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Historia de un divorcio

Elon Musk, despechado por Trump: "Sin mi, no hubiera ganado las elecciones"

El enfrentamiento público entre Donald Trump y Elon Musk ha escalado dramáticamente en X, con acusaciones explosivas que vinculan al expresidente con los archivos de Jeffrey Epstein y amenazas de desmantelamiento de SpaceX

Elon Musk hizo dos veces el saludo nazi en la fiesta de Trump AFP

El "divorcio" entre Donald Trump y Elon Musk, que venía gestándose con algunas insinuaciones, estalló de forma brutal este pasado jueves, transformándose en un cruce de acusaciones, insultos y amenazas sin precedentes.

La relación entre quien fuera un asesor cercano del presidente y uno de los magnates más influyentes del mundo ha llegado a un punto de no retorno, y ha sido en la red social X, propiedad del propio Musk, donde se ha vivido el clímax de esta tensa ruptura.

El origen de la tormenta: de la lealtad al cruce de acusaciones

La fractura pública entre Donald Trump y Elon Musk comenzó a hacerse evidente hace apenas unos días. El 3 de junio, Musk utilizó su propia red social, X, para criticar duramente el proyecto de ley de gastos propuesto por Trump, calificándolo de "una abominación repugnante".

Esta fue la primera grieta pública en una relación que hasta entonces parecía sólida, con Musk incluso habiendo sido honrado en la Casa Blanca el 30 de mayo por su labor como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y confirmado como asesor en temas de tecnología y política industrial.

La respuesta de Trump no se hizo esperar. El mismo 5 de junio, el expresidente arremetió contra Musk en su propia red social, Truth, asegurando que "Elon se estaba agotando, le pedí que se fuera" y que "¡Simplemente se volvió loco!". La tensión escaló cuando Trump lanzó una amenaza directa: "recortar los subsidios y contratos del Gobierno federal a las muchas empresas de Musk".

La reacción de Musk fue inmediata y dramática. En X, el magnate contraatacó afirmando que "a la luz de la declaración del presidente sobre la cancelación de mis contratos gubernamentales, SpaceX comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato".

El enfrentamiento continuó, con Musk echando en cara a Trump: "Sin mí, Trump hubiera perdido las elecciones", dejando caer lo que pudo ser una posible manipulación de las elecciones "gracias" a la plataforma X. Ante tales palabras, Trump replicó que "Hubiera ganado Pensilvania independientemente de Elon”. También se enzarzaron por un proyecto de ley fiscal, con Trump alegando que Musk lo conocía y Musk desmintiendo categóricamente haberlo visto.

La acusación bomba y el impacto en Tesla

El clímax de este cruce de acusaciones llegó cuando Elon Musk hizo una afirmación impactante en X, vinculando directamente a Donald Trump con el polémico caso de Jeffrey Epstein, el fallecido multimillonario acusado de prostitución de menores.

Musk afirmó que era hora de "soltar la bomba", y sugirió que la supuesta aparición del expresidente en los archivos de Epstein era la razón por la que estos no se habían hecho públicos.

Un choque de trenes de esta magnitud no podía quedarse sin consecuencias, y el impacto más inmediato lo recibió Tesla, la empresa insignia de Musk.

Las acciones de Tesla cayeron un 10,1% en las primeras horas de la tarde del 5 de junio, justo cuando los dos multimillonarios aireaban sus diferencias. Esta caída, la más grave desde abril, redujo el patrimonio personal de Musk en 17.200 millones de dólares.

El descenso en el valor de Tesla se agudizó, precisamente, después de que Trump acusara a Musk de que sus críticas tenían que ver con la política de vehículos eléctricos.

Este no es el primer golpe que la fortuna de Musk recibe por su relación con el gobierno de Donald Trump; las ventas de Tesla en Europa ya habían caído de manera notable a lo largo de os últimos mese, como expresión del rechazo a la participación de Musk en la administración.

Un "divorcio" público con consecuencias

Este "divorcio" público entre dos de las figuras más influyentes del planeta ha alcanzado una dimensión que va más allá de la mera disputa personal. Trump ha confesado estar "muy decepcionado" con Musk, a quien considera "ingrato" a pesar de la ayuda que le prestó.

El impacto en las acciones de Tesla es un claro indicador de cómo la vida pública y las decisiones políticas de sus líderes pueden afectar directamente a las empresas que dirigen.

Este enfrentamiento, que ha pasado de insinuaciones a insultos y amenazas, es un ejemplo de cómo los asuntos personales de los magnates pueden tener resonancia global y económica, con repercusiones que, sin duda, seguirán dando que hablar durante meses.