París
La meseta quiere ser reserva de la biosfera
El Consejo Internacional de Coordinación del Programa de la Unesco sobre el Hombre y la Biosfera (MAB, en sus siglas en inglés) se reunirá del 8 al 12 de junio en París (Francia) para resolver nuevas propuestas de inscripción en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, entre ellas dos españolas: la Meseta Ibérica y el macizo de Anaga, informa Servimedia.
Las Reservas de la Biosfera son sitios que comprenden ecosistemas terrestres, marinos o costeros donde, en concertación con las poblaciones locales, se experimentan prácticas innovadoras que concilian la conservación de la biodiversidad y su uso sostenible.
La Red Mundial del Hombre y la Biosfera cuenta actualmente con 631 reservas repartidas en 119 países, de las cuales 14 son transfronterizas. España es el segundo país del mundo con más reservas (45), sólo superada por Estados Unidos (47).
El Consejo Internacional de Coordinación examinará un total de 34 candidaturas, de las cuales 29 son nuevas y las cinco restantes corresponden a extensiones, cambios de nombre o modificaciones en las zonas de reservas ya declaradas anteriormente. Diecinueve países han propuesto candidaturas o modificaciones, entre ellos España, que ha presentado el macizo de Anaga (Tenerife) y, de forma transfronteriza con Portugal, la Meseta Ibérica (Salamanca y Zamora) y el río Tajo. Previamente, el Comité Consultivo Internacional de Reservas de la Biosfera aprobó el pasado 5 de febrero un informe, al que tuvo acceso Servimedia, que incluye sus recomendaciones para la reunión de París.
En este informe, el Comité Consultivo Internacional propone que la candidatura del Tajo sea aplazada porque las autoridades portuguesas no presentaron su propuesta “a tiempo” y recomienda que la hagan llegar antes del próximo 30 de septiembre para que sea evaluada en el futuro, así como que la de la Meseta Ibérica y la del macizo de Anaga sean aceptadas, decisión que finalmente tomará el MAB.
Por otro lado, acogió “con satisfacción” la candidatura de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza de la Meseta Ibérica y señaló que “tiene el potencial de mejorar las actividades locales sostenibles, como la generación de energías renovables, y representa una contribución fundamental para el desarrollo del turismo sostenible”, así como nuevos ingresos para las comunidades locales y una posibilidad de “revertir el éxodo rural y revitalizar este territorio”. La Reserva de Biosfera Transfronteriza de la Meseta Ibérica abarca las provincias españolas de Salamanca y Zamora, y portuguesas de Terra Quente y Fria, y tiene una superficie de 1.132.606 hectáreas, de las cuales 105.247 se encuentran en la zona central, 638.342 a la zona de amortiguación y 389.018 a la zona de transición. En ella viven 304.627 personas, la mayor parte de ellas fuera de la zona núcleo. El territorio se encuentra en una zona de clima mediterráneo con gran influencia continental y el clima más suave de la zona oeste, con influencia atlántica, lo que añade un especial valor al este territorio. Tanto la parte portuguesa como la española incluyen una gran variedad de paisajes, una riqueza de elementos orográficos y una heterogeneidad marcada en la ocupación del suelo. Las altitudes varían entre los 100 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar y el área contiene un elevado número de ecosistemas y especies con una gran diversidad biológica, algunas de ellas objeto de proyectos de conservación, como el buitre negro, la cigüeña negra, el alimoche, el águila perdicera, el búho real, la nutria europea y el lobo ibérico. El área también incluye el patrimonio construido que se remonta a la época romana y la Edad Media. Los restos de fortalezas, castillos
y recintos amurallados en localidades como San Felices de los Gallegos en Salamanca son testigos de frecuentes guerras en tiempos medievales.
Por su parte, el Comité Consultivo Internacional también acogió “con satisfacción” la propuesta de Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga, que tiene en cuenta sus recomendaciones del año pasado, cuando también se presentó la candidatura y quedó finalmente aplazada. El sitio propuesto está ubicado en el noreste de la isla de Tenerife, dentro de los municipios de Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna y Tegueste, y abarca una superficie de 48.727,61 hectáreas, de ellas 15.489 terrestres y 33.238,6 marinas (1.973,58 en la zona núcleo, 9.335,46 en la de amortiguación y 44.328,13 en la de transición). En esta zona viven 22.249 personas, todas ellas en el área de transición. Históricamente, la agricultura, la ganadería (especialmente la cría de cabras), la silvicultura y la pesca han sido las principales actividades económicas, que se remontan a los primeros asentamientos humanos. La llegada del turismo en la década de 1960 amplió los ingresos. Su ámbito terrestre corresponde a una zona muy singular, pues se trata de una isla dentro de otra, bien diferenciada del resto y con gran biodiversidad. Se trata de un edificio volcánico formado por lavas dominantemente basálticas, que se formó por la sucesión de múltiples episodios eruptivos, donde los procesos erosivos han determinado un paisaje dominado por una profunda red de barrancos. Debido al aislamiento que ha tenido hasta hace poco tiempo, han perdurado en el interior del macizo un gran número de variedades muy antiguas de viñas, papas y otros productos agrarios. En el ámbito marino hay una gran variedad de sustratos que permiten estén representados todos los ecosistemas marinos de Canarias. Existe igualmente una gran biodiversidad, coexistiendo especies de distintas latitudes. La mayoría de especies incluidas en el Catálogo Canario de Especies Amenazadas se encuentran en los fondos de Anaga.
Servimedia
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