
China vs EE. UU.
China golpea a EE. UU. dónde le duele: con un reactor futurista que América había abandonado
China tiene en la mano el poder de desatar una tecnología que podría ser increíblemente limpia, sostenible y amigable para alimentar miles de casas con energía, y es gracias a una vieja investigación norteamericana

La rivalidad entre China y Estados Unidos ha alcanzado niveles que no se veían desde la Guerra Fría. Ambas superpotencias se enfrentan en una batalla descarnada por la supremacía tecnológica que abarca desde la inteligencia artificial hasta la exploración espacial. Cada avance de una nación es percibido como una amenaza directa por la otra, convirtiendo laboratorios y centros de investigación en nuevos campos de batalla donde se decide el futuro de la humanidad.
Esta competencia feroz se ha extendido mucho más allá del ámbito puramente científico. Las tensiones comerciales han escalado hasta convertirse en una auténtica guerra económica, con aranceles, sanciones y bloqueos tecnológicos que amenazan con fragmentar la economía global. Los semiconductores, las tierras raras, la tecnología 5G… cada sector estratégico se ha convertido en un tablero de ajedrez donde ambos gigantes mueven sus peones con la precisión de generales experimentados.
Pero lo más preocupante es cómo esta rivalidad tecnológica está derivando en tensiones militares que mantienen al mundo en vilo. El Mar de China Meridional, Taiwán, los misiles hipersónicos… cada innovación tecnológica tiene implicaciones bélicas que podrían desencadenar un conflicto de proporciones catastróficas. La línea entre competencia comercial y preparación para la guerra se ha vuelto peligrosamente difusa.
Estados Unidos regaló a China la energía nuclear del futuro
Vamos a imaginar por un momento que entregas a tu mayor rival la tecnología perfecta para que pueda conseguir energía barata y segura. Eso es exactamente lo que Estados Unidos hizo en los años 50, y ahora China les está devolviendo el favor con intereses. Los científicos chinos han logrado algo que parecía imposible: repostar un reactor nuclear experimental sin apagarlo, utilizando una tecnología que los estadounidenses desarrollaron y después abandonaron como si fuera basura.
Tal y como aseguran desde LiveScience, este hito histórico se ha conseguido utilizando un reactor de sal fundida que funciona con torio líquido en lugar del tradicional uranio. Xu Hongjie, el científico líder del proyecto, no ha podido ser más claro: “Estados Unidos dejó su investigación disponible públicamente, esperando al sucesor correcto. Nosotros fuimos ese sucesor”.
La metáfora que usó Xu es demoledora: “Los conejos a veces cometen errores o se vuelven perezosos. Ahí es cuando la tortuga aprovecha su oportunidad”. Una referencia directa a la fábula de Esopo que viene a decir que Estados Unidos se durmió en los laureles mientras China trabajaba pacientemente para superarlos. Y vaya si lo han conseguido.
El reactor secreto está escondido en el desierto de Gobi, cerca de la frontera con Mongolia, y comenzó a funcionar en junio de 2024. Puede generar de forma sostenible dos megavatios de energía, suficiente para alimentar a 2.000 hogares. Pero lo verdaderamente revolucionario no son los números, sino la tecnología detrás de todo esto.
Los reactores de torio son infinitamente más seguros que los de uranio tradicionales. No pueden sufrir fusiones como las de Chornóbil o Fukushima porque su combustible ya está fundido y simplemente se solidifica al contacto con el aire. Además, producen muchísima menos basura nuclear, así que se convierte en una opción realmente interesante para conseguir energía limpia y segura.
“En el juego nuclear no hay victorias rápidas. Necesitas tener resistencia estratégica, enfocándote en hacer una sola cosa durante 20, 30 años”
Pero aquí viene lo que realmente duele: Estados Unidos tenía toda esta tecnología en los años 50. La desarrollaron como parte de un proyecto para crear jets supersónicos propulsados por energía nuclear. Cuando el proyecto se abandonó en 1954, toda la investigación se declasificó y quedó disponible públicamente. Los americanos literalmente regalaron a China las llaves de su futuro energético.
China ha estado trabajando en reactores de torio desde los años 70, y ahora está liderando en innovación nuclear. El país tiene reservas de torio suficientes para satisfacer sus necesidades energéticas durante 60.000 años. Mientras Estados Unidos sigue dependiendo de combustibles fósiles y lidiando con reactores nucleares obsoletos, China se prepara para dominar la energía del futuro.
La ironía es que China contribuye con el 27% de las emisiones globales de carbono, pero Xi Jinping planea hacer el país neutro en carbono para 2060. Con esta tecnología de torio, no solo es posible, sino probable que lo consigan. Y mientras tanto, Estados Unidos seguirá preguntándose cómo perdió una ventaja tecnológica que ellos mismos habían desarrollado décadas atrás.
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