Japón

Un tabaco menos dañino: es posible y ya está aquí

Expertos en regulación y científicos de la industria tabaquera de todo el mundo se reunieron en Varsovia para debatir acerca de las estrategias de reducción del daño, así como de las nuevas alternativas sin combustión al cigarrillo tradicional.

Asistieron representantes de todo el mundo, como Christelle Haziza, de Philip Morris International (en la foto superior) o Derek Yach, presidente de la Fundación por un Mundo sin Humo
Asistieron representantes de todo el mundo, como Christelle Haziza, de Philip Morris International (en la foto superior) o Derek Yach, presidente de la Fundación por un Mundo sin Humolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Expertos en regulación y científicos de la industria tabaquera de todo el mundo se reunieron en Varsovia para debatir acerca de las estrategias de reducción del daño, así como de las nuevas alternativas sin combustión al cigarrillo tradicional.

El tabaco es el mejor ejemplo de que el placer y el dolor no están tan alejados, incluso van unidos. Fumar, para muchos, resulta un verdadero gusto, pero a la vez son conscientes de que los cigarrillos producen enfermedades cardiovasculares, respiratorias o distintos tipos de cáncer. En España, se calcula que fallecen cada año más de 50.000 personas a causa del tabaquismo. A pesar de las cifras y las intenciones de los fumadores de abandonar el hábito, la adicción se resiste. De hecho, la Organización Mundial de la Salud calcula que en 2025 aun seguirá habiendo en el mundo más de 1.000 millones de fumadores. A estas alturas está claro que lo mejor es dejar de fumar, pero para aquellos que lo van a seguir haciendo, ya existen en el mercado alternativas con nicotina menos dañinas para el organismo. Éste fue el tema protagonista del Global Forum on Nicotine (GFN), celebrado el fin de semana pasado en Varsovia (Polonia).

Coinciden los expertos en que el principal problema del tabaco es la forma de consumirlo, mediante la combustión. Cuando encendemos un cigarrillo y quemamos el tabaco, se alcanzan más de 600ºC. Esto genera un humo que contiene una gran cantidad de componentes tóxicos. Por su parte, la nicotina -que está presente de forma natural en la hoja de tabaco- «es adictiva, pero no es lo más perjudicial de fumar», apuntó el consultor de Pinney Associates, Joe Gitchell.

Por lo tanto, al contrario de lo que pueda pensar la mayoría, la nicotina no es el verdadero enemigo del fumador, sino la combustión. Y Gitchell, ya ha previsto el fin del cigarrillo gracias a un factor fundamental: «La tecnología hace que no necesitemos la combustión nunca más».

La transformación de la industria tabaquera, al igual que otras como la del automóvil –en la que ya algunos fabricantes han anunciado el fin de los motores de combustión– se encuentra dentro de una tendencia revolucionaria hacia el desarrollo de alternativas tecnológicas sin humo con la capacidad de reducir el daño causado por fumar.

Tabaco calentado

El abanico de alternativas al cigarrillo tal y como lo conocemos, cada vez está más abierto. El cigarrillo electrónico es, de momento, la más conocida. Pero existen otras opciones como los productos que calientan el tabaco. El primer producto que conocemos dentro de esta categoría es IQOS, el nuevo producto de Philip Morris International que, al no quemar el tabaco, no libera humo, ni deja ceniza.

Al contrario que el cigarrillo, el dispositivo IQOS calienta el tabaco a unos 350ºC, una temperatura muy inferior a la que se produce con la combustión del cigarrillo, que supera los 600ºC. Christelle Haziza, científica de Philip Morris International, explicó en el GFN los resultados del último estudio clínico de 6 meses realizado a casi 1000 fumadores por la compañía. Según sus palabras, «los resultados de nuestros estudios hasta la fecha muestran que estas alternativas van en la línea de la reducción del riesgo para la salud».

El estudio midió la respuesta biológica de las personas que cambiaron a IQOS durante seis meses en comparación con aquellos que continuaron fumando durante el mismo periodo de tiempo. Los resultados han demostrado que, después de seis meses, ocho indicadores de respuesta biológica mejoraron en aquellos que cambiaron a IQOS.

Reducción de toxicidad

El programa de evaluación científica de la compañía, que lleva estudiando IQOS de forma exhaustiva durante más de 7 años, ha demostrado ya que el vapor de IQOS contiene una reducción media del 90-95% en los niveles de componentes dañinos en comparación con el humo del cigarrillo. Los resultados de Philip Morris también demuestran que la reducción de estas emisiones se traduce en una menor toxicidad en las pruebas de laboratorio y en una menor exposición en los estudios clínicos con fumadores. Además, Philip Morris International ha podido concluir que IQOS no tiene impacto negativo en la calidad del aire interior y, no menos importante, tampoco genera un tabaquismo pasivo.

Además, con IQOS Philip Morris International ha intentado que la experiencia se asemeje lo más posible a la de fumarse un cigarrillo. Por ello, el tabaco para calentar utiliza el mismo papel y filtro que un cigarrillo, aunque de menor tamaño, y el tiempo de uso es similar al de fumar un cigarrillo.

Para el desarrollo de productos alternativos sin combustión como IQOS, la compañía ha invertido 4.000 millones de euros desde 2008. El dispositivo ya se comercializa en 38 mercados, y más de 5 millones de fumadores ya se han pasado a él, llegando a ocupar un 16,3% de cuota en Japón, donde se ha convertido en un verdadero fenómeno creciente. En nuestro país ya se han vendido más de 115.000 dispositivos.

Philip Morris lo tiene muy claro pero no es la única tabaquera que apuesta por estas alternativas. Las otras grandes compañías también están avanzando, de una forma o de otra, en la misma dirección.