Si hay algo que durante años se ha ensalzado de la figura de Elon Musk es su facilidad para plantear proyectos de ámbitos muy diversos y con una gran capacidad de alcanzar las metas que se planteaba.

Tesla, SpaceX, Starlink o Neuralink son solo algunos de los ejemplos dentro del magnífico porfolio que presenta el magnate canadiense de origen sudafricano. Muy a su pesar, los últimos tiempos y tras su incursión en política tanto su imagen personal como el recorrido de sus compañías han perdido ese rumbo exitoso que habían elevado a Musk a la categoría de referencia.

La capacidad anímica de Musk, a prueba

Esto es algo que el propio Elon Musk ha detectado. Las pérdidas en bolsa y la caída en ventas de Tesla, los fiascos de los últimos lanzamientos efectuados por SpaceX y las críticas recibidas por su deriva política han llevado al empresario a dejar de lado su papel en la administración de Donald Trump para recuperar el pulso empresarial y con ello su imagen pública.

Durante la pasada semana, Elon Musk enfocó la mayoría de sus esfuerzos en el que era el noveno lanzamiento que efectuaba SpaceX y expertos en materia espacial como Tim Dodd pudieron estar con el multimillonario durante las horas previas. En ellas, Musk se mostró agotado por momentos tal como podemos ver en el vídeo con el que el propio Dodd acompañó su publicación acerca de la charla mantenida con Musk.

Tras ser preguntado por Tim Dodd por un pequeño resumen de sus planes a futuro, Elon Musk respondió primero con un lenguaje corporal en el que se veían perfectamente signos de agotamiento: estiramientos de cervicales, manos pasando por el cuero cabelludo y un suspiro antes de arrancar con una respuesta absolutamente esclarecedora: "La verdad es que tengo muchas cosas en la cabeza", reconoció con transparencia Musk.

La exigencia propia hace mella a Musk

No es de extrañar que el propio Elon Musk se muestre en ocasiones tan vulnerable como en el vídeo recogido por Dodd. La presión a la que se ve sometido tanto por su propia exigencia como por parte de los accionistas de sus compañías no le ha abandonado ni un solo momento de los últimos meses y parece haber hecho minado en el ánimo del empresario.

La decisión de alejarse del foco político puede resultar un paso crucial en el momento actual de Elon Musk de cara a recuperar el pulso de todos sus proyectos. Con ello, además, debería llegar la estabilización de su imagen pública y también la paz a en materia reputacional para sus empresas.

Todo ello con el fin de lograr un entorno mental que le permita recuperar esa figura visionaria que levantaba expectación con cada anuncio en el sector tecnológico mundial.