Mascotas

Sandra Vivancos: "Los meses que estuve inmovilizada en cama, Romeo no se movió de mi lado"

Sandra Vivancos, junto a Romeo, su golden retriever. Foto: Miquel González / Shooting
Sandra Vivancos, junto a Romeo, su golden retriever. Foto: Miquel González / Shootinglarazon

Es el alma de un proyecto de peluquería vegana y comparte sus experiencias con su golden retriever, al que adora y que se ha adueñado de uno de los sofás de su casa.

Lo vegetal está tan de moda que ha llegado incluso a nuestro cuero cabelludo. Así nace «Henna Morena», una peluquería vegana que se basa en cuidar la salud y la belleza del cabello a través de tratamientos con plantas. «Nuestra filosofía es enseñar a que las mujeres cuiden su cabello en casa, como siempre lo han hecho, con una cosmética responsable, honesta, libre de químicos, y volver a los tratamientos de rituales con plantas», dice Sandra Vivancos, el alma mater de este proyecto, que, como no podía ser de otra forma, tiene un gran amigo de cuatro patas al que adora, «un golden retriever que se llama Romeo. En la actualiad tiene 2 años y confieso que es como mi otro hijo peludo». Se reconoce muy permisiva con él, porque es muy cariñoso, por tanto, no le ha costado mucho dejarle atrincherarse en varios puntos del hogar: «En concreto, es dueño de uno de los sofás de mi casa, y no hay quien se lo quite. A él le gusta dormir siempre con mis hijos y a mí me parece fenomenal porque es muy perro muy amoroso, sociable, con instinto casi maternal y tiene un vínculo afectivo muy fuerte con todos los miembros de la familia. Además, soy lo que se puede decir una señora con perro (risas), porque siempre que puedo viene conmigo de viaje y tenemos una relación muy intensa, vamos juntos a todas partes y estamos profundamente conectados», resume esta peluquera a cuyo salón de belleza acuden celebridades como Silvia Abril, Ángela Molina, Ana Rosa Quintana, Belén Cuesta, Ana Duato, Irene Visedo, Miranda Makaroff, Pilar Rubio y un largo etcétera que deja en suspenso. «Lo más hermoso que he vivido con Romeo –prosigue la creadora del concepto de «peluquería slow»– fueron los tres meses y medio que estuve inmovilizada en una cama debido a un accidente. Mientras me recuperaba, él no se movió ni un solo día de mi lado: fue una muestra de amor incondicional tan grande que me conmueve recordarlo». Siempre ha tenido perros adoptados o regalados, jamás comprados –Nuca, Agor, Mun y Platón– y no descarta la idea de darle otro compañero de juegos a su golden retriever... pero hay que cuidarles, «mi consejo de belleza es cepillarlo a diario. Es un momento que establece un vínculo muy especial entre los dos: se relajan, se entregan y, además, es fantástico para la salud de su pelaje». En su establecimiento permiten la entrada con mascota a sus clientes, «y no solo no me molesta, sino que llenan de amor incondicional a borbotones nuestro espacio de trabajo. Lo desestresan», resume quien nos recomienda que todo lo que nos pongamos en el pelo o piel incide en nuestro cuerpo y gracias a su henna de cultivos ecológicos y procesos de calidad certificados ha logrado ser todo un referente en las redes sociales con más de 25.000 seguidores entre Facebook e Instagram.