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Ciencia y cosmos

Durante 400 años el Sol guardó el secreto de sus enigmáticas manchas, por fin descubrimos qué hacen ahí

Desde los tiempos en los que Galileo Galilei observaba con fascinación la infinidad del Universo y su espacio-tiempo, la humanidad está encandilada y asombrada con el misterioso origen de las manchas solares...

Algunas de las manchas de nuestro astro miden más del doble que el planeta Tierra NASASolar Dynamics Observatory

En la oscuridad de la noche, la inconmensurable belleza de nuestra solitaria Luna invade con el más profundo de los romanticismos nuestras nostalgias y melancolías. Mientras que, a plena luz del día, el Sol atempera nuestro ego como especie infundiendo un respetuoso temor ante la intempestividad de su impresionante poder. Es un astro colosal, gigantesco y abrasador.

Su tamaño alcanza tal inmensidad que los científicos aseguran que tiene unas dimensiones de 1,39 millones de kilómetros de diámetro. Por ende, su volumen acogería la bienvenida de más de un millón de planetas Tierra, que se dice pronto. También sabemos, gracias a los adelantos de la ciencia, que su núcleo supera una temperatura de 15 millones de ºC y emite 3,8 × 10²⁶ vatios de energía por segundo.

Efectivamente, sabemos mucho sobre él. No obstante, nuestro querido y temido gigante cósmico todavía reserva con recelo muchos de sus misterios ocultos y enigmáticos secretos...

Qué son las manchas solares

La inmanencia del Sol se caracteriza, principalmente, por su capacidad de generar luz y energía de una manera constante e irregular.

Esto provoca que aparezcan unas manchas que podemos ver en su superficie y que no son más que regiones temporales que presentan una temperatura mucho más baja que las áreas circundantes.

Un grupo de manchas solares conocidas como Región Activa 1520 en la cara izquierda del Sol el día 7 de julio de 2012NASAGoddard Space Flight Centre

Las manchas del Sol se forman debido a una mayor concentración del campo magnético solar, la cual inhibe la salida de la energía que proviene desde su núcleo. Por ende, aparecen con más regularidad durante las tormentas solares.

Algunas de estas manchas pueden llegar a alcanzar 120.000 kilómetros de extensión.

Como curiosidad, a pesar de que aparezcan como abismales manchas profundamente oscuras... si pudiéramos traer una mancha solar a la Tierra –y pudiéramos vivir para contarlo– su tono sería mucho más brillante que el filamento de una bombilla incandescente al rojo vivo.

Descubren por qué las manchas solares se prolongan durante periodos de tiempo tan extensos

Un estudio publicado en Astronomy & Astrophysics ha resuelto finalmente el rompecabezas. Un equipo de científicos del Instituto de Física Solar de Alemania ha analizado exhaustivamente la estabilidad de las manchas solares.

Los científicos han determinado que, durante el ciclo de 11 años de una mancha solar, los campos magnéticos alcanzan un equilibrio magneto-hidrostático perfecto.

Este equilibrio incrementa la conducción de la electricidad y ayuda a que las manchas solares se conviertan en estructuras capaces de sobrevivir en la superficie solar durante "durante días o incluso rotaciones solares completas", entorno a unos 36 días terrestres.

Aunque, claro, sus colosales dimensiones también contribuyen.