Amplificador Hi-Fi qué es qué tipos hay cuál comprar

¿Qué tipos de amplificadores Hi-Fi existen y cuál te conviene?

Descubre sus ventajas, diferencias y cómo elegir el mejor para ti

¿Qué tipos de amplificadores Hi-Fi existen y cuál te conviene?
¿Qué tipos de amplificadores Hi-Fi existen y cuál te conviene?The New York Times

Hace poco te contábamos qué significa realmente ‘alta fidelidad’ y cómo lograr el mejor sonido en casa. En ese artículo también hablamos de componentes de un equipo Hi-Fi, y uno de los más críticos es el amplificador.

Te preguntarás por qué, y es perfectamente legítimo. Aparte de ser el corazón de cualquier sistema Hi-Fi, estos dispositivos pueden marcar la diferencia entre una experiencia de escucha mediocre y una superior. En sí, los amplificadores son un mundo aparte.

Elegir el adecuado puede ser una tarea intimidante, especialmente si no conoces muy bien qué puedes encontrar en este mercado. Por eso mismo en este artículo vamos a contarte no sólo qué es un amplificador en el mundo Hi-Fi, sino también de qué tipos puedes encontrarlos y cuál te conviene más.

Un poco de historia: de las válvulas al mundo digital

Amplificadora válvulas H.H. Scott LK-72
Amplificadora válvulas H.H. Scott LK-72Sylvia Massy

Antes de meternos en la parte de la historia en sí, vale la pena definir qué es un amplificador. En pocas palabras, es un dispositivo que toma la señal de audio —generalmente débil—, que sale de una fuente sonora X —un tocadiscos, CD, etc— y la hace lo bastante potente como para mover los altavoces, llenar una habitación de música y al oyente de orgullo y satisfacción.

No se trata sólo de subir el volumen, sino mantener la calidad, los matices y la fidelidad del sonido original. Si los altavoces son un componente crítico, los amplificadores son igual de importantes; para un audiófilo es como preguntarle si quiere más a mamá o a papá.

Ahora ya podemos ir con la lección de historia. El primer amplficador de audio práctico se inventó en torno a 1912. El encargado de hacerlo fue Lee de Forest, que desarrolló un primer modelo a válvulas que fue revolucionario porque, además, permitió la creación de la radio AM y los primeros equipos de música domésticos. Los amplificadores a válvulas fueron los reyes del mercado durante décadas.

Ese reinado llegaría a su fin a finales de la década de 1960, cuando la aparición de los primeros amplificadores de transistores cambió las reglas del juego: eran más ligeros, no se estropeaban tan fácilmente y requerían de mucho menos mantenimiento que los modelos a válvulas.

Aquí ya empiezan a aparecer marcas que todos conocemos, más o menos: Yamaha, Pioneer o Sony fueron algunos de los que más popularizaron estos equipos, haciendo que la alta fidelidad fuese más accesible al público.

En la década de 1980 aparecieron los primeros amplificadores digitales, mucho más compactos y eficientes que sus predecesores. Estos aparatos abrieron nuevas posibilidades y ayudaron a democratizar más el mercado.

¿Cuántos tipos de amplificadores hay?

Hoy en día podemos encontrar hasta cinco tipos distintos de amplificadores, cada uno adecuado para cada necesidad acústica y cada presupuesto.

Amplificadores integrados

Marantz PM6007, uno de los mejores amplificadores integrados de gama de entrada del mercado
Marantz PM6007, uno de los mejores amplificadores integrados de gama de entrada del mercadoMarantz

Son los más populares dentro del entorno doméstico. En un sólo aparato se encuentran todas las funciones necesarias: selección de fuente —CD, vinilo, Bluetooth, radio, etc—, control de volumen y la etapa de potencia que mueve los altavoces.

Algunos de los más vendidos son el Marantz PM6007, el Cambridge Audio AXA35 o el Audiolab 6000A. Todos ellos tienen una excelente relación calidad precio y están pensados para quienes buscan simplicidad y buen sonido.

La principal ventaja de estos amplificadores es que necesitas menos cables para conectarlos a tu equipo y que ocupan menos espacio que las soluciones dedicadas de gama alta —después llegaremos a eso—. También son los más fáciles de instalar y usar, y muchos modelos modernos ya incluyen conexiones digitales y Bluetooth para conectar desde móviles, a barras de sonido, pasando por pequeños reproductores de CD.

Amplificadores a válvulas

McIntosh 2152, un amplificador valvular que cuesta 20.000 euros
McIntosh 2152, un amplificador valvular que cuesta 20.000 eurosMcIntosh

Como su propio nombre indica, estos dispositivos utilizan válvulas de vacío para amplificar la señal. Si algún guitarrista me está leyendo: sí, las mismas que las de tu amplificador. Y sí, las opciones de más alta gama son más caras que algunos amplificadores de guitarra boutique.

