Naturaleza

¿Por qué los conejos entierran vivos a sus gazapos?

Puede sonar un poco macabro, pero es lo único que pueden hacer las conejas para proteger a sus crías

Un conejo europeo
Fotografía de un ejemplar de conejo europeoHanna Knutsson.

En el mundo existen alrededor de 5.500 especies de mamíferos, que están agrupadas - a su vez- en 1.200 géneros, 200 familias y 25 órdenes. Y aunque estos números pueden parecer bastante grandes, la realidad es que no son nada… si los comparamos con otras taxonomías de animales vertebrados. Por ejemplo, existen unas 10.000 especies de aves, 30.000 de peces y unos 5 millones de insectos, más o menos.

Todos los mamíferos pueden ser portadores del virus de la rabia, aunque es más común en los perros, los mapaches o los murciélagos / Foto: Archivo
Todos los mamíferos pueden ser portadores del virus de la rabia, aunque es más común en los perros, los mapaches o los murciélagos / Foto: Archivolarazon

Hay varias cosas que hacen distintos y especiales a los mamíferos. La primera y más importante, que dan de mamar (como su nombre indica). Otra que también suele recordarse a menudo es que todos los mamíferos tienen pelo en alguna etapa de sus ciclos de vida (las ballenas o las marsopas son mamíferos, pero sólo tienen pelo cuando están en el útero). Otra diferencia reseñable entre los mamíferos y otros vertebrados, como los reptiles, los anfibios o los peces, es que los mamíferos recién nacidos requieren atención para sobrevivir.

Hay que matizar, claro. Porque no todas las especies de mamíferos necesitan el mismo grado de cuidados y atención. Un bebé humano, por ejemplo, no podría sobrevivir más que unas horas por sí solo... aun estando en el ambiente más pacífico. Si no hay un tercero para protegerlo, es seguro que morirá. Sin embargo, hay otros mamíferos que necesitan mucha menos atención. Pongamos el caso, por ejemplo, de los caballos. Una cría de caballo podrá caminar y buscar alimento por sí solo en cuestión de unos minutos. Ahora bien, en los casos en los que sucede esto, la cría suele estar protegida por los grandes números de su manada.

La cría de elefante de apenas veinte días de vida (en la imagen, junto a su madre) que nació en el Bioparc de València
La cría de elefante de apenas veinte días de vida (en la imagen, junto a su madre) que nació en el Bioparc de ValènciaJuan Carlos CárdenasAgencia EFE

Uno de los mamíferos más indefensos durante los primeros momentos de su vida son los conejos. Cuando nacen, los sentidos de los gazapos no se han desarrollado lo suficiente, por lo que salen al mundo ciegos y sordos (y calvos). Así que son una presa fácil para cualquier depredador. Y eso incluye a los machos de la especie, que suelen matar a las crías que no son suyas para copular con la madre y para eliminar la competencia futura.

Este es el motivo por el que las conejas se ven forzadas a salir de la madriguera justo antes de parir. Deben buscar otro lugar alejado de la comunidad para que los machos no puedan matar a sus gazapos. Pero claro, dejarlos fuera de la madriguera y a la vista de todos, también sería condenarlos a muerte. Es por esto que las hembras suelen enterrar vivas a sus crías. Puede sonar macabro, pero es lo único que puede favorecer su supervivencia.

 

A partir de ahí, la coneja sólo irá dos veces al día a la conejera (que es el nombre que recibe el agujero donde la coneja guarda a sus gazapos). El contacto entre la madre y las crías se limitará a proveerles de alimento. Para eso, se acercará a la conejera, se asegurará de que no hay ningún depredador cerca, desenterrará a los pequeños, los amamantará… y los enterrará de nuevo; asegurándose -eso sí- de que deja abierto un pequeño orificio para que los gazapos puedan respirar.