Numismática
La peseta Benlliure: la moneda que Franco ordenó retirar y ahora se vende por 7.500 euros
Una pieza escasa, con una historia polémica detrás y un diseño que no convenció al dictador se ha convertido hoy en una de las monedas más codiciadas por los coleccionistas
La “peseta Benlliure” debe su nombre al escultor Mariano Benlliure, uno de los artistas más reconocidos de finales del siglo XIX y principios del XX. Fue él quien modeló el primer busto de Franco para las monedas que circularían durante el régimen. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) produjo una tirada inicial en 1946, elaborada en una aleación de cobre y estaño, con un diámetro de 20 milímetros y un peso de 3,5 gramos.
Sin embargo, la serie apenas duró unos meses en circulación. El motivo: el propio Franco no aprobó el resultado final. Al parecer, el dictador consideró que el retrato ofrecía una imagen desfavorecida, en particular por un pequeño bulto visible en la parte trasera de la cabeza, y por la excesiva “gruesura” del grabado.
Como consecuencia, las monedas fueron retiradas y sustituidas poco después por una nueva versión diseñada por el grabador Manuel Martín, que dio lugar a la popular peseta de 1947, más estilizada y con un cuello más ancho en el busto del caudillo.
El rechazo de Franco hizo que la tirada original de Benlliure quedara reducida a un número mínimo de ejemplares. Muchos de ellos fueron fundidos o destruidos, aunque algunos lograron mantenerse en manos de particulares, que las conservaron sin prever el valor que alcanzarían décadas después.
Según el portal especializado ColeccionistaDeMonedas.com, se calcula que existen menos de 150 monedas en buen estado, y que las mejor conservadas pueden superar los 7.000 euros en el mercado actual. Las que presentan deterioro o marcas de circulación, en cambio, pueden venderse entre 1.500 y 3.000 euros, dependiendo de su conservación y de si presentan la estrella original de 1946.
La diferencia más visible con la versión posterior, la de 1947, está en el cuello de Franco: más estrecho y con un “cogote” más fino en el modelo de Benlliure, una característica que los expertos utilizan para identificarla.
El primer gran récord de esta moneda se registró en 2011, cuando una pieza en calidad EBC (Extraordinariamente Bien Conservada) se vendió en la casa Martí Hervera & Soler y Llach por 7.400 euros, sin contar las comisiones. Desde entonces, los precios se han moderado ligeramente, aunque siguen siendo elevados. La casa Aureo & Calicó subastó ejemplares entre 2.200 y 2.800 euros en los últimos años.
La FNMT y el Museo Casa de la Moneda reconocen en sus archivos la existencia de varias versiones de prueba del busto, lo que explicaría por qué algunas monedas presentan ligeras diferencias en el grosor del perfil o el relieve.
Lo que en su día fue considerado un error o una imperfección artística se ha transformado con el tiempo en un objeto de deseo entre los coleccionistas. Su valor simbólico, su escasez y su origen ligado a un episodio histórico de censura estética la convierten en una de las piezas más interesantes del coleccionismo español del siglo XX. Hoy, encontrar una “peseta Benlliure” en el cajón de los recuerdos familiares podría equivaler a descubrir un pequeño tesoro.