Cargando...

La Razón Solidaria

Los parásitos en animales se disparan tras las lluvias

También se desatan en esta temporada la dermatitis y la enfermedad de Lyme

Perro corgi feliz bajo la lluvia PIXABAY

Las lluvias intensas registradas en marzo han incrementado significativamente la humedad ambiental, lo que representa un riesgo para la salud de perros y gatos. Según Eva Sánchez-Paniagua, veterinaria de Clinicanimal, red de clínicas de Tiendanimal, «las lluvias continuas y la alta humedad propician la proliferación de microorganismos causantes de enfermedades cutáneas, respiratorias y parasitarias. Es crucial adoptar medidas preventivas para evitar problemas de salud, especialmente en animales vulnerables, como cachorros, animales sénior o aquellos con patologías previas».

Los problemas de salud más comunes relacionados con la humedad incluyen dermatitis fúngicas y bacterianas. El exceso de humedad en la piel y el pelaje favorecen el crecimiento de bacterias y hongos que provocan infecciones cutáneas, las cuales suelen acompañarse de picazón, enrojecimiento y pérdida de pelo.

Además, la humedad facilita la reproducción de pulgas y garrapatas. Las pulgas pueden causar enfermedades como la dermatitis alérgica a la picadura de pulga (DAPP) y transmitir otros patógenos, mientras que las garrapatas son conocidas por transmitir enfermedades como la de Lyme.

De acuerdo con el Manual MSD de Veterinaria, en condiciones de temperatura ideal (27°C) y humedad relativa (90%), una pulga del gato puede sobrevivir unos 12 días antes de necesitar alimentarse de sangre; pero con un 50% de humedad, este intervalo se reduce a aproximadamente tres días.

La humedad en el pelaje de los animales crea un ambiente adecuado para el desarrollo de hongos. Infecciones como la dermatofitosis (tiña) pueden surgir cuando las condiciones son favorables para la proliferación fúngica. Por ello, es fundamental secar bien a los animales tras la lluvia o un baño para evitar estas infecciones.

La combinación de frío y humedad también puede favorecer la aparición de enfermedades respiratorias, como la tos de las perreras en perros o la rinotraqueítis infecciosa felina. También hay que estar vigilantes ante la leptospirosis, una enfermedad bacteriana grave transmitida por contacto con aguas contaminadas por orina de animales infectados, lo que también supone un riesgo. Esta enfermedad puede causar fiebre, vómitos e insuficiencia renal o hepática en casos graves.

Otro efecto de estas condiciones climáticas es el dolor articular, especialmente en animales mayores o con predisposición a la artritis, ya que la humedad puede agravar la rigidez y el malestar.

Para proteger el bienestar de los animales, los expertos de Tiendanimal recomiendan, por ejemplo, secar bien el pelaje después de los paseos, prestando especial atención a las patas, el vientre y las orejas. Los microorganismos tienden a alojarse en los pliegues de la piel, por lo que es importante secar estas áreas con cuidado y asegurarse de que el animal esté libre de humedad y nudos en el pelaje.

Además, se debe evitar que el animal juegue o beba en zonas con aguas estancadas, ya que podrían estar contaminadas, y mantener actualizado el calendario de vacunación, especialmente en animales expuestos a climas húmedos o de campo.

Otro aspecto clave es mantener al día el protocolo antiparasitario para prevenir infestaciones de pulgas y garrapatas, entre otros parásitos. Existen diversas opciones, como antiparasitarios externos (pipetas, collares) e internos (comprimidos) adaptados al tamaño y necesidades del animal.

Es fundamental, según los veterinarios, garantizar un entorno seco y bien ventilado, evitando que camas y mantas se humedezcan. El área de descanso del animal siempre debe mantenerse en condiciones óptimas.

Y, por supuesto, es esencial también acudir al veterinario si se observan signos de enfermedad, como, por ejemplo, picazón persistente, heridas en la piel, tos, fiebre o letargo.

El veterinario desempeña un papel clave en el asesoramiento personalizado en cada caso. Ante cualquier duda, lo mejor resulta siempre consultar con nuestro veterinario de confianza», concluye la experta.