Violencia de género
Salta por el balcón para evitar una agresión machista: «Me obligó a prostituirme, a abortar y a drogarme»
La joven, en tratamiento psicológico y todavía con muletas, ha relatado su calvario ante el juez
Declaró que lo hizo por temor a su pareja, quien presuntamente la estaba amenazando de muerte con un destornillador y le propinó una brutal paliza cogiéndola del cuello y pegándole patadas y puñetazos "por todo el cuerpo".
Una mujer de 20 años que se tiró de un balcón en un domicilio de la calle de Mandri, en Barcelona, ha relatado ante el juez que lo hizo por temor a su pareja, quien presuntamente la estaba amenazando de muerte con un destornillador y le propinó una brutal paliza cogiéndola del cuello y pegándole patadas y puñetazos "por todo el cuerpo".
La víctima, en tratamiento psicólogico y aún con muletas por las lesiones en la espalda y el pie producto de la caída, ha añadido ayudada por un intérprete que la relación con su pareja, con quien estuvo según sus palabras unos tres años, fue "tormentosa"debido a un maltrato "sistemático": "Me pegaba, me obligaba a prostituirme para quedarse con el dinero, tuve que abortar a la fuerza cuando me dejó embarazada y me obligaba a tomar drogas".
Así lo ha contado la víctima este jueves en su declaración ante la Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid, que ha dejado visto para sentencia el juicio contra Maen A., pareja de la mujer en el momento de los hechos, por la presunta comisión de un delito de maltrato habitual y otro de homicidio en grado de tentativa con las agravantes de género y parentesco.
Según las conclusiones de la Fiscalía, el acusado, que se enfrenta a una pena de once años de prisión, y la presunta víctima convivieron durante un tiempo en hostales de Barcelona, y en el momento de los hechos, el 23 de agosto de 2015, lo hacían junto a dos amigos del presunto agresor. La víctima también se desplazaba en ocasiones a Madrid donde residía con su madre.
A lo largo de su estancia en Barcelona, el Ministerio Público asegura que Maen A. le golpeaba "como manifestación de dominio y control", e incluso la amenazaba con prender fuego a la casa o enseñar a la madre de su pareja fotos íntimas de ella si insistía en su idea de querer volver a Madrid con su madre. De esta forma, conseguía supuestamente que su víctima no le abandonara o que no pudiera ver a sus amigas.
El 23 de agosto de 2015 ambos comenzaron a discutir en el interior de la vivienda de la ciudad condal. La mujer ha asegurado que ese día estaba "semiinconsciente"porque el acusado le obligó a ir a comprar droga, alcohol y a consumir ambas sustancias. La disputa comenzó, siempre según el relato de la víctima, porque el acusado le reclamó el dinero de un cliente con el que había estado la noche anterior.
Ella se negó y entonces Maen A. presuntamente le dijo: "Hoy te voy a matar, quiero ver cómo corre tu sangre". Tras esto, le habría comenzado a propinar puñetazos y patadas "por todo el cuerpo", cogiéndola del pelo y evitando que se marchara de la casa para huir de sus agresiones. Incluso varios testigos y ella misma han confirmado que el acusado llegó a coger un destornillador, con el que reiteró las anteriores amenazas.
En ese clima de tensión, la mujer se dirigió al balcón del inmueble para escapar y colocó una de sus piernas por encima de la barandilla al grito de "Déjame saltar que quiere matarme". Todo ello mientras los dos amigos del acusado que vivían junto a ellos trataron sin éxito de persuadir a Maen A. por "su fortaleza y su actitud violenta y agresiva", según la fiscal.
"Presa del pánico", la mujer saltó por la barandilla y se precipitó al vacío desde una altura de 7,35 metros. Como consecuencia de los hechos, la víctima se encuentra en tratamiento psicológico con secuelas post traumáticas y recibiendo medicación. De hecho, sostiene que no puede dormir sin pastillas.
"Parezco una muerta viviente, no tengo alicientes para vivir. No puedo ir sola por la calle", ha lamentado entre llantos la joven, recordando tras esto que es dependiente de su madre y su hermana incluso para las actividades del día a día. A nivel físico padece una "importante"dificultad para la movilidad (usa muletas) y mantiene tratamientos para el dolor tras operarse del pie y la espalda.
Por último, ha añadido que no denunció antes a su presunto agresor por "miedo", y ha comentado, en referencia a que no recuerda cuando saltó por el balcón: "Ojalá perdiera la memoria por completo para no acordarme de nada más".
Por su parte, el acusado, que ha negado todos los hechos que le imputa la mujer, fue detenido el mismo día de los hechos y se encuentra en prisión provisional desde que fuera puesto a disposición judicial al día siguiente.
Ep
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