Inteligencia artificial
Estas pueden ser las consecuencias de utilizar en exceso ChatGPT: peligro de adicción
Investigadores del MIT de Massachusetts y de OpenAI arrojan luz sobre el perfil de usuario que puede ser más propenso a generar una adicción con un chatbot
ChatGPT se ha convertido en una herramienta imprescindible, con presencia regular en el día a día y con una tasa de uso en aumento. La capacidad de conversación y de resolución que ofrece el modelo de lenguaje de inteligencia artificial de OpenAI ha abierto un nuevo paradigma y se le puede considerar un compañero de trabajo o de inquietudes en el tiempo libre.
El crecimiento en popularidad de la inteligencia artificial ha llevado a un grupo de investigadores de OpenAI y del MIT Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts a realizar un estudio conjunto en el que han querido medir el impacto que puede generar ChatGPT en los usuarios que más tiempo pasan entre sus diálogos. Todo ello cuando estamos a las puertas del año que los expertos apuntan a que sea el de la explosión definitiva de la IA.
Más tiempo con ChatGPT igual a más problemas
El estudio lleva por título “Cómo los chatbots de IA afectan nuestro bienestar social y emocional: nuevos hallazgos de investigación” y las conclusiones no dejan bien parados a quienes durante más tiempo interactúan con el modelo. Los investigadores de OpenAI y el MIT Media Lab descubrieron que existe un grupo de usuarios de ChatGPT que mostraban un "uso más problemático", definido en el documento como "indicadores de adicción... que incluyen preocupación, síntomas de abstinencia, pérdida de control y modificación del estado de ánimo".
Pero esto no es algo que deba preocupar a quien utilice la inteligencia artificial de forma esporádica o para resolver la típica disputa gramatical durante la comida de los domingos. El estudio pone el foco en que ese tipo de comportamientos se daban en particular en lo que catalogaba como “usuarios avanzados”, aquellos que durante más tiempo y en periodos más prolongados hacían uso de ChatGPT, desarrollando una relación de cierta dependencia o incluso de adicción.
Del mismo modo el estudio elaborado sobre una muestra de más de 5.000 personas entre la fase de encuestas y el ensayo controlado aleatorio posterior mostró que el grado de uso afectivo entre el modelo de lenguaje artificial y el usuario se daba solo en un pequeño grupo de los usuarios habituales del Modo de Voz Avanzado de los que participó en la muestra. Los investigadores consideran en su estudio tan reducido este grupo que sería complejo estudiar su impacto a gran escala.
El estudio recoge entre sus conclusiones que las personas con tendencia al apego en las relaciones y aquellos que creían que podían llegar a hacerse amigos del chatbot eran más propensas a experimentar consecuencias negativas.
El equilibrio entre uso adecuado y sobreexposición a la inteligencia artificial parece complejo, más si cabe cuando por ejemplo se están llevando a cabo ensayos clínicos elaborados con IA generativa para tener un chatbot como psicólogo, pero esto abriría una variante que los estudiantes del MIT y los miembros de OpenAI no han incluido en su estudio.