Cambios climáticos

La ONU insta a dejar de comer carne para salvar el planeta

Un informe elaborado por el IPCC ha puesto de manifiesto los efectos negativos que tiene la producción y el consumo de carne en el cambio climático

El consumo de carne es perjudicial para el planeta/ Foto: EFE
El consumo de carne es perjudicial para el planeta/ Foto: EFElarazon

Un informe elaborado por el IPCC ha puesto de manifiesto los efectos negativos que tiene la producción y el consumo de carne en el cambio climático

Cumplir el Acuerdo de París por el que debemos mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados no podrá lograrse si no realizamos cambios en nuestra alimentación que contribuyan a una producción más sostenible tal y como destaca un informe elaborado por expertos de la ONU.

Este documento ha sido elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) y ha sido presentado este jueves en Ginebra (Suiza). En el han participado 107 expertos de 52 países que han abordado cómo debemos actuar para combatir la deforestación, la desertización y el derroche.

El informe pone de manifiesto que la dietas basadas en alimentos de origen vegetal como cereales secundarios, legumbres, frutas y verduras traen un beneficio positivo y son ideales para la conservación del ecosistema. Dentro de estas dietas también se incluyen algunos alimentos de origen animal, pero deben ser producidos de manera sostenible con bajas emisiones.

Este no es el único informe recomienda consumir menos alimentos de origen animal para intentar frenar el avance del cambio climático. Greenpeace alerta de que casi el 15% de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial proceden directamente del procesamiento de carne, mientras que el informe presentado en la ONU lo cifra en el 23%. Del mismo modo, se atribuye a la actividad ganadera el 80% de la deforestación del Amazonas y se destaca que el 70% del consumo mundial de agua dulce se destina a la agricultura.

Greenpeace sigue la línea del reciente informe del IPCC en el que destaca que “estos cambios han contribuido al aumento de las emisiones netas de gases de efecto invernadero, pérdida de ecosistemas y disminución de la biodiversidad”.

Señala también que desde mediados del siglo se ha disparado el consumo de grasas vegetales y carnes por lo que ha aumentado también el número de personas con sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiovasculares. La OMS ha catalogado a la carne procesada como “carcinógena para los humanos” ya que si se abusa de ella contribuye a deteriorar nuestra salud.

Algunas de las posibles soluciones que se destacan en el informe son cambiar la dieta pasando de una dieta basada en los productos animales a una basada en vegetales. Otra de las soluciones es la construcción de “muros verdes” con especies vegetales autóctonas que sirven para frenar la desertización y como contención de los GEI ya que las grandes superficies forestales retienen gran cantidad de estos gases nocivos para nuestro planeta.

El IPCC recuerda que la tierra debe seguir siendo “productiva para mantener la seguridad alimentaria” lo que significa que “hay un límite para la contribución de la tierra en la lucha contra el cambio climático” haciendo referencia a los riesgos que puede generar la bioenergia para “la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la degradación de la tierra”.