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IA sanitaria

Sam Altman, CEO de OpenAI, sobre su creación: "Un médico de IA podría ser mejor, pero preferimos a uno humano"

La meta de la inteligencia artificial contempla abarcar conocimientos que la hagan capaz en áreas tan importantes para la sociedad como la medicina, si bien cuesta encontrar su encaje

Sam Altman expuso su idea durante la Conferencia Progress, del Roots of Progress Institute en Berkeley, California YouTube

No existe área de conocimiento que la inteligencia artificial quiera dejar sin explorar y sin incluir entre sus recursos. Las grandes compañías que desarrollan los modelos más reconocidos hablan de manera clara acerca de un recorrido que debería llevar a la inteligencia artificial a una inclusión plena en diversos sectores, incluyendo el de la medicina.

Así lo han anunciado ya personalidades como Elon Musk, dueño de xAI, la empresa desarrolladora de Grok. Para el multimillonario, la capacidad de la IA en cuestiones sanitarias dejará a los actuales facultativos relegados a la figura de meros asesores, dado el potencial de la IA para memorizar una mayor cantidad de información así como para interpretar cuantos datos se pongan a su alcance de los pacientes.

Una línea de opinión que comparte con uno de sus principales rivales en el universo tecnológico, Sam Altman, que incluso ha explorado la idea de respaldar una empresa de implantes cerebrales que sería competencia directa de Neuralink. En cuanto a la medicina se refiere, el director ejecutivo de OpenAI asume el papel superior con el que contará la inteligencia artificial a la hora de llevar a cabo diagnósticos con una fiabilidad indiscutible, si bien reconoce que para la sociedad el camino hasta normalizar ese aspecto será largo.

La IA necesitará tiempo para ganarse la confianza de los pacientes

Altman, de 40 años, expuso sus ideas al respecto en la Conferencia Progress del pasado 17 de octubre en una charla que fue recogida por su presentador, Tyler Cowen,en su canal de YouTube Conversaciones con Tyler. Durante el diálogo, el máximo responsable de OpenAI, la empresa matriz detrás de ChatGPT, destacó que la evolución de la inteligencia artificial en áreas como la medicina apunta a un futuro en el que la confianza deba recaer inevitablemente en ella:

“El médico de IA es mejor, pero tú prefieres al humano. Creo que puede llevar mucho más tiempo que la sociedad se sienta realmente cómoda con este tipo de cuestiones. Pero en cuanto a la toma de decisiones reales para la mayoría de las cosas, tal vez la IA sea bastante buena muy pronto”

Sam Altman, CEO de OpenAI, durante la Conferencia Progress en la que participó junto a Tyler Cowen

Se trata de un modo de afrontar la medicina que deja a un lado las emociones, la empatía que todo paciente necesita, la cercanía que requiere una persona que atraviesa un momento delicado, para apostar todo a una visión pragmática del sector sanitario: síntomas, pruebas, resultados, análisis de datos y diagnóstico. Lejos de la idea actual de lo que implica verse en una situación de incertidumbre en materia de salud, pero a la que Sam Altman no tiene ninguna duda de que nos dirigimos.

La reflexión de Altman a la hora de relacionar inteligencia artificial y medicina no hace sino continuar y extender al sector sanitario una visión que el propio responsable de ChatGPT extrapola para más sectores: “Habrá empresas valoradas en miles de millones de dólares dirigidas por dos o tres personas con IA. Creo que es algo bueno para la sociedad y para el futuro, no algo malo. La gente confía mucho más en otras personas que en la IA, aunque no debería. Puede que suene irracional, pero no debería”, apuntó durante su exposición.

Es evidente que la apuesta de Sam Altman está volcada en el desarrollo de la inteligencia artificial y en cuanto pueda llegar a alcanzar. Pese a ello, todavía hay vaticinios como los que se refieren a la unión de IA y medicina, cuidados o salud que tienen un cariz tan frío y tan carente de empatía que cuesta verlos como una realidad en lugar de como algo que los asimilara más a un escenario de ciencia ficción.