
Sanidad
Los médicos, a Mónica García: "Ministra, esclavista, piérdete de vista"
Miles de médicos toman las calles de Madrid en una manifestación histórica para protestar contra el Ministerio de Sanidad. Exigen un Estatuto Marco que no desprecie a la profesión
Al grito de «ministra, esclavista, piérdete de vista», «Mónica, más recursos y menos discursos» o «queremos negociar, estatuto de verdad», más de 5.000 médicos, según la Delegación del Gobierno en Madrid, exigieron hoy en las calles de Madrid un Estatuto Marco distinto al del resto de los profesionales sanitarios y que se regulen sus particularidades, en contra del criterio de la ministra de Sanidad, Mónica García.
En un contexto de falta de profesionales sanitarios en la Sanidad pública en todo el país (admitida por el propio Ministerio), los médicos demandan mejoras en su jornada laboral, en su modelo retributivo y en su clasificación como profesionales, circunstancias responsables de su éxodo a otros países de Europa y a la Sanidad privada.
También reclaman mejoras en el sistema de jubilación, protección ante las incompatibilidades, una reducción de la jornada laboral y medidas para proteger su salud laboral, y para garantizar la conciliación de la vida laboral y personal.
La protesta de ayer no es más que la consecuencia lógica de dos meses de tensiones desde que el Ministerio de Sanidad presumió de algunas de las medidas que proponía para reformar el Estatuto Marco de 2003, y que cayeron como un jarro de agua fría en la profesión.
Y, además, es solo un primer paso, ya que los convocantes de la manifestación de hoy, la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), han anunciado también una jornada de huelga nacional para el 23 de mayo si el Ministerio no acepta negociar con ellos una regulación propia , independiente de la común que se está negociando para el conjunto del personal del Sistema Nacional de Salud (SNS) con los sindicatos nacionales.
Aunque Mónica García argumentaba este viernes que «el texto es solo un borrador» y que desde su departamento están abiertos a «todo el diálogo, incluso con los convocantes», la realidad es que tanto ella como el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, han manifestado en sucesivas ocasiones su negativa a que los médicos tengan una regulación propia. «El nuevo Estatuto será de todos y cada uno de los profesionales. Nadie es más que nadie», dijo la ministra.
Los médicos ya han dejado claro que no van a aceptar tal cosa, especialmente después de haber comprobado que Sanidad incluía en el texto medidas restrictivas respecto a la regulación actual, como la exclusividad para jefes de servicio y mandos intermedios que ejerzan en la Sanidad pública (que no podrían compatibilizar su trabajo con la privada), que los graduados en Medicina con formación sanitaria especializada tengan «dedicación exclusiva al sector público» durante «los primeros cinco años de vinculación con el SNS» o la «trampa» de las guardias de 17 horas.
«El borrador ha sido la gota que ha colmado el vaso de una paciencia que se apoyaba en nuestra vocación como su último escudo, pero que ha tenido que asumir que no todo vale. La profesión ha mostrado, y sigue mostrando, como pocas veces se ha visto con anterioridad, su rechazo unánime a este texto. Con el Foro de la Profesión Médica a la cabeza, sindicatos profesionales, colegios de médicos, sociedades científicas, estudiantes y el resto de las organizaciones representativas nos hemos puesto de acuerdo para decirle al ministerio que no vamos a aceptar más desprecios», rezaba el manifiesto que leyó el secretario general de la CESM, Víctor Pedrera, ante los manifestantes y frente al Ministerio de Sanidad.
Desprecio institucional
Pedrera recordó también que la CESM lleva muchos años denunciando los problemas del colectivo, señalando causas y apuntando a posibles soluciones para evitar la creciente falta de médicos que sufre el SNS, pese a lo cual «en lugar de analizar las causas de manera profunda y mejorar las condiciones laborales de los profesionales ha decidido optar por un borrador que ahonda en esa sensación de desprecio institucional que arrastramos desde hace años».
Además de la movilización de ayer, las que vendrán y la jornada de huelga nacional del 23 de mayo, la Confederación sigue adelante con su agenda para detener el borrador de Sanidad.
«Nuestros servicios jurídicos han analizado que el borrador de estatuto no cumple con la normativa básica europea en conciliación y derechos laborales, por lo que denunciaremos esto a instancias europeas de la mano de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS), que es la principal organización sindical de ámbito europeo», explica Pedrera a este periódico.
Además, este miércoles 9 de abril tienen previsto verse con el PSOE para mostrarles su argumentos, como ya hicieron recientemente con el PP.
De hecho, la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz, mostro ayer a través de un video su apoyo a los manifestantes.
«Hay mucha preocupación porque Mónica García ha conseguido poner a todo el mundo en su contra, a profesionales sanitarios, a sindicatos, a comunidades autónomas, algo inaudito. Es cierto que hay que actualizar el Estatuto Marco, pero no de esta manera, sin consenso y sin contar con todo el mundo, señaló. Además, recordó que algunas medidas del documento «invaden competencias autonómicas».
La vicesecretaria destacó también que la ministra de Sanidad es «especialista en provocar problemas donde no los hay», algo que, en su opinión, se ha visto anteriormente con las negociaciones con las aseguradoras por Muface, con la Estrategia de Salud Mental, o más recientemente, con la Agencia Nacional de Salud Pública.
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