Ucrania

Soy ilegal en Kiev por la gestación subrogada

A Ilanit y a su marido Emilio se les caduca el visado la próxima semana A partir de ese momento se convertirán en ilegales y seguirán sin tener pasaporte para su hijo.

Ilanit muestra a su pequeño Ares, nacido por gestación subrogada el pasado 25 de febrero / Foto: Connie G. Santos
Ilanit muestra a su pequeño Ares, nacido por gestación subrogada el pasado 25 de febrero / Foto: Connie G. Santoslarazon

A Ilanit y a su marido Emilio se les caduca el visado la próxima semana A partir de ese momento se convertirán en ilegales y seguirán sin tener pasaporte para su hijo.

Desesperados, así se encuentran los españoles que han sido padres por gestación subrogada en Ucrania. Cuando entraron en el país lo hicieron con un visado de turista que les permite una estancia de 90 días. El problema es que ese plazo empieza a caducar. Hablamos con Ilanit Snir Piñero. Ha tenido que venir a Madrid para estar cerca de un familiar al que le tenían que operar. «No puedo hacer nada, pero quería al menos estar unos días a su lado». Mañana vuelve a Kiev. Es urgente, la próxima semana se les caduca el visado. «¿Qué quieren que hagamos? ¿Con quién dejamos a nuestro hijo?». Llevamos un tiempo hablando con ella, y es la primera vez que no logra frenar las lágrimas. Está desesperada. «El visado finaliza el 24 de mayo. A mi marido el 24 y a mí cinco días después. A la primera pareja de españoles se le caducó el pasado miércoles a él y a ella en unos días. Nosotros, si no se pone remedio, seremos los segundos en convertirnos en ilegales en este país».

La situación, insiste, es muy grave. «Mi hijo ya no será apátrida, sino que tendrá la condición de desamparo». Y al igual que él, insiste, el resto de niños nacidos desde el 21 de febrero, fecha en el que el Gobierno decidió no inscribir como españoles a los niños concebidos en el extranjero por gestación por sustitución. Una instrucción del 18 de febrero que fue publicada en el BOE tres días después sin poner ningún tipo de moratoria, pese a que era de cajón que muchas de las posibles gestantes ya estaban embarazadas.

En el caso de Ilanit su hijo Ares nació el 25 de febrero. «Llegamos el 24 a Kiev y al día siguiente nació». Pese a que el parto se adelantó, ya que la gestante estaba perdiendo líquido amniótico, Ares nació bien. «Le vimos por primera vez al cuarto día de nacer, cuando le dieron el alta. Está sano, fuerte». Desde entonces no se han separado de él, salvo por el viaje urgente que ha tenido que hacer ella. Los 90 días corresponden a un visado de turista. «Puedes salir y entrar del país porque se congela la cuenta atrás, pero lo que no hay forma es conseguir una ampliación si no pasan otros tres meses para volver a entrar como turista».

Durante estos días, además de estar con su familiar, ha intentado encontrar una solución. «He ido a la Embajada de Ucrania en Madrid y me han dicho que no hay ningún supuesto para ampliar el plazo salvo que consiga el visado tipo D, pero para eso necesitamos una invitación del país que se da en el caso de que vayas a estudiar allí, como voluntario o por trabajo. Es decir, que vas a efectuar una función y que Ucrania te requiere para algo, y no es nuestro caso».

Unos días antes, Ilanit y su marido preguntaron también en Kiev. «En Inmigración nos dicen que la Ley ucraniana no está preparada para estos supuestos. Y aunque el Gobierno español decía que era fácil conseguir la tramitación en 90 días, es imposible. De hecho, la Defensor del Pueblo de Ucrania aseguró en los medios de allí que no había ningún motivo legal para otorgar a los niños nacidos por gestación subrogada la ciudadanía ucraniana», asevera.

«Los expedientes están abiertos, el problema es que al caducar nuestros visados hemos vuelto a pedir en Inmigración una ampliación y no es posible. Cuando llegue esa fecha –la próxima semana–, seremos ilegales y ése sí que es un motivo para no tramitar el expediente para el niño. Van a ver que para entonces estaremos ilegales y nos lo van a denegar. En el Consulado de España en Kiev se encogen de hombros, por amor de Dios, ya no es que nuestro hijo sea apátrida es que le dejan en situación de desamparo».

«Por favor, esta situación va a explotar. ¿Qué quieren que hagamos? Han creado un conflicto diplomático por actuar sin previsión. Pido al Ministerio de Justicia y al candidato a las europeas, que, por favor, tomen cartas en el asunto y nos den una solución. No sabemos qué hacer. No tenemos alternativa», suplica esta madre que optó por la gestación subrogada porque no puede tener hijos.

Un miedo que comparten los otros padres. José Luis Friebel nos envía una carta de su hermana María, matrona en Pamplona. «Comenzamos nuestra aventura de ser padres por gestación subrogada hace un año y no por capricho», afirma María. Ella y su pareja llevan desde el 3 de marzo atrapados en Kiev con José, su ángel. «Ante los medios», el Gobierno ha manifestado «que iba a buscar una solución y que iba a prevalecer el interés del menor, pero tres meses después siguen sin dar una solución», denuncia.

«El desamparo de nuestro Gobierno, por no querer reconocer a nuestro hijo como español, nos empujó a solicitar la ciudadanía ucraniana para nuestro hijo, trámite difícil y largo pues tarda unos tres meses. Y así lo hicimos. Para el Gobierno ucraniano, José es español. (Para España, no). Tenemos tres meses de visado para estar en este país. En nuestro caso se nos extingue el 3 de junio y ya no nos queda mucho tiempo. Hoy nos han comunicado que no nos lo van a renovar, pues según la Ley ucraniana no hay un supuesto para ello, así que la solución que nos dan es que mi marido se vuelva a España antes de que le prescriba, pues él es el que tiene que recoger el pasaporte de nuestro hijo, y yo quedarme ilegal en el país».

«Mi hijo –prosigue– se merece estar con sus padres y mi marido no tiene por qué perderse ese tiempo tan maravilloso con su hijo». «Ayer, mediante un email –continúa la misiva–, pedí una cita urgente a nuestra Embajada en Kiev. Hoy me han contestado que antes debo presentar la denegación de la ampliación de la visa por escrito y a lo que añaden en el email una lista de abogados e intérpretes para que contrate sus servicios. El caso es que han sido esos letrados los que nos han dicho que Ucrania no nos va a extender el visado, y para cuando lo solicite y me lo denieguen por escrito ya la situación será irremediable. Seremos ilegales. Y ya lo que ha sido más increíble si cabe es que las familias de los afectados hemos ido a nuestra embajada a solicitar hablar con el cónsul y ni siquiera nos han abierto la puerta. Ya no sabemos qué más podemos hacer... Se nos agota el tiempo y nadie nos da una solución», concluye María.