JBL Charge 6 altavoz Bluetooth

JBL Charge 6: diseño sólido, sonido contundente y 24 horas de autonomía real

El JBL Charge 6 refuerza el dominio de HARMAN en el audio portátil con una propuesta robusta, potente y con guiños al usuario más exigente. Diseño atractivo, autonomía realista y sonido más que convincente lo convierten en un altavoz que cumple en todos los frentes

JBL Charge 6: diseño sólido, sonido contundente y 24 horas de autonomía real
JBL Charge 6: diseño sólido, sonido contundente y 24 horas de autonomía realSergio Agudo

Aunque HARMAN parezca decidida a hacerse con un buen pedazo del pastel de la industria del audio de consumo con la compra de la división de audio de Masimo —que incluye a Bowers & Wilkins, Marantz y muchas otras—, lo cierto es que todo lo que sale de su paraguas suele ofrecer una calidad muy seria. Con esta nueva adquisición, lo lógico sería que ese estándar se eleve aún más, teniendo en cuenta los nombres que se suman al catálogo.

Y hablando de productos de calidad con sello HARMAN, hoy nos topamos con el JBL Charge 6, un altavoz Bluetooth orientado al público más joven con un tamaño compacto y un asa que lo hacen perfecto para llevarlo a cualquier parte. Le sobra potencia y tiene un diseño espectacular —que a mí personalmente me recuerda a un JBL Extreme 4 en pequeño— que es tan atractivo, como robusto.

He estado durante un tiempo teniendo una relación de escucha íntima con este altavoz, familiarizándome con sus particularidades, cómo trata a la música y sus distintas respuestas, y puedo decir que estoy muy gratamente impresionado. Vale la pena recordar que este altavoz se presentó oficialmente en el JBL Club London, evento al que tuve ocasión de asistir.

Un diseño pensado para atraer a los más jóvenes

El Charge 6 y el Extreme 4, dos diseños muy similares
El Charge 6 y el Extreme 4, dos diseños muy similaresSergio Agudo

Cuando ves este JBL Charge 6 por primera vez, lo primero que te llama la atención es que parece muy, muy duro y resistente. Tienes la impresión de que podría pasar por un entrenamiento tan duro como el de los Boinas Verdes o los Navy Seals, y seguir sonando como si nada después —esa impresión ya la tuve en Londres durante su presentación—. Además, la unidad que me ha tocado reseñar a mí, con un atractivo diseño de camuflaje, no hace sino acrecentar esa sensación.

Aparte de eso, como dije antes, su diseño se parece mucho al del JBL Extreme 4 en tamaño reducido. Es la comparación más cercana que puedo establecer, porque a nivel visual es bastante evidente. ¿Qué es lo que lo diferencia? Pues, aparte del tamaño más pequeño y de los anclajes para colocar un asa de transporte —que es muy cómoda, dicho sea de paso— que en el Extreme 4 es una cinta, que el Charge 6 no tiene batería extraíble —el Extreme 4 sí—.

Además, el uso del color en esta unidad se ha hecho pensando en que sea más vibrante, más pensando en el público joven al que JBL suele dirigir sus productos normalmente. Y han acertado totalmente: los acentos verdes que se ven en los woofers transmiten perfectamente a quién apela este altavoz.

Como siempre en el frontal tenemos el logo del fabricante, replicado en la trasera por el conector de carga. En la parte baja encontramos dos barras antideslizantes y en la parte superior la botonera, con controles de reproducción, volumen, Auracast, de encendido y de emparejamiento Bluetooth. Un diseño reconocible al instante que cumple su función sin distracciones. Pero lo interesante empieza cuando lo enciendes.

Calidad de sonido: mucho y muy bueno de qué hablar

Detalle del color del remate del altavoz
Detalle del color del remate del altavozSergio Agudo

Normalmente suelo decir que, en este tipo de dispositivos, el recinto acústico en el que van alejados los altavoces y su tamaño los predispone a colorear más o menos ciertas partes del espectro auditivo. Para hacer la prueba con el JBL Charge 6 lo he examinado en dos entornos distintos: una sala acústicamente tratada en mi estudio y en mi casa, que no tiene tratamiento acústico en absoluto. Y, como cabría esperar, la respuesta ha sido muy distinta entre ambos lugares.

En entornos domésticos el dispositivo cumple perfectamente: se aprecia que hay más querencia por las medias frecuencias que en unidades de tamaño mayor pero, como estamos en un entorno donde no existe el tratamiento acústico por norma general, las reflexiones de los muros y del mobiliario funcionan a nivel psicoacústico haciendo que se note menos y realzando más los graves.

En entornos acústicamente tratados se destapa del todo la querencia por el espectro medio que tiene esta unidad. Insisto: su recinto acústico, el tamaño de los altavoces y el no tener un espacio donde la psicoacústica pudiera hacer lo suyo les ha quitado esa magia que les hace parecer más equilibrados de lo que realmente están.