Este tipo de amplificador no sólo es el más antiguo como ya establecimos antes, sino que tiene una fuerte base de seguidores entre quienes buscan un sonido cálido y suave. Requieren más mantenimiento y suelen ser más voluminosos que los todo en uno, pero su firma sonora es inconfundible y es muy apreciada entre los más devotos del jazz y la música clásica.

Hay que tener en cuenta que las válvulas se desgastan y hay que sustituirlas cada cierto tiempo. Aunque es posible que un oyente pueda aprender a hacerlo él mismo, para que el proceso se lleve a cabo correctamente y sin poner en riesgo el equipo suele ser necesario llevarlo a servicios técnicos especializados.

¿Por qué? Porque muchos requieren de un paso conocido como ajuste de BIAS. ¿Y para qué se hace esto? Para lograr que las válvulas trabajen en su zona óptima de funcionamiento. De esta manera se les saca el mejor rendimiento sonoro posible, se reduce la distorsión y también se prolonga la vida útil del amplificador.

Insisto, cualquiea puede adquirir este conocimiento, pero es mejor ponerlo en manos de profesionales con experiencia. Eso sí, implica un gasto adicional y periódico, algo a tener en cuenta si eliges este tipo de amplificador.

Amplificadores híbridos

El Magnat MA900 es un ejemplo perfecto de amplificador híbrido
El Magnat MA900 es un ejemplo perfecto de amplificador híbridoMagnat

En pocas palabras: lo mejor de ambos mundos. Estos amplificadores combinan válvulas en la etapa de preamplificación —para aportar ese toque cálido y musical al sonido— con transistores en la etapa de potencia. ¿El resultado? Ganas eficiencia energética y potencia más que suficiente para cualquier entorno doméstico, ya que los transistores necesitan muy poco para ofrecer toda su fuerza.

Así consigues el carácter y la musicalidad de las válvulas, junto a la fiabilidad y el empuje de los transistores. Una opción cada vez más popular para quienes buscan un sonido con personalidad, pero sin las complicaciones de los modelos totalmente valvulares.

Eso sí, sigues necesitando un ajuste periódico de la etapa de preamplificación, como sucede con cualquier equipo que utilice válvulas.

Amplificadores digitales

Topping MX3, un amplificador digital compacto pero muy poderoso
Topping MX3, un amplificador digital compacto pero muy poderosoAudioplanet

Estos dispositivos usan tecnología digital para amplificar la señal. Son muy compactos —algunos son realmente pequeños—, ligeros y muy eficientes; ideales para espacios pequeños y para quienes buscan un equipo moderno que se pueda poner en cualquier parte.

Algunos ejemplos de este tipo de amplificador son el SMSL SA300 y el Topping MX3. Y no te dejes engañar por su reducido tamaño: ofrecen potencia más que suficiente para cualquier habitación.

Estos aparatos, dado que están basados en el mundo digital y son más modernos que los otros tipos, suelen integrar Bluetooth y DACs solventes. También hace no mucho te explicamos qué es un DAC y cómo mejora la calidad de sonido, por si quieres profundizar.

Etapas de potencia y previos

Rotel RC-1572MKII, un conjunto de previo y etapa de potencia de gama alta
Rotel RC-1572MKII, un conjunto de previo y etapa de potencia de gama altaSecrets of Home Theater and High Fidelity

Aquí la cosa ya se pone peliaguda y muy, muy cara. Estamos hablando de los sistemas de amplificación más avanzados, en los que se separan las funciones: el previo se encarga de seleccionar la fuente sonora y ajustar el volumen, mientras que la etapa de potencia amplifica la señal.

Esta configuración permite, en teoría, una mayor personalización del sonido y, también en teoría, una mejor calidad. No obstante, estos sistemas suelen ser muy complejos y suelen reservarse para audiófilos muy experimentados.

La clase de los amplificadores

ClaseCalidad de sonidoEficienciaConsumoUso típico
AExcelenteBajaAltoAlta fidelidad, audiófilos
BMediaAltaBajoEquipos económicos
ABMuy buenaMedia-AltaMedioDoméstico, mayoría del mercado
DBuenaMuy altaMuy bajoPortátiles, modernos

El concepto de clase de un amplificador sirve para describir cómo se gestiona la corriente eléctrica internamente. Esto afecta a su eficiencia, tamaño y calidad de sonido. Como puedes ver en la tabla sobre estas líneas, hay cuatro clases principales:

  • Clase A: Son los que ofrecen el sonido más puro y detallado, pero consumen mucha energía y generan mucho calor. Son los favoritos de los puristas, aunque suelen ser caros y voluminosos

  • Clase B: Más eficientes que los de clase A, pero suelen tener más distorsión, por lo que se usan poco en Hi-Fi de calidad.

  • Clase AB: Combinan lo mejor de A y B, con buena calidad de sonido y eficiencia. Por eso dominan el mercado doméstico actual

  • Clase D: Son los más eficientes y compactos, ideales para equipos modernos y portátiles. Aunque antes se les criticaba por su sonido, hoy han mejorado mucho y compiten de tú a tú con los tradicionales

Aunque generalmente se asocia a los amplificadores digitales con la clase D, el resto de clases pueden ser tanto valvulares, como a transistores, como híbridos.

