Teología de la Historia
Los sucesos de San Sebastián de Garabandal, Cantabria (1961-65)
"En los designios de la Providencia no hay meras coincidencias"
San Sebastián de Garabandal, comúnmente conocida como "Garabandal" es una muy pequeña aldea (una «aldehuca») perteneciente al término municipal de la localidad montañesa de Rio Nansa, ubicada en los Picos de Europa de la región de Cantabria, al Norte de España. En la primera mitad de la década de1960 cobró una gran notoriedad en España y en muy diversos países del mundo occidental, destacando entre ellos Estados Unidos. Fue gracias a Joey Lomangino, un estadounidense que, con la opinión favorable del Padre (hoy santo) Pio de Pietrelcina –al que conoció en san Giovanni Rotondo en una peregrinación–, visitó Garabandal y quedó cautivado por las experiencias que allí vivió.
Aludiendo a las no «meras coincidencias» en los designios de la Providencia, hay que destacar que éstas estuvieron muy presentes en los extraordinarios hechos allí acontecidos, como veremos. El domingo 18 de junio de 1961 cuatro niñas, Conchita, Jacinta, Mariloli y Maricruz, las tres primeras de 12 años y de 11 la cuarta, en torno a las 20 horas se alejaron del grueso de los vecinos que se entretenían, como solían hacer tras la misa dominical de la tarde, para ir a jugar inocentemente cogiendo manzanas de un árbol del jardín del maestro.
De repente, Conchita cayó de rodillas con el rostro transformado y los ojos fijos hacia arriba, provocando un susto muy grande a sus amigas que, a continuación, experimentaron la misma súbita impresión quedando también en la misma posición extática. Una vez recuperada su normalidad y profundamente emocionadas por la experiencia vivida, volvieron sobre sus pasos corriendo hacia la Iglesia Parroquial, ante la sorpresa de sus familiares que percibían que algo muy extraño les sucedía y que no atendían a las preguntas y requerimientos que se les hacía acerca de lo sucedido.
Luego se sabrá que, al parecer, habría sido el Arcángel San Miguel quien se les había aparecido siguiendo una práctica usual en las apariciones de la Reina de los Ángeles, actuando como embajadores de su Celestial Soberana. Dos semanas después se volverá a aparecer anunciándoles que el siguiente día, el domingo 2 de julio, tendrían Su visita, como así será. Ahí comenzarán las llamativas coincidencias a las que aludíamos, ya que aquel día en el calendario litúrgico de la Iglesia era la fiesta de la Visitación , evocando la visita de la Virgen Maria a su prima santa Isabel que, pese a su elevada edad, estaba embarazada de seis meses.
El Concilio Ecuménico Vaticano
El Evangelio del día era el de san Lucas, que comenzaba diciendo que «en aquellos días María se fue corriendo a la montaña». Cantabria era y sigue siendo precisamente "la Montaña", y «montañeses» sus naturales. Y Ella «visitaba» a cuatro niñas en la «montaña» y, en ese preciso día comenzarán unos fenómenos que tendrán una muy señalada coincidencia. Y no tan sólo con un día significativo en la Historia –como, por ejemplo, ocurrió con el atentado sufrido por San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, en la fiesta de la Virgen de Fátima– sino durante cuatro años y con el mayor acontecimiento de la Iglesia católica en el siglo.
En 1961 el Concilio Ecuménico Vaticano II estaba en plena preparación, y lo abrirá el Papa Juan XXIII quince meses después el 11 de octubre de 1962, para clausurarlo Pablo VI en la fiesta de la Inmaculada Concepción de 1965. Pues bien, la Virgen tendrá más de 2.000 manifestaciones durante los 54 meses que mediaron entre esa primera visita a la montaña y la última, a Conchita, el 13 de noviembre de 1965 en Los Pinos, una pequeña loma con nueve pinos en su cima que domina una preciosa panorámica de Garabandal.
Pero no acabarán las coincidencias sucedidas en las ya referidas, sino que, llamativamente, los hechos más relevantes se producirán coincidiendo todos ellos en fechas marcadas con el número 18. Si en Fátima será el número 13 el signo de las apariciones de la Virgen a los tres "pastorinhos" por expresa voluntad de la Madre de Dios, entre los meses de mayo y octubre de 1917, en Garabandal, veremos la frecuencia del día 18 presente en los más señalados sucesos. Ya comentamos que todo comenzó un 18 de junio y, exactamente cuatro meses después, se dará a conocer rodeado de una gran expectación popular, el primero de los dos mensajes públicos de la Virgen: era el 18 de octubre de 1961.
Garabandal es profundamente eucarístico en los mensajes y comunicaciones de la Virgen con las niñas, en un claro ejercicio de catequesis al respecto, lo que cobra particular relevancia cuando ahora conocemos debates que se producirán en el Concilio en aras de un voluntarista y mal entendido ecumenismo.
[[H2:El «milagruco»]]
Estos fueron promovidos por un sector modernista minoritario, pero partidario de considerar la Eucaristía como un signo o símbolo en lugar de lo que es: el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, sacramentalmente presente mediante la transubstanciación del pan y del vino en su consagración en la Santa Misa por el celebrante. Así se producirá lo que será conocido como el «milagruco» (milagro pequeño), al aparecer repentinamente una hostia consagrada en la boca de Conchita, visible ante las miradas de muchos presentes que habían sido previamente conocedores de que el milagro solicitado para que creyeran se iba a producir. La fecha, "casualmente", será "otro 18" en esta ocasión, del mes de julio de 1962.
El segundo y último mensaje público de la Virgen, fue controvertido por su contenido. No pocos rechazos y dudas todavía acompañan al "expediente Garabandal" desde entonces, que tienen su origen en su duro contenido: "Como no se ha dado a conocer el anterior mensaje y no se ha cumplido, este será el último. Antes, la copa se estaba llenando, y ahora está rebosando. Sacerdotes, obispos y cardenales, van muchos por el camino de la perdición y con ellos arrastran a muchas almas", para proseguir, "a la Eucaristía cada vez se le da menos importancia". "Antes" se refería a la fecha del anterior mensaje (apenas 4 años atrás, el 18 de octubre de 1961) , y lo que había sucedido durante gran parte de ese periodo era precisamente el Concilio.
Por qué la Virgen vino cada día 13
El día en que ese mensaje se dio a conocer fue otro ¡18 de junio!, de 1965. Comenzamos haciendo referencia a la coincidencia de las apariciones de Fátima con el día 13, y será precisamente la entonces hermana carmelita Lucia del Corazón Inmaculado, quien lo interpretará en su escrito "El mensaje de Fátima a través del tiempo y de los acontecimientos", redactado por "obediencia debida" y hecho público por el provincial del Carmelo de Coímbra el 13 de febrero de 2006, justo un año después de su fallecimiento. Durante tiempo –escribirá la Hna. Lucia– "me preguntaba porque la Virgen quiso venir cada día 13... hasta que un día gozosa empecé a cantar ¡Gloria al Padre!, ¡Gloria al Hijo!, ¡Gloria al Espíritu Santo! Fue como una luz que iluminó mi alma : El 1 y el 3: La unidad y la Trinidad , la Santísima Trinidad".
Fátima es profundamente Trinitaria, al igual que Garabandal es Eucarística. Frente a quienes puedan pensar que esto es cabalístico, conviene no olvidar el profundo significado de los números en la exégesis bíblica, con el 7 como expresión de plenitud; el 12 como las doce tribus de Israel y los apóstoles; el 40 como tiempo de preparación y espera (los 40 días del Señor de ayuno en el desierto antes del comienzo de su ministerio público o los 40 años de los judíos en el desierto sin entrar en la Tierra Prometida, entre otros).
En la Sagrada Escritura aparecen diversos pasajes en el Antiguo y Nuevo Testamento, donde la cifra 18 aparece señalada. Como incentivo para su estudio y discernimiento, apunto sólo una. El Señor en Lucas, 13 : "los 18 que murieron al caer la torre de Siloé...". Al fin, ya es sabido por Daniel 5, 22, lo que Dios le escribió al rey hijo de Nabucodonosor en la pared de Babilonia: "Todo está contado, pesado y dividido".
✕
Accede a tu cuenta para comentar