
Inteligencia artificial
Bill Gates, cofundador de Microsoft, mete miedo sobre la IA: "No soy optimista sobre el futuro de la IA"
La inteligencia artificial plantea, según Bill Gates, diversos escenarios ante los que la preparación resulta crucial para no verse abocados a unas consecuencias impredecibles

Si existen voces con una legitimidad suficiente como para tener en consideración sus pronósticos de cara a los próximos años la voz de Bill Gates es, sin ninguna duda, una de ellas. El hombre que imaginó el futuro del software y que diera forma junto a Paul Allen a Microsoft hace ahora 50 años tiene claro que nos hallamos ante un nuevo punto de inflexión tecnológico.
Y ese punto pivota sobre la inteligencia artificial. Una tecnología cuya velocidad de progreso asombra a la par que inquieta, puesto que su potencial abarca tantas áreas y disciplinas, pues resulta complejo establecer los efectos que pueda tener sobre ellas y sobre quienes trabajan de manera directa e indirecta en ellas.
Pese a las facilidades y beneficios que se prometen desde las empresas enfocadas en el desarrollo de la inteligencia artificial, cada vez hay más figuras que apuntan a la incertidumbre que puede llevar aparejada, como lo hiciera el filósofo israelí Yuval Noah Harari. Un pesimismo que en buena medida comparte Bill Gates.
Incertidumbre ante los cambios que producirá la expansión de la IA
El filántropo estadounidense participó en una entrevista especial realizada por Bloomberg Originals y dirigida por Emily Chang para el programa The Circuit, en la que, con motivo del cincuenta aniversario de Microsoft, hablaron entre otras cuestiones del futuro que se avecina con el impacto de la inteligencia artificial. Un tiempo próximo sobre el que se ciernen dudas, en opinión de Bill Gates:
“No soy optimista sobre el futuro de la inteligencia artificial. La gente tiene que pararse a pensar primero cómo va a remodelar la IA nuestras vidas. Y no creo que solo deba preocupar a las personas que usan la tecnología, porque hay muchas decisiones que tomar en relación a cómo se usa”
Esa falta de concreción en los diferentes escenarios de aplicación y la falta de regulación, alertada también por expertos como Geoffrey Hinton, considerado uno de los padrinos de la inteligencia artificial, son la principal preocupación a futuro del filántropo estadounidense.
Gates, que el próximo 28 de octubre cumplirá 70 años, expuso durante la conversación su sorpresa ante la falta de atención de los gobiernos sobre establecer un marco de actuación acorde a la evolución de la inteligencia artificial. El hecho de estar ante una novedad de tal calibre y con tantas aristas debiera exigir a los gobiernos un punto de atención mayor, cuestión que Gates destacó que no está sucediendo.
El magnate centró su sorpresa en los candidatos a las últimas elecciones en los Estados Unidos, si bien es extensible al resto del mundo: "No estoy seguro sobre cómo nos va a afectar, pero lo que sí tengo claro es que necesitamos que nos orienten y nos guíen al respecto”, reafirmó.
Y es que para Bill Gates los ámbitos que vivirán cambios profundos a causa de la inteligencia artificial van desde la educación o la sanidad al mercado laboral, algo que en palabras del propio Gates supondrá “un desafío”.
Por tanto, nos encontramos ante un cambio de paradigma en el que los retos serán tan numerosos como las oportunidades. Una cuestión que hace sobrevolar una duda razonable de cara a su impacto y al modo en que se debería tratar de paliar para que las personas tengan en todo momento oportunidad de seguir esa estela y no quedarse en el camino, tal como teme Bill Gates.
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