
Medio Ambiente
Satélites revelan la rápida expansión industrial en el Ártico
El 85% de las zonas contaminadas por luz se deben a actividades industriales y no a la construcción urbana

Un análisis de datos satelitales sobre la luz artificial nocturna revela que más de 800.000 km² del Ártico estuvieron afectados por la actividad humana en 2013. De media, el 85% de la contaminación lumínica en esta región se atribuye a actividades industriales y no a la construcción urbana, según un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universidad de Zúrich. Estos hallazgos son cruciales para garantizar un desarrollo sostenible y proteger la biodiversidad en esta área especialmente vulnerable.
El Ártico, que ha experimentado un calentamiento global mucho más rápido que otras regiones, con un aumento de temperatura de 3 °C desde 1979, alberga algunos de los ecosistemas más frágiles del mundo y ha experimentado pocas perturbaciones antropogénicas durante décadas. Sin embargo, el incremento de la accesibilidad terrestre, impulsado por el calentamiento, ha acelerado el desarrollo industrial y urbano en la zona.
Utilizando datos satelitales de luz nocturna entre 1992 y 2013, los investigadores identificaron áreas con alta actividad humana, destacando que el Ártico europeo y las regiones productoras de petróleo y gas en Alaska y Rusia fueron puntos calientes de actividad humana, con hasta un tercio de la superficie terrestre iluminada. En comparación con estas regiones, el Ártico canadiense estaba en gran parte oscuro por la noche .El análisis reveló que solo el 15% de las áreas iluminadas correspondían a asentamientos humanos, lo que subraya que la principal fuente de luz artificial proviene de la actividad industrial. Este tipo de contaminación lumínica aumenta cada año, tanto en extensión como en intensidad.
Los investigadores advierten que estas actividades industriales, junto con la contaminación lumínica, representan una seria amenaza para la biodiversidad del Ártico. Por ejemplo, la luz artificial afecta la visión nocturna de los renos, impidiéndoles encontrar alimento y escapar de depredadores, y altera el ciclo natural de las plantas.
Además, las actividades humanas fomentan la expansión de especies invasoras en en el ártico, y la extracción de petróleo y gas con frecuencia conduce a la contaminación ambiental, al igual que la industria minera, que también está en expansión. Si el crecimiento industrial en la región sigue la tendencia observada entre 1940 y 1990, entre el 50% y el 80% del Ártico podría enfrentar niveles críticos de perturbación antropogénica en 2050.
Este estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, proporciona una base esencial para futuras investigaciones sobre el impacto del desarrollo humano en el Ártico y es clave para la planificación de un desarrollo industrial sostenible que considere los ecosistemas locales y las comunidades indígenas.
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