Sanidad Pública

Una Sanidad de todos para todos

Los españoles tenemos una más que buena opinión del sistema público de salud. Cada año mejor, lo que es un síntoma de que nos tomamos su cuidado como una obra colectiva

Hay una máxima que suele ser compartida entre los ciudadanos de este país y que pasa por que sólo valoras lo que tienes cuando lo pierdes para siempre o de forma temporal. La experiencia personal de cada uno suele confirmar que la proposición tiene mucho de verdadera. El caso de la sanidad pública española es paradigmático sobre ese curioso mecanismo mental. Basta poner el pie fuera de España, pasar una temporada prácticamente en cualquier país occidental –no digamos, por supuesto, en un territorio del tercer mundo–, para comprender de inmediato el hito diario que representa para España el servicio público de salud, con todos los peros que cualquier obra humana puede arrastrar. Representa un orgullo nacional, en definitiva. Y, aunque es cierto, que la gente tiende por lo general al reparo, al sí pero..., es reseñable que los españoles valoramos con mejor nota cada año el funcionamiento de los hospitales y centros de salud. Nuestra puntuación global de las prestaciones en la sanidad pública fue de un 6,68 sobre 10 el pasado año, la más alta desde 2008. De entre todos los servicios ofertados, la atención primaria merece la mejor calificación con 7,33, mientras que las urgencias se quedan en 6,09, y es claro el campo sobre el que incidir. Ese grado de satisfacción global es el más elevado de todos los países del primer mundo, con casi un índice de valoración positiva del 70% de los usuarios del servicio, seguido por Reino Unido y Suiza y con estados paupérrimos como el de Estados Unidos, que apenas sobrepasa el 20%, según datos recogidos en el último barómetro sanitario del CIS. Como consecuencia de ese buen hacer hay una alta afluencia a las dependencias de salud. Las estadísticas de 2017 lo confirman. El 79,7% de los españoles acudió a la consulta del médico de familia, porcentaje que lógicamente subió al 94% de los mayores de 65 años. Y el 51,5% pasaron por las manos de un especialista. Cuando los estudios de los organismos internacionales confirman que España es el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida al nacer con una media de 83 años, sólo superado por Japón en unos meses, debemos pensar que uno de los secretos de ese éxito colectivo es, sin duda, nuestros magníficos servicios sanitarios y todos los que trabajan en ellos.