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La batalla de los mayagnas contra los colonos en un pulmón de Centroamérica
El Movimiento de Jóvenes Ambientalistas Mayagnas de la reserva de la biosfera Bosawas, considerada un «pulmón» de Centroamérica y que sufre un proceso acelerado de deforestación, pidió hoy al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, expulsar a los colonos y asegurar sus derechos territoriales en la reserva.
A través de una carta, ese Movimiento solicitó a Ortega expulsar a los colonos que habitan parte de la reserva y a quienes señalan como los principales responsables de la deforestación en Bosawas.
El presidente de ese Movimiento, Emiliano Cornejo, dijo a periodistas que al menos unas cien familias de colonos que se han instalado de manera ilegal en ese territorio han desforestado cerca de 1.000 hectáreas de bosques en cinco años.
«Y en la primera semana de marzo entraron otras tres familias que ya están haciendo desastres (daños en la reserva)», denunció.
«Entonces, nosotros pedimos el desalojo de los colonos que estas usurpando la zona», explicó.
Cornejo dijo que en la carta enviada a Ortega le exponen esas situaciones, así como otras demandas, entre ellas el que garantice y propicie la titulación de propiedades en seis de las 17 comunidades indígenas que han habitado históricamente en la reserva Bosawas, en su mayoría mayangnas.
También explicaron que requieren con urgencia un plan de reforestación, el cual sugieren sea coordinado por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena).
La reserva forestal Bosawas, de 21.000 kilómetros cuadrados, la mayor de Centroamérica, concentra el 14 % del territorio nicaragüense, al menos un 10 % de la biodiversidad mundial y es uno de los mejores ejemplos de bosque tropical húmedo y de bosques de nubes de la región.
Ha sido invadida por colonos que depredan los bosques y han generado un conflicto con los aborígenes, que en abril de 2013 cobró la vida de un indígena mayagna, etnia que habita desde tiempos ancestrales esas tierras.
De acuerdo con datos oficiales, desde 2010 Bosawas pierde un promedio de 42.676 hectáreas por año.
Durante el 2013 el Parque Nacional Cerro Saslaya, ubicado dentro de la reserva y considerado el «corazón» de esa área protegida, perdió cerca del 15,2 % de su bosque de las 9.073 hectáreas que posee a causa de colonos que habitan en la zona, de acuerdo al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales.
El Saslaya fue la primera área protegida nombrada Parque Nacional, en abril de 1971, tiene una superficie de 236 kilómetros y comprende en toda su extensión selvas vírgenes.
En ese Parque Nacional está prohibida «la caza, pesca y tala de bosque dentro de los límites señalados», de acuerdo a un decreto Ejecutivo.
Los mayagnas calculan que en diez años la reserva no existirá.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyó a Bosawas en su lista de reservas de la biosfera en 1997.
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