Tecnología militar

Por qué está el submarino nuclear ‘maldito’ K-19 semienterrado en una residencia privada cerca de Moscú

El submarino fue uno de los más problemáticos de la Armada soviética y 60 personas murieron durante su construcción y primeros años de servicio

Por qué está el submarino nuclear ‘maldito’ K-19 semienterrado en una residencia privada cerca de Moscú.
Por qué está el submarino nuclear ‘maldito’ K-19 semienterrado en una residencia privada cerca de Moscú.Archivo Rodina.

El K-19 fue un submarino histórico en la Armada rusa por varias razones. En servicio desde 1961 a 1990, fue el primer submarino soviético armado con misiles balísticos nucleares (R-13 SBLM) y protagonizó una carrera plagada de accidentes que terminaron costando la vida a bastantes decenas de sus marinos, lo que llevó a que recibiera apodos como Hiroshima, maldito, o, popularizado por la película de 2002 protagonizada por Harrison Ford, Widowmaker (‘hacedor de viudas’). Tras ser retirado del servicio, se desmanteló. Sin embargo, hoy en día se encuentra semienterrado en una zona residencial privada cerca del estanque de Pavlovsky, en la región de Moscú. ¿Qué hace allí décadas después de que el compartimento del reactor fuera desechado en la bahía de Abrosimova, en el mar de Kara?

La rubka del K-19

A pesar de su apariencia, lo que se encuentra en la localidad de Nikulskoye, en las coordenadas 56.02509° N, 37.67394° E, a 100 metros de la orilla del estanque, no es el submarino completo sino su rubka o torre de mando, que tiene 28 metros de largo y está colocada sobre un terraplén de tierra que simula el casco de un submarino, de ahí la impresión de encontrarse semienterrado.

La reubicación de la sección del K-19 fue una iniciativa privada liderada por Vladimir Románov, no un proyecto oficial gubernamental. Románov, antiguo marinero del K-19 (se desempeñó como cocinero a bordo) y posteriormente empresario, dedicó sus propios recursos para salvar esta parte del submarino del desguace.

Tras su desmantelamiento en la primera década de este siglo, en el astillero Nerpa (Severodvinsk, norte de Rusia), la rubka quedó apartada en una explanada cercana. En 2006, Románov adquirió esta sección con la intención de preservarla. Organizó el traslado de la enorme pieza en 2018, cortándola en segmentos para transportarla por tren hasta la provincia de Moscú. De este modo, el antiguo K-19 encontró ese año su ‘última parada’ en la aldea de Nikulskoye en forma de monumento. Las operaciones de corte, transporte e instalación fueron complejas y costosas, estimándose un gasto total en torno al medio millón de dólares solventado por el propio Románov, quien contó con el respaldo de la corporación local.

La rubka del K-19 en Nikulskoye.
La rubka del K-19 en Nikulskoye.Rave.Wikipedia.

El terreno en el que se encuentra la rubka del K-19 forma parte de un conjunto de casas de campo (dachas) con seguridad privada, donde reside el propio Románov. No funciona como museo abierto regularmente al público, y el acceso espontáneo está restringido. Sin embargo, el lugar puede llegar a ser visitado. En 2022, un club náutico juvenil navegó por el estanque hasta Nikulskoye y se acercó al monumento para rendir homenaje a los marinos del K-19. No hay un acceso público formal, pero tampoco está completamente vedado.

El K-19 se mantiene como memorial de los marineros fallecidos en su servicio. Románov y otros ex del K-19 la utilizan como punto de reunión en aniversarios y actos de recuerdo, y el estado de la estructura es vigilado para su conservación.

A pesar de todo, esta podría no ser la parada definitiva del K-19. Según medios rusos, existen planes para trasladarlo de su ubicación actual al Museo de la Victoria en Moscú, un museo militar oficial.

Por qué el K-19 tenía apodos como Maldito, Hiroshima y Widowmaker

K-19 en el mar, 29 de febrero de 1972.
K-19 en el mar, 29 de febrero de 1972.Norman Polamar.US Navy.

El K-19 fue uno de los submarinos más problemáticos de la Armada soviética. Desplazaba 5.000 toneladas, era impulsado por 2 reactores nucleares VM-A de 70 MW, tenía una eslora de 114 metros, manga de 9,2 m y calado de 7,1 m. Estaba diseñado para sumergirse a una profundidad de 300 metros, aunque nunca superó los 250, y su tripulación constaba de 139 marinos, incluyendo los oficiales.

Inicialmente conocido como Proyecto 658 y después designado como clase Hotel, fue construido como la respuesta soviética al USS George Washington de Estados Unidos, de forma tan apresurada que sufrió múltiples accidentes que comenzaron incluso antes de echarse a la mar. En total, 60 personas murieron en los primeros años de servicio del submarino.

  • Durante la construcción (1958–1960): 2 trabajadores murieron en un incendio en el astillero naval de Severodvinsk. Posteriormente, 6 mujeres fallecieron al inhalar gases tóxicos mientras aplicaban revestimiento de goma en una cisterna. En otros accidentes, un electricista fue aplastado por la tapa de un tubo de misil durante la carga de armamento y un ingeniero murió al caer entre dos compartimentos del submarino.
  • Accidente nuclear (4 de julio de 1961): Durante ejercicios en el Atlántico Norte, una fuga en el sistema de refrigeración del reactor provocó un aumento incontrolado de la temperatura. La tripulación improvisó un sistema de enfriamiento, evitando una fusión del núcleo. Sin embargo, 8 marineros murieron poco después por exposición a la radiación, y otros 14 fallecieron en los años siguientes debido a enfermedades relacionadas. El apodo Hiroshima proviene de este suceso en particular.
  • Colisión con el USS Gato (15 de noviembre de 1969): En el mar de Barents, el K-19 colisionó con el submarino estadounidense USS Gato. El impacto dañó gravemente la proa del K-19, incluyendo el sonar y los tubos de torpedos. A pesar de los daños, el submarino logró emerger y regresar a puerto para reparaciones.
  • Incendio a bordo (24 de febrero de 1972): Mientras navegaba a 120 metros de profundidad en el Atlántico, se desató un incendio en las secciones 5, 8 y 9 del submarino. El siniestro causó la muerte de 28 tripulantes y requirió una operación de rescate que involucró a más de 30 embarcaciones y se prolongó durante 40 días.