Entonces, ¿suena mal el JBL Charge 6? No, en absoluto. De hecho, para lo pequeño que es, cumple con creces con todas las expectativas que tenía sobre él y, teniendo en cuenta sus fortalezas y sus carencias, diría que responde como un dispositivo de primera. Al aire libre o en entornos sin tratar acústicamente no vas a notar lo mismo que yo. Es más, seguramente te convencerá mucho.

Una cosa muy importante a tener en cuenta —y que a mí personalmente ya me encantó desde Londres y tenía muchas ganas de probar— es el poder conectar un dispositivo por cable al altavoz y reproducir desde ahí sin necesidad de emparejarlo por Bluetooth. Hacer esto, además de evitarle a alguien el proceso de emparejamiento de su dispositivo, a ti te permite reproducir archivos sin pérdida desde Tidal, Qobuz o una biblioteca local de archivos FLAC en un teléfono móvil o una tablet.

¿Qué significa esto? Que si quieres reproducción bitperfecta puedes acercarte mucho con este método. Es un guiño para los usuarios más audiófilos. Uno pequeño, pero ahí está. Obviamente el JBL Charge 6 no es un equipo de alta fidelidad de referencia, ya ha quedado establecido que tiene sus limitaciones. Pero de verdad, te sorprenderá para bien.

JBL Portable, agradecida pero no necesaria

JBL Portable, la companion app del Charge 6
JBL Portable, la companion app del Charge 6Sergio Agudo

Las aplicaciones que sirven para acompañar a los altavoces, personalmente, siempre me han parecido un poco redundantes. Muchos usuarios ni siquiera piensan en ellas. Además, teniendo en cuenta que nunca cambio el valor de ecualización a algo que no sea el stock que me ofrece el fabricante, tampoco me voy a meter a personalizar.

No obstante, si tú quieres hacerlo, JBL Portable es una adición bienvenida. Tiene todo lo necesario para que puedas controlar tu altavoz, personalizar el sonido e incluso cambiar el nombre del dispositivo si así lo deseas. Si te interesa hacerlo un poco más tuyo tendrás que acudir aquí.

Ahora bien, ¿es obligatorio usarla? No, no lo es. Puedes vivir perfectamente sin ella, además de que la botonera ya ofrece las suficientes herramientas de control como para no tener que recurrir a la app sí, o sí. De hecho, apostaría a que la mayoría de usuarios ni siquiera la instalará.

Autonomía que nos gusta: 24 horas de reproducción continua

Detalle del conector de carga con el nombre del dispositivo
Detalle del conector de carga con el nombre del dispositivoSergio Agudo

Siempre digo en mis reseñas que me encantan los dispositivos que puedo conectar, estar usando durante un buen rato y no tener que pensar en cargarlos. Pues bien, a diferencia de los EDIFIER NeoBuds Planar, que sí me hicieron estar pensando constantemente en cuidar que no se quedaran sin batería, el JBL Charge 6 apuesta por hacerte la vida fácil.

Un día entero de reproducción son muchas horas de escucha ininterrumpida. Piensa en que puedes llevarte este altavoz a una excursión, usarlo durante las horas que estés caminando (por ejemplo) y aún te quedará energía suficiente por si quieres ponerlo en el coche de camino a casa.

En este sentido tengo que decir que yo, como siempre, lo cargué nada más me llegó y ya no ha vuelto a pasar por la corriente eléctrica. Y aclaro que le he estado dando bastante trabajo a la unidad, por si alguien pensaba que mis escuchas con él habían sido meramente tangenciales.

La autonomía de este altavoz es todo lo que cabría esperar. Aprueba con nota en esta asignatura, aunque es cierto que JBL lleva tiempo lanzando modelos —sean auriculares o sean altavoces— que tienen unos tiempos de vida útil difícilmente igualables por parte del resto de la industria. El hecho de que me lo espere no disminuye el impacto de su autonomía.

Sólo para cerrar y por terminar de dejarlo claro: las 24 horas de reproducción continua que promete el fabricante son, según mi experiencia, algo completamente realista. Creo que hasta le pude sacar un pequeño extra según mis cálculos, pero no tengo forma de demostrar científicamente esta afirmación.

JBL sigue sabiendo lo que hace

Detalle de los controles físicos del JBL Charge 6
Detalle de los controles físicos del JBL Charge 6Sergio Agudo

No hay que darle muchas vueltas. El JBL Charge 6 es uno de esos dispositivos que funcionan porque están bien pensados desde el principio. Tiene diseño, tiene potencia, tiene autonomía, y hasta guarda un guiño para quienes buscan algo más, como el audio por cable sin pérdida.

¿Tiene cosas que se podrían mejorar? Claro. La respuesta en medios puede no ser del gusto de todo el mundo, y la app, aunque completa, no resulta imprescindible. Pero todo esto se ve empequeñecido por lo más importante: este altavoz suena bien, aguanta mucho y puedes confiar en él.

Si estás buscando un altavoz todoterreno que no te decepcione en ningún frente, el JBL Charge 6 —y su hermano pequeño, el JBL Flip 7— es uno de los más serios candidatos que vas a encontrar ahora mismo. Y si encima tienes la suerte de que te guste el diseño camuflaje, como a mí, te lo vas a querer quedar nada más sacarlo de la caja.