Todo esto está muy bien pero, ¿qué amplificador elegir?

En la mayoría de casos, con un amplificador integrado como este es más que suficiente
En la mayoría de casos, con un amplificador integrado como este es más que suficienteAllegro

Elegir el amplificador adecuado depende de varios factores. Aquí tienes una guía sencilla para no perderte:

  1. Tamaño de la sala y potencia: no necesitas un amplificador de muchos vatios para disfrutar de buena música en casa. Para una habitación pequeña o mediana, 30-50W por canal suelen ser suficientes. En salas grandes, puedes buscar modelos de 80-100W o más. Recuerda: la mayoría de la gente escucha música a volúmenes que apenas requieren entre 2 y 10W, y subir mucho más puede molestar a los vecinos.

  2. Compatibilidad con los altavoces: es importante que la impedancia (ohmios) y la potencia de los altavoces sean compatibles con el amplificador. La mayoría de los equipos domésticos funcionan bien con altavoces de 6-8 ohmios. Si tienes dudas, consulta las especificaciones de ambos aparatos o pide consejo en la tienda.

  3. Conectividad y funciones: piensa en qué fuentes vas a conectar. Si tienes tocadiscos, busca un amplificador con entrada “phono”. Si quieres escuchar música desde el móvil, elige uno con Bluetooth o entrada USB. Los modelos modernos suelen ofrecer una gran variedad de conexiones para adaptarse a cualquier necesidad.

  4. Presupuesto: hay opciones para todos los bolsillos. Desde modelos asequibles como el Fosi Audio BT20A o el Sony STR-DH190, hasta equipos de gama media como el Marantz PM6007, el Cambridge Audio AXA35 o el Audiolab 6000A, y auténticas joyas para audiófilos como el Accuphase E-380 o el Luxman L-509X.

  5. Estética y espacio: el amplificador también es un elemento decorativo. Hay modelos con diseño clásico, retro o minimalista, para que encaje en cualquier salón.

Mitos y realidades sobre los amplifiadores de alta fidelidad

YBA A100, un amplificador integrado de gama alta
YBA A100, un amplificador integrado de gama altaYBA

En todas las áreas de la tecnología —aunque parece que más en el audio— hay una serie de leyendas urbanas en torno a algo. Este tipo de relatos crean una mística que, normalmente, no se corresponde con la realidad, ni con resultados observables por métodos científicos. Y es que ni en el audio nos libramos de las magufadas.

El primer mito, muy extendido, dice que cuantos más vatios tiene un amplificador, mejor suena. La realidad es que esto no es cierto. La calidad sonora depende de factores como el diseño y la compatibilidad de los altavoces. En casa rara vez necesitarás más de 20 o 30 W por canal para un volumen razonable.

Otro mito muy común suele decir que los amplificadores a válvulas son cosa del pasado. Aparte de que puedo presentarle a quien piense eso a un buen número de guitarristas que estarán en cantados de contarle las bondades de su cabezal de cabecera —ya sé que son otro tipo de amplificadores, pero también llevan válvulas y también dan más volumen a una señal sonora—, a riesgo de repetirme: siguen siendo muy relevantes en el mundo Hi-Fi para los amantes de la música clásica y el jazz.

El último mito dice que todos los cables suenan igual. Puede que para equipos compactos o domésticos unos cables estándar sean suficientes, pero en los sistemas de alta gama se usan cables de mucha calidad con conectores chapados en metales como el oro para ayudar a evitar interferencias —aunque no hacen milagros—.

Elige con sentido, disfruta con pasión

La elección del amplificador debe ser una decisión informada
La elección del amplificador debe ser una decisión informadaWhat Hi-Fi?

Elegir un buen amplificador no tiene por qué ser complicado o caro. Lo más importante es pensar en el tamaño de la sala, el tipo de música que escuchas, los altavoces que tienes y las conexiones que necesitas.

Lo del tipo de música no es baladí. Por ejemplo, si escuchas música clásica o jazz vas a querer algo que te ofrezca una definición cristalina —hablaríamos de algo en la clase A—. Si escuchas música más moderna, entonces no necesitas tanta definición y sí algo con más músculo que sutileza —un clase AB, B o incluso D aquí ofrecería muy buenos resultados— capaz de preservar ataque y pegada.

La mayoría de las salas en los que se colocan los equipos no son muy grandes, ergo no necesitas más de 40 W por canal normalmente —y rara vez lo vas a usar a tope—. Tus altavoces deberían poder aguantar la potencia del amplificador y también es importante la acústica de la sala.

Como decíamos al principio, los amplificadores Hi-Fi son un mundo aparte: amplio y apasionante, pero también complejo. Lo importante es escuchar con los oídos, no solo con las especificaciones, a la hora de elegir uno.