tecnología se comporta exactamente igual que la adicción a sustancias. Utilizamos las mismas técnicas neurológicas para tratarlas. No vamos a introducir en Infantil y Primaria competencias sobre el buen uso del alcohol, por eso tampoco se debería hacer con las tecnologías, porque el daño cerebral que producen es equiparable al del alcohol. No sólo impiden el desarrollo del cerebro, producen adicción, insomnio y comportamientos de riesgo como cualquier otra adicción.

–¿Y entonces por qué en todos los colegios se está implantando la tecnología?

–Todo es una cuestión de dinero. Con un libro se aprende; con las nuevas tecnologías, no. Hay artículos publicados en «Science» que aseguran que se aprende menos con una pantalla que con un libro.

–¿Por eso habla de demencia digital?

–Cuando nacemos, no sabemos nada. Entrenamos el cerebro aprendiendo a utilizarlo y haciendo conexiones nuevas. Conforme va mos avanzando en edad, más tarde empezamos a decaer si no lo tenemos bien entrenado. Así, hay gente fallecida en la que encontraron alzhéimer en el cerebro, pero nunca desarrolló una demencia. Esto es una evidencia científica.

–Con lo «enganchados» que están los jóvenes de ahora al móvil, tablet, a los ordenadores... ¿tendremos una sociedad más enferma en el futuro?

–No puedo asegurar que en el futuro haya un 30% más de casos de demencias, porque hay muchos factores que influyen en el desarrollo de enfermedades mentales. Ya sabemos que el uso del móvil es causa de demencia, peor rendimiento académico y conlleva depresión.