En 2009, la multinacional Kodak anunció su decisión de dejar de fabricar Kodachrome, la película que había comenzado a fabricar en 1935 y que durante décadas había sido el acompañante indispensable de todo aquel que quisiera inmortalizar un paisaje, un amigo o un momento inolvidable.
Pero el popular carrete, y con él la multinacional de fotografía (quién lo iba a decir en un gigante que parecía incombustible) acabaron arrodillándose ante las nuevas tecnologías y la fotografía digital. Simplemente, la empresa no supo aprovecharse a los nuevos tiempos, como si hicieron sus competidores.
Cuando se enteró de que se iba a fabricar la última película, el fotógrafo Steve McCurry pidió a la empresa que le cediera el último rollo, a lo que Kodak accedió, tal y como recoge el sitio de ciencia y tecnología Fayer Wayer. Qué mejor ceremonia de despedida para ese producto.
National Geographic decidió entonces colocarse a la espalda de McCurry (autor de una de las fotos más impactantes de los últimos tiempos) para asomarse a su trabajo y comprobar en directo en qué se empleaban las últimas 36 fotos de Kodachrome. El resultado es un vídeo-homenaje a nuestro carrete de Kodak de toda la vida que no tiene desperdicio.