
Arritmias
Muerte súbita: qué es: por qué ocurre y cómo prevenirla antes de que sea tarde
Existen estrategias de prevención, que se centran en la detección precoz y en el tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular

No todas las muertes súbitas son causadas por un infarto de miocardio. Por ejemplo, en los futbolistas, y en otros deportistas, la muerte súbita suele estar ocasionada por una cardiopatía hereditaria subyacente. Tampoco todos los infartos de miocardio acaban degenerando en muerte súbita (incluso hay infartos que ocurren de forma silente).
Sin embargo, se sabe que en las primeras 24-48 horas desde que ocurre el infarto de miocardio, los pacientes pueden desarrollar arritmias ventriculares malignas que pueden derivar en muerte súbita cardiaca.
Por ello, se crearon las unidades coronarias para la monitorización y vigilancia estrecha de los pacientes con infarto de miocardio, y se han desarrollado las diferentes técnicas de hemodinámica para realizar la angioplastia coronaria y poder abrir así el vaso obstruido causante del infarto cuanto antes para evitar consecuencias mayores.
Qué es la muerte súbita
“En concreto”, explica el Dr. Antonio Asso, Jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital Quirónsalud Zaragoza, “que se habla de muerte súbita cardiaca cuando el origen de la muerte es cardiaco. Su incidencia anual en el mundo oscila entre los 4-5 millones de casos, representando aproximadamente el 50% de la mortalidad cardiaca global en los países desarrollados”.
Entre los síntomas que suelen presentar los pacientes suelen destacar la pérdida de conocimiento, acompañada de pérdida de pulso y de signos vitales, y que requiere del inicio de maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Principales causas
El ritmo responsable de la muerte súbita en la mayor parte de los casos es una arritmia ventricular maligna, en el 80-90% de los episodios de muerte súbita cardiaca. “El 10-15% restante son de origen bradiarrítmico, es decir, de una asistolia o bloqueo aurículoventricular avanzado”, subraya el especialista.
No obstante, precisa que la causa más común en la población adulta es la cardiopatía isquémica, es decir, padecer una enfermedad coronaria. Si no se trata a tiempo y si no se recupera es letal. Alrededor del 80% ocurren en los domicilios y una alta proporción no son presenciadas, lo que hace que la probabilidad de supervivencia sea muy baja. Todo depende del ritmo que ha originado la muerte súbita y de la causa de dicho ritmo cardiaco.
Normalmente, sostiene que los pacientes que sobreviven a una muerte súbita cardiaca requieren del implante de un desfibrilador automático implantable en prevención secundaria, y para que no vuelva a ocurrir de nuevo el evento.
Con todo ello asegura que a día de hoy existen estrategias de prevención, que se centran en la detección precoz y en el tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular. La finalidad es la de frenar la progresión de la enfermedad coronaria, así como el reconocimiento precoz y el tratamiento de las cardiopatías predisponente con especial atención en la identificación por parte de los cardiólogos de los individuos de mayor riesgo de muerte súbita cardiaca. Por ello son de vital importancia las revisiones periódicas en los adultos.
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