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Por qué no deberíamos guardar el aceite de oliva debajo del fregadero

Uno de los errores más habituales es dejar el aceite en la encimera cerca de la vitrocerámica o bajo el fregadero

Por qué no deberíamos guardar el aceite de oliva debajo del fregadero
Por qué no deberíamos guardar el aceite de oliva debajo del fregaderoPixabay

El aceite de oliva es uno de los productos más especiales que tenemos en la cocina. No solo por su sabor y beneficios nutricionales, sino también por su historia y su papel fundamental en la dieta mediterránea, especialmente en la española. Considerado un auténtico tesoro gastronómico, su precio y sus características lo convierten en un bien que debe ser tratado con mimo. Y es que, aunque solemos prestar atención a cómo lo usamos al cocinar, muchas veces pasamos por alto algo crucial: cómo lo almacenamos en casa. Un producto de lujo merece ser tratado como tal.

En el pasado, las familias solían guardar el aceite en grandes tinajas ubicadas en los sótanos o trasteros. Estos espacios ofrecían las condiciones perfectas: frescura, oscuridad y baja humedad. Este método tradicional, aunque rudimentario, era muy eficaz para proteger el producto de los principales factores que aceleran su deterioro.

Lo que nunca deberías hacer en casa

Hoy en día, las cocinas modernas no cuentan con grandes espacios frescos, y eso lleva a cometer errores comunes. Uno de los más habituales es dejar el aceite en la encimera, cerca de la vitrocerámica o al alcance de la luz solar. También es frecuente guardarlo debajo del fregadero, un sitio húmedo y caluroso que puede afectar seriamente a su calidad.

Para conservar bien el aceite de oliva virgen extra, debe mantenerse en un lugar oscuro, fresco (entre 10 y 18 °C) y seco, lejos de fuentes de calor o luz directa. Estas condiciones ayudan a evitar la oxidación prematura y la pérdida de sus propiedades organolépticas.

El envase: un aliado clave para la conservación

El tipo de envase influye directamente en la vida útil del aceite. Desde el momento de la cosecha, el proceso de oxidación comienza, por lo que la elección del recipiente es fundamental. Las botellas de vidrio oscuro, así como los envases de cerámica o acero inoxidable, son las mejores opciones, ya que bloquean la luz y conservan mejor los nutrientes.

Cada vez más marcas apuestan por envases ecológicos, sobre todo de vidrio reciclado, una alternativa sostenible que además protege bien el contenido.

Cómo elegir un buen aceite en el supermercado

Además de saber cómo almacenarlo, también es importante saber comprarlo. Algunas de las cosas que debemos tener en cuenta son:

  • Evitar botellas de plástico, ya que permiten el paso de la luz y pueden transferir microplásticos al aceite.
  • Escoger envases que estén alejados de focos de luz o calor en el punto de venta (mejor los estantes bajos que los altos).
  • Comprobar la fecha de cosecha. Cuanto más reciente, mayor frescura y calidad.

¿Cuál es la diferencia entre aceite de oliva virgen extra y el aceite común?

Aunque muchas veces se usan como sinónimos, no todos los aceites de oliva son iguales. Existen diferencias clave que afectan tanto al sabor como a la calidad nutricional y al precio.

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es el de mayor calidad. Se obtiene exclusivamente por procesos mecánicos, sin químicos ni calor, lo que permite conservar intactas sus propiedades naturales. Su acidez es muy baja (menos del 0,8%) y su sabor es más intenso, afrutado y con matices que varían según la variedad de oliva. Además, conserva todos sus antioxidantes, vitaminas y compuestos beneficiosos para la salud.

Por otro lado, el aceite de oliva "normal" o refinado suele proceder de aceites de menor calidad que han pasado por procesos químicos para neutralizar defectos de sabor, olor o acidez. Este tipo de aceite, aunque sigue siendo apto para el consumo, pierde parte de sus propiedades saludables y tiene un sabor mucho más neutro.

Por eso, si buscas un producto saludable, natural y con sabor auténtico, el virgen extra es siempre la mejor opción. Eso sí: también es el que más cuidados requiere para conservarse correctamente.