Buenos Aires

El mapa geológico de la Antártida cabe en el móvil

Un iceberg en la Antártida
Un iceberg en la Antártidalarazon

Geólogos argentinos y españoles han creado un nuevo mapa geológico antártico que contiene la última información geológica de zonas de alto interés científico, que será digitalizado y contará una versión para dispositivos móviles a modo de GPS antes de que finalice el año.

El proyecto, llevado a cabo por el Instituto Antártico Argentino (IAA) en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), es el resultado de diez años de trabajo en los alrededores de las bases antárticas argentinas Marambio y Esperanza.

«Empezamos en 2005 a realizar distintos mapas geológicos de esas zonas. Allí, dada la accesibilidad, se vienen realizando trabajos de investigación desde hace muchos años que había que plasmar en un documento, un mapa geológico con toda la información actualizada», explicó a Efe Sergio Santillana, geólogo del IAA.

Aprovechando los mapas topográficos ya existentes, los geólogos volcaron todos los datos recabados desde 2005 y editaron los nuevos mapas con información actualizada hasta diciembre de 2013, fecha en la que fueron editados.

«Están elaborados con la última información geológica de zonas de alto interés científico. Los mapas anteriores eran muy viejos, con una fotografía a veces deficiente que llegaba a crear confusión sobre el lugar en el que estabas, no eran fácilmente identificables, y ahora están bien referenciados», señaló Santillana.

El geólogo del IAA, que coordinó el equipo de trabajo, destacó las posibilidades que la versión digital de los mapas ofrecerá a los investigadores de las bases antárticas, ya que «obtendrán muy buena información y de manera muy rápida».

«Son cartas geológicas que se hicieron de acuerdo a la geología del lugar. Todos los países hacen cartas geológicas de sus zonas y de su territorio, pero por lo general lo hacen en una escala grande porque la zona que tienen que abarcar es todo el país», explicó Santillana.

«Sin embargo nosotros estos mapas no los hicimos a escala particular de la isla, sino del sector que se quiere analizar. Están hechos en detalle particularmente de la isla Marambio y de la zona de Bahía Esperanza, ambas de mucho estudio e interés científico», afirmó.

En el área de Marambio se ubica «el famoso límite cretácico terciario», precisó el geólogo, lugar donde desaparecieron el 75 por ciento de las especies del planeta «y los dinosaurios».

«Ese límite está dentro de la isla y es muy estudiado científicamente. Por eso el mapa va a ser de mucha utilidad no solo para nosotros si no para el resto de la actividad antártica», aseveró.

Durante los diez años empleados para su elaboración, el grupo de geólogos realizó un intenso trabajo de campo basado, primero, en la creación de un mapa topográfico con fotografías aéreas a través de las cuales se trazaron las conocidas como «curvas de nivel», que unen los puntos que tienen igualdad de condiciones y de altura.

Después, recorrieron toda la geografía «mapeándola» y dibujando «las líneas y los contactos que se quieren remarcar», para acabar trabajando codo con codo con los especialistas en digitalización, una etapa que requiere tanta precisión que puede durar entre dos y tres años.

«Estamos contentos con el resultado y sabemos que por lo menos servirán durante los próximos 10 a 15 años, hasta que se hagan nuevos descubrimientos», subrayó Santillana.

Los mapas permanecerán vigentes durante ese tiempo ya que las zonas estudiadas, en especial la Isla de Maraimbo «no ha sufrido grandes cambios porque ya estaba cubierto de hielo desde hace varios cientos de años».

«En las zonas de alrededor, el cambio climático y el aumento de las temperaturas sí que han hecho que los glaciares estén retrocediendo considerablente», apuntó el geólogo del IAA.

Al ser un proyecto compartido, la mitad de la producción de los mapas se encuentra en el Instituto Antártico Argentino y la otra mitad Instituto Geológico y Minero de España.

«En España se pueden adquirir, pero nosotros no los vendemos, eso sí puede ser consultado por los investigadores y especialistas para su trabajo», concluyó Santillana.