Reiniciar el organismo para combatir el cáncer

Inmunoterapia. El propio organismo del paciente contra el tumor. La nueva arma contra el cáncer ya empieza a dar sus primeros resultados y promete cambiar el paradigma de la lucha contra la enfermedad, que se cobrará este año más de 7,6 millones de personas en todo el mundo. En la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) se ha puesto de manifiesto que ésta es la vía del futuro. Dejará por el camino a los tradicionales tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, y supone una nueva revolución terapéutica.

En ASCO se han presentado dos estudios en pacientes prácticamente «desahuciados» –con tumores en fase muy avanzada, con mal pronóstico y con presencia de metástasis–. Quizá el que más repercusión ha tenido es el del melanoma avanzado. En este caso, Lambrolizumab (de la farmaceútica Merck), aún en una fase temprana de investigación, ha mostrado resultados prometedores, tanto que ha conseguido remisiones completas de la patología, junto a efectos secundarios asumibles, tal como recoge la edición on-line de «New England Journal of Medicine».

En concreto, este nuevo tratamiento tiene como objetivo llegar a la PD-L1, una proteína en la superficie de las células tumorales que impide que el sistema inmune reconozca el tumor para destruirlo. Básicamente, este tratamiento frena la progresión del tumor y a su vez permite que el sistema inmunológico del cuerpo mire como un enemigo a las células tumorales y acabe con ellas. «Estamos impresionados con el modo de actuar de este fármaco. De momento, casi ninguno de los pacientes que han tenido una reducción del tumor han tenido una recidiva», manifiesta Roy S. Herbst, profesor de Medicina y Farmacología en el Centro Oncológico de Yale en New Haven (EE UU). Antoni Ribas, profesor de Medicina en la división de Hematología-Oncología de la Universidad de California (EE UU) y máximo responsable de la investigación sobre el melanoma, manifiesta que «este estudio muestra la mayor tasa de respuestas duraderas al melanoma de cualquier droga que hayamos probado hasta el momento y lo está haciendo sin efectos secundarios graves en casi todos los pacientes». En general, el 38 % de los pacientes que toman Lambrolizumab notaron mejoras en todos los niveles de dosis. De los que tomaron la más baja del medicamento, el 25% mostró mejoría, mientras que el 52 % de los que recibieron la más alta mejoró. La tasa de cualquier respuesta del tumor en todos los pacientes fue del 77%.

La revista científica también se hace eco de otros estudios en los que se emplea la misma técnica. Así, explica cómo los anticuerpos anti-PD-L1 –BMS936559– muestran una actividad antitumoral significativa en pacientes con melanoma avanzado y carcinoma de células renales, entre otros, lo que pone en valor el eje de PD-1-PD-L1 como una diana terapéutica. En este sentido, Javier Foncillas, director del Departamento de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez, apunta que «se trata de una línea terapéutica muy prometedora, en la que la proteína PD-L1 cobra relevancia y debemos buscar las mejores moléculas que puedan activarla, y así potenciar el sistema inmune».