En 2022, cuando todos creíamos que ya se había exprimido todo lo posible la idea del multiverso, llegaron los directores Dan Kwan y Daniel Scheinert -los Daniels (sí, como nuestros Javis, pero sin ser pareja sentimental)- para desmontarlo todo con una propuesta totalmente loca. Esta película empieza siendo una comedia familiar normalita, pero enseguida se desata una mezcla imposible de ciencia ficción, artes marciales, drama existencial y humor absurdo. Todo a la vez.

En el centro de ese caos maravilloso está Michelle Yeoh (Memorias de una geisha), que brilla como nunca en el papel más libre y sorprendente de su carrera. La película, producida por A24, fue ganando fuerza desde su estreno hasta convertirse en uno de los grandes fenómenos recientes del cine independiente, y las pruebas están en todas partes. En la plataforma de Rotten Tomatoes arrasa con un 94% de los críticos y un 79% de la audiencia, y en IMDb logró colarse entre las favoritas del año con una media de 7,8/10. ¿Algo más? Evidentemente. Se llevó siete premios Oscar, entre ellos el de 'Mejor película', pero más allá de eso, también dejó momentos inolvidables: como el regreso triunfal de Ke Huy Quan, que por si no lo recuerdas es el niño de Indiana Jones y el templo maldito.

Una madre agotada, un multiverso colapsando y un bagel existencial

Evelyn Wang (Michelle Yeoh), una inmigrante china en EE.UU., intenta mantener a flote su vida como puede: gestiona una lavandería con su marido (Ke Huy Quan), discute constantemente con su hija adolescente (Stephanie Hsu), cuida de su padre (James Hong), que no le da un respiro, y encima tiene a Hacienda pisándole los talones. Todo parece estar a punto de venirse abajo cuando, de repente, su rutina se rompe de forma radical. Sin comerlo ni beberlo, se ve arrastrada a una aventura que desafía cualquier lógica: empieza a saltar entre versiones alternativas de sí misma en cientos de universos distintos, con habilidades inesperadas en cada uno de ellos, mientras el destino de la realidad misma queda en sus manos.

Cada uno de esos mundos le obliga a mirarse desde otro ángulo, a preguntarse quién es realmente y qué habría pasado si hubiera tomado decisiones diferentes a lo largo de su vida. Así que, no te sorprendas si al principio crees estar viendo una historia sobre facturas imposibles de pagar y malentendidos familiares, porque en poco tiempo se convierte en un viaje alucinante que mezcla comedia absurda, acción y momentos de mucha verdad. Entre saltos imposibles y universos delirantes, esta película estadounidense logra algo realmente difícil: hablar de identidad, amor y propósito con una frescura y una imaginación que no había visto jamás en el cine, al menos yo personalmente.

Hemos dejado muchas pistas a lo largo del texto, pero si todavía no sabes a cuál nos referimos, ya te lo decimos nosotros: se trata de 'Todo a la vez en todas partes'. No es la típica película para ver cualquier día por la noche, agotado y con ganas de cerrar el ojo, porque te perderás antes de que empiecen sus 139 minutos. Si te animas a descubrir su locura, actualmente puedes hacerlo desde el catálogo de Filmin.