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Satya Nadella, CEO de Microsoft, revela la dura lección que le enseñó su hijo y que cambió Microsoft para siempre: "Se trataba de ver el mundo a través de sus ojos"
Afrontar circunstancias vitales que cambian el escenario conocido suponen un reto al que figuras como Satya Nadella logran sacar una moraleja de la que valerse a nivel personal y profesional

Al hablar de una compañía del calado y la relevancia de Microsoft lo hacemos también de un número notable de protagonistas. Cada uno de ellos con su importancia en el hito que supone cumplir cincuenta años en un sector tan exigente como el del desarrollo de software y que ha tenido que enfrentar revoluciones e innovaciones con el paso de los años.
De aquel sueño inicial de Bill Gates, cofundador de Microsoft junto a Paul Allen en 1975, que consistía en democratizar la informática y lograr que hubiera un ordenador en cada casa al desarrollo actual de herramientas para facilitar el diagnóstico de enfermedades con ayuda de inteligencia artificial han pasado muchos años. Etapas en las que ha habido responsables que, cada uno con sus puntos de vista, han ayudado a conservar el prestigio de Microsoft.
Lecciones de vida aplicadas al ámbito empresarial
A Bill Gates lo sustituyó Steve Ballmer como director ejecutivo en el año 2000 y a éste a su vez Satya Nadella en el año 2014, aunque a punto estuvo de no ser elegido, tal como reconoció el propio Bill Gates en un vídeo publicado por la propia compañía en su canal de YouTube hace poco más de cuatro meses .
Lo cierto es que la elección de Nadella fue un acierto notable que ha permitido a Microsoft no solo mantener su capacidad y liderazgo, sino que además le ha llevado a romper cifras de capitalización bursátil y ser un actor protagonista en el desarrollo de la inteligencia artificial y la computación en la nube.
En su papel de figura principal de Microsoft, el ingeniero de origen indio ha tenido que tomar decisiones cruciales, para las que reconoce que se ha servido de algo fundamental que le enseñó su primer hijo, Zain: la empatía. El propio Satya Nadela reconocía que para desarrollar la empatía se requiere de experiencia vital, algo que destacó en una entrevista concedida a Stephen Dubner en 2017 y publicada en 2018 en su podcast Freakonomics: “La empatía solo se desarrolla a través de la experiencia de vida. No es algo innato”, destacó Nadella.
Esa experiencia vital se la dio a Satya Nadella la llegada de su primogénito, Zain, que nació con daño cerebral severo y desarrolló parálisis cerebral. En ese momento, Nadella fue consciente de que, como padre, debía dar un paso al frente y así lo reconoció en la entrevista que mantuvo con David Rubenstein en el programa que tenía en la cadena estadounidense Bloomberg TV.
Empatía en casa y en la oficina
Durante la conversación, el actual director ejecutivo de Microsoft confesaba cuáles fueron sus primeros pensamientos tras conocer el estado de su hijo: “Es hora de que dé un paso al frente, vea la vida a través de sus ojos y haga lo que debo hacer como padre”, manifestó.
Esa forma de plantearse la vida la llevó Satya Nadella tanto a su plano personal como a su plano profesional, en el que durante la charla con Rubenstein confesó que también consideraba imprescindible la empatía como elemento que acerque el éxito y que sirva para establecer unos valores que a él le habían llegado desde la experiencia con su hijo:
“La mayoría de la gente piensa que la empatía es algo exclusivo de la vida, la familia y los amigos, pero la realidad es que es una prioridad existencial para una empresa. Creo que la empatía es fundamental para la innovación y la experiencia vital”
La de Satya Nadella es una de esas confesiones que acercan un poco a figuras del mundo tecnológico y que parecen muy alejadas de nuestra realidad. Su situación personal le hizo valorar un nuevo escenario y con él adquirir una empatía con la que servir a su hijo por un lado y de la que valerse para mantener a Microsoft a la vanguardia de su industria.
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