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Miedo

Miedo al queso, las barbas o estar sentado: Estas son las diez fobias más raras y sorprendentes que existen

Más allá de la agorafobia, aracnofobia o claustrofobia, existen otros miedos no tan comunes pero sufridos por varias personas en el mundo

Las fobias condicionan la vida de las personas, en mayor o menor medida Dreamstime

El ser humano, por mucha fortaleza, coraje o valentía que muestre, siempre tiene un lado débil. Un punto que le hace sentir vulnerable, que le escandaliza o donde el miedo, pavor o terror se adueña de su cuerpo. Un temor intenso recorre las entrañas de una persona que muestra odio o antipatía irracional por alguien o algo. En definitiva, las personas sufren (sufrimos) fobias, que pueden condicionar la vida de un modo u otro. Así, nos hacen evitar algún tipo de situación o exponernos hacia un estado que nos pueda perturbar o alterar.

Se conocen una gran cantidad de fobias, una más comunes y que quizás sean las más llamativas. Por ejemplo, la aracnofobia es el miedo a los arácnidos, en especial, las arañas. Otras de las más comunes son la aerofobia, que se trata del miedo a volar; la agorabia, el miedo a la gente; la claustrofobia, el temor por los espacios cerrados, o la hematofobia, el rechazo que siente una persona al ver heridas, sangre o agujas.

Pero, por otro lado, también existen fobias extrañas, raras y que cualquier persona que oiga hablar de ella pueda pensar que se trata de una invención. En definitiva, no son muy comunes, pero existen, y en el mundo hay seres humanos que, aunque cueste creerlo, las sufren.

¿Cuáles son las fobias más extrañas y menos comunes que se conocen en el mundo?

  • Ambulofobia. La ambulofobia es un temor por caminar. Una de las fobias más sorprendentes que existen, pero que muchas personas padecen.
  • Casitofobia. Contraria a la ambulofobia, es el miedo a estar sentado. Estas personas necesitan estar de pie, y no sentarse en ningún lado, ya sea una silla, sofá o el suelo.
  • Cronofobia. La cronofobia es un miedo irracional por el paso del tiempo. También es conocida como neurosis de las prisiones, y es que quienes la sufren, sienten pánico a la idea que los días, años e incluso minutos u horas pasan irremediablemente, lo que le lleva a no poder soportar ver un reloj. Este trastorno de ansiedad puede provocar temor a determinadas fechas como los cumpleaños o celebrar un aniversario.
  • Fobofobia. Miedo a tener una fobia. Valga la redundancia, las personas que la sufren tienen miedo a tener un miedo sobre algo o alguien.
  • Hexakosioihexekontahexafobia. Miedo al número 666. En algunas culturas, como el cristianismo, se asocia a Lucifer, el Anticristo o todo lo malo que pasa en el mundo. Este miedo se puede experimentar al ver una dirección, un número de móvil o la matrícula de un coche.
  • Omfalofobia. Quienes padecen omfalofobia tienen miedo a los ombligos. No pueden ni verlos ni siquiera tocarlos. Es posible que no sean personas que se creen el ombligo del mundo...
  • Ombrofobia. Petricor es una de las palabras más bonitas de nuestro vocabulario. Se refiere a la sensación de alivio o placer hacia el olor que deja la lluvia cuando impacta sobre el suelo. Asimismo, ombrofobia es prácticamente todo lo contrario, un miedo irracional a ver de llover. Estas personas están obsesionadas con no mojarse, por ejemplo.
  • Pogonofobia. Miedo a las barbas. En especial, se da en los hombres, y es que las personas que sufren de pogonofobia no pueden ver una barba, ni siquiera dejar que su vello facial le crezca.
  • Turofobia. Miedo al queso. Uno de los alimentos más consumidos y queridos de la gastronomía mundial, pero estas personas no pueden consumirlo ni siquiera olerlo.
  • Xantofobia. La cromatofobia o cromofobia es el miedo a los colores. Pero la xantofobia es el temor por ver uno en especial: el amarillo. Véase una camiseta, una pared e incluso la orina, estas personas experimentan ansiedad cuando ven cualquier cosa que contiene el color amarillo.